Tiene toda la importancia del mundo para decir al mundo entero y a los cuatro vientos que somos solidarios con los menos favorecidos, que tenemos la solidaridad a flor de piel
(J. B./Agencias).- El niño Dios sigue naciendo, cada día, siempre cerca de los desfavorecidos, los excluidos, los descartados. También en el centro de Madrid, donde anoche 150 sin techo fueron recibidos en torno a la iglesia de San Antón. Junto a ellos, la alcaldesa y el cardenal de Madrid, Manuela Carmena y Carlos Osoro, quienes volvieron a hacer posible el sueño del padre Ángel.
«Estoy para todos los madrileños, también para vosotros. Especialmente para vosotros», subrayó la regidora de la capital en sus palabras. «Siempre me tendréis para lo que necesitéis«.
El año pasado, esta cena se celebró de la misma manera, salvo que tuvo lugar en el Palacio de Cibeles, la sede del Ayuntamiento de Madrid. En esta ocasión, ha tenido lugar en un edificio municipal de la calle Farmacia, casi pegada a la iglesia 24 horas de San Antón.
En el comedor, les esperaba una gran alfombra roja y música de villancicos, un photocall para recordar esa noche, y un buena cena. El menú para esta ocasión ha constado de langostinos e ibéricos como entrantes, un consomé, merluza con almejas y, de postre, arroz con leche, así como dulces navideños.
El presidente de la Mensajeros de la Paz, el padre Ángel, ha sido el encargado de dar la bienvenida a los asistentes a la cena, recordándoles que el niño Jesús también nace en San Antón, en todos los rincones de mundo, se mostró orgulloso por todo lo que se ha logrado este año en torno a este oasis de solidaridad en el centro de Madrid. «Tiene toda la importancia del mundo para decir al mundo entero y a los cuatro vientos que somos solidarios con los menos favorecidos, que tenemos la solidaridad a flor de piel», dijo el sacerdote. «¡Viva el Padre Ángel!«, fue la respuesta de los invitados.
Como el año pasado, el cardenal de Madrid, Carlos Osoro, ha querido saludar también a estas personas, así como bendecir la cena. Osoro les ha trasladado la importancia de la belleza del ser humano, una imagen de la que ha afirmado que hay que «hacer gala» y, tal y como ha manifestado, siempre hay que resaltar.
Después de la cena, el padre Ángel presidió en San Antón la tradicional misa del gallo. Esta es la segunda ocasión en que el Ayuntamiento colabora con Mensajeros de Paz en estas cenas de Nochebuena y ha atendido esta iniciativa del padre Ángel.