Es muy importante que un público que no es rico, un público sin dinero, pueda asistir a escuchar esta música, con este coro, con esta orquesta, es algo que me gusta mucho hacer
Ennio Morricone ofreció anoche una selección de sus bandas sonoras más célebres en un concierto celebrado en el Aula Pablo VI del Vaticano, al que asistieron como invitados varios cientos de personas necesitadas, sin hogar o inmigrantes.
Esta segunda edición del Concierto para la Caridad y organizado por la ONG «Nova Opera», por la diócesis de Roma y por el Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, entre otros entes, se enmarcó en los actos finales del Jubileo de la Misericordia, que concluirá el 20 de noviembre.
Al concierto asistieron varios cientos de personas que necesitan ayuda diaria y de las que se ocupan diferentes ONG y también la Limosnería Vaticana, así como otros invitados a quienes se instó a realizar un donativo para la construcción de una nueva iglesia en Moroto, en Uganda, y una escuela agraria en Burkina Faso.
El ganador de dos Óscar -uno a la carrera en 2007 y otro por «The hateful eight» («Los odiosos ocho», 2016)- y otros muchos galardones tomó la batuta para dirigir a la orquesta «Roma Sinfonietta» y al coro de la Academia Nacional de Santa Cecilia y de la diócesis de Roma.
En las primeras filas, los más necesitados pudieron disfrutar del concierto de Morricone, de 88 años, que se intercambió el podio con monseñor Marco Frisina, director del coro de la diócesis de Roma, para dirigir algunas obras de carácter religioso.
El concierto comenzó con una de las composiciones de Frisina «Iubilate Deo» y después tomó la batuta Morricone con «Dio, uno di noi» (Dios, uno de nosotros).
El maestro Frisina dirigió después algunos de los temas de la película italiana de 2002 «San Giovanni – L’apocalisse» que el compuso.
Morricone dirigió a la orquesta que interpretó «Deborah», de la banda sonora de la película «Érase una vez en América» (1984); «Addio Monti», de «Los novios» y «Vatel», de la película homónima, y «Tra cielo e terra», del film «Padre Pio».
Frisina intercaló un espectacular «Te Deum» con las voces de los coros y Morricone hizo conmover a la sala con tres temas de la banda sonora de la película «La misión»
Al término del concierto, los jóvenes del coro de la diócesis de Roma y los voluntarios del Jubileo distribuyeron la cena para los indigentes y un pequeño regalo.
Morricone y los organizadores pudieron saludar al papa Francisco en la Plaza de San Pedro tras la audiencia y después el maestro en declaraciones a Radio Vaticano destacó como el pontífice ha querido que sean los pobres quienes asistan a su concierto.
«Es muy importante que un público que no es rico, un público sin dinero, pueda asistir a escuchar esta música, con este coro, con esta orquesta, es algo que me gusta mucho hacer», agregó Morricone.
(RD/Agencias)
Comentar desde Facebook