Valoramos muy positivamente el esfuerzo realizado para "estar con" aquellas personas que la sociedad parece descartar
(Hermenegildo de la Campa, sj, y Leandro Sequeiros, sj).- No es habitual que la Compañía de Jesús en el Sector Social incluya una Residencia de personas mayores. Sin embargo, desde hace 25 años funciona la Residencia de Mayores San Rafael a 15 km de Sevilla, en la ciudad de Dos Hermanas (125.000 habitantes).
Y tampoco suele ser habitual que en ella residan los dos capellanes jesuitas, que además conviven y comparten mesa y vida con los 50 residentes (mujeres en un 80%). Es una experiencia vital y espiritual de calado que hace que nuestra vida sea diferente.
Los actuales capellanes «viven» noche y día bajo el mismo techo con los residentes (aunque dependiendo jurídicamente de la Comunidad del Sagrado Corazón de Sevilla, ya que es una «obra apostólica» de la misma). Además, los capellanes «conviven» (es decir, participan como uno más de las actividades de la Residencia aunque tienen sus funciones específicas), y además «comparten» (es decir, mantienen la escucha permanente de la problemática de las personas mayores, muchas de ellas de bajos recursos económicos).
De los actuales capellanes residentes, Hermenegildo de la Campa lleva cuatro años en Dos Hermanas y llegó cuando cumplía 90 años. El otro capellán, Leandro Sequeiros, fue destinado en verano de 2016 y no ha cumplido los 75 años, y convive con una discapacidad física debido a un ictus desde hace 22 años que le hace tener movilidad reducida.
La Residencia de Mayores San Rafael de Dos Hermanas es fruto de la inquietud social de los hombres que principalmente trabajaron para ponerla en marcha: el P. José María Mier-Terán Romero, que inició y llevó adelante el proyecto hace más de 25 años, y las personas que económica y moralmente le ayudaron para realizarlo: su hermano, don Cristóbal Mier-Terán Romero y don Javier Benjumea Puigcerver.
Una aportación determinante para la realización del proyecto fue el que la Compañía de Jesús, a través de la Comunidad del Sagrado Corazón de Jesús de Sevilla, pusiese a disposición del mismo parte de un solar que había recibido en el término de Dos Hermanas de la familia del jesuita Joaquín Sangrán Medina.
Don Javier Benjumea Puigcerver, el P. Mier-Terán y su hermano Cristóbal fueron los que asumieron la responsabilidad directa del proyecto. La responsabilidad jurídica de toda esta iniciativa, con todo, descansó siempre en la Compañía de Jesús, que, además de haber aportado el solar para la construcción del edificio, aceptó ofrecer su persona jurídica para todos los actos que se fueron llevando a cabo y tuvo también que ir poniendo a su nombre la actividad económica y los inmuebles de la nueva institución que se estaba poniendo en marcha.
La dirección de la Residencia se puso en manos de las Hermanas Josefinas de la Caridad, congregación religiosa nacida en Cataluña en el siglo XIX y cuyo carisma consiste en la atención a los enfermos y a las personas mayores en situación de precariedad y exclusión social. Sobre ellas recae la responsabilidad del trabajo diario en coordinación con la Compañía de Jesús.
De los tres modelos posibles de Residencias de Mayores (las Residencias públicas, las concertadas con la administración y las privadas) se optó por esta última posibilidad que confiere una mayor autonomía aunque no tiene acceso a fondos públicos.
Para llevar a cabo la tarea con mayor solvencia, se constituyó la Fundación Benéfica San Rafael. Esta Fundación, cuyo presidente es un jesuita, nació para dar estabilidad jurídica y organizativa a la Residencia de Mayores San Rafael, establecida en Dos Hermanas desde el año 1992. Actualmente, forma parte de la red LARES, para Residencias de Mayores sin ánimo de lucro.
La Residencia de Mayores San Rafael recibió el espaldarazo definitivo con la bendición de la misma hecha por Su Santidad el Papa Juan Pablo II, en su visita a Sevilla en el año 1993. Esta visita hecha por la máxima autoridad de la Iglesia Católica hizo visible la directa intencionalidad cristiana existente en la inspiración y en la puesta en marcha del proyecto: ayudar desde la caridad evangélica y de forma totalmente digna y respetuosa a personas de la tercera edad necesitadas de residencia, ayuda y atenciones.
En la Residencia, por voluntad de los fundadores, se encuentra un ala dedicada a sacerdotes mayores que deseen vivir en ella. En los primeros años hubo varios sacerdotes seculares viviendo aquí que asumían las funciones de capellanes, atendiendo espiritualmente a la comunidad de religiosas, a los residentes y a sus familiares, y a los vecinos y voluntarios que colaboran con la Residencia.
Cuando el último de los sacerdotes residentes enfermó, la Compañía envió como capellán residente a Hermenegildo de la Campa, una experiencia poco común en la tradición de la Compañía.
Al haber fallecido tanto el P. José Mª Mier-Terán Romero S.J. como don Javier Benjumea Puigcerver, la Compañía de Jesús ha encontrado en la persona jurídica que ha heredado de don Javier Benjumea sus principales inquietudes altruistas. La Fundación Focus-Abengoa, miembro del Patronato, presta la colaboración necesaria para constituir conjuntamente esta nueva Fundación San Rafael. De este modo, se puede dar continuidad y estabilidad en el futuro a la Residencia de Mayores San Rafael de Dos Hermanas, con los mismos objetivos con los que fue constituida, aunque abierta también a otras posibles realidades que, con estos mismos objetivos, se puedan en el futuro llevar a cabo.
Como capellanes residentes que vivimos, convivimos y compartimos nuestra vida con estas personas mayores, valoramos muy positivamente el esfuerzo realizado para «estar con» aquellas personas que la sociedad parece descartar.
Es una experiencia rica de inserción cultural e inmersión en un mundo de frontera y periferia al por lo general no accedemos en nuestro apostolado.