Me llena de tristeza al ver a un joven que comienza una relación con una muchacha y que empiezan a celarla, a ponerle límites y a decirle que no vaya a tal fiesta, etcétera
(Uriel Velázquez, en el Nuevo Diario).- Cuando se ordenó como diácono el 13 de enero de 1974, Leopoldo Brenes tenía 25 años. Jamás se imaginó que 40 años más tarde sería nombrado como el segundo cardenal en la historia de Nicaragua. Eso no estaba en sus planes. Ser sacerdote era lo más grande para él. Pero el 12 de enero de 2014 el papa Francisco se asomó a su ventana en Roma para anunciarle al mundo que crearía a 19 nuevos cardenales, entre ellos Brenes.
Fue una gran sorpresa para él y para el país, así como lo fue el hecho que el papa Juan Pablo II lo haya nombrado arzobispo de Managua 24 horas antes de morir. A lo largo de su trayectoria ha sido muy cercano a los pontífices con los que ha trabajado. Con Benedicto XVI se reunía más tiempo del establecido. Ahora cuando viaja a Roma se hospeda en la misma residencia del papa Francisco y viajan en el mismo auto para asistir a reuniones.
En esta entrevista también explica por qué no asistió al acto de investidura del presidente Daniel Ortega, quien prometió trabajar en consenso con todas los sectores políticos y sociales del país.
¿Cómo valora estos tres años de vida cardenalicia?
Yo le doy gracias al Señor porque he sentido el cariño de la gente desde que era presbítero, como obispo de Matagalpa, después arzobispo y ahora como cardenal. Al igual que a mí, creo que para la gente fue un gesto muy hermoso que el Santo Padre me haya escogido para ser su colaborador como cardenal de la Iglesia. Es una forma de sentir la cercanía del Papa a través de mi persona con la Iglesia que peregrina en Nicaragua. Centroamérica es una región tan pequeña con tres cardenales (Honduras, Panamá y Nicaragua), eso dice mucho del cariño que nos tiene el papa Francisco y le agradezco el cariño y el afecto que me tiene. Ahora para el año 2019 ha tenido el gesto de escoger a Panamá como la sede de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y lo tendremos aquí cerquita, creo que eso es un gesto muy hermoso y yo le agradezco.
¿Alguna vez se imaginó que llegaría a ser un cardenal de la Iglesia?
No. Fijate que siempre la gran ilusión de uno es ser sacerdote, para mí eso era lo más grande y hermoso que el Señor me podía conceder, después fueron sucediendo las otras cosas. Algunos se podrán preguntar que por qué yo soy obispo, que podrían haber otros y considero que todo es gracia, esa gracia que viene de Dios.
Ahora que mencionaba la JMJ, recientemente el nuncio apostólico en Nicaragua comentó que el Papa le dijo que existía la posibilidad de una visita al país en el marco de ese viaje a Panamá. ¿Usted cree que eso es posible?
Nosotros los cardenales de Centroamérica siempre lo hemos invitado y nos ha dicho que esperemos. Siempre sonríe y nos pone la mano en el hombro. Pienso que posibilidades hay muchas, pero en este momento según nos comentaba uno de los organizadores de la JMJ es que hasta este momento el Papa llegaría un viernes y se regresaría el domingo siguiente a Roma. Pero nos puede dar la sorpresa, todavía faltan dos años. Existe la posibilidad incluso que cambien la fecha del encuentro a enero o febrero y tenemos que esperar.
En el último año la Iglesia pasó del octavo al séptimo puesto como una de las instituciones con más confianza en Nicaragua, ¿a qué atribuye esa mejor valoración?
Siempre hemos tenido el cariño, la cercanía y la confianza de la gente. Algunas veces a través de las encuestas se mencionan cosas que son un punto de referencia. Nuestros templos están siempre llenos, claro, esto no significa que haya personas que antes eran católicos y ahora estén viviendo otra experiencia en otras denominaciones cristianas, sin embargo creo que tenemos un laicado muy comprometido.
La última encuesta de M&R Consultores indica que del total de católicos que hay en el país apenas el 6% son religiosos, el 49% de precepto (que van a misa solo en ocasiones) y el 45% son nominales (solo dicen ser católicos, pero no practicantes). ¿Qué están haciendo para revertir estos indicadores?
Eso es una realidad pero no solo de la iglesia Católica, sino de todas las religiones a nivel mundial. Siempre baja el porcentaje de la gente que es practicante. Nosotros mantenemos actividades constantes de evangelización, tenemos grupos de oraciones.
El mismo estudio revela que la población evangélica ha venido creciendo y los católicos, aunque continúan siendo la mayoría, se han quedado varados.
En los últimos años la población evangélica ha venido creciendo, sí pero ahora se ha mantenido. Gran parte de los miembros de otras denominaciones religiosas han salido de la iglesia Católica, son católicos porque hasta son bautizados, dieron su primera comunión y hasta se confirmaron. A estas personas lo que les faltó fue evangelización y ese es el gran reto de la Iglesia, por eso el Santo Padre está llamándonos a vivir un estado permanente de misión. Pero la evangelización no es hacer un proselitismo, eso hay que aclararlo. Por otro lado siempre decimos que la cantidad no es importante, sino la calidad.
Cardenal, hemos escuchado al Papa instar a los sacerdotes del mundo a una mayor aceptación de los católicos divorciados, los homosexuales y personas que viven en lo que la Iglesia considera situaciones «irregulares». ¿En Nicaragua cómo han acogido estos mensajes?, ¿se han puesto en práctica?
Esto nosotros siempre lo hemos vivido. Cuando estuve en Matagalpa tenía un grupo de divorciados vueltos a casar. El problema está en las mismas personas que se alejan por su propia cuenta, pero en la Iglesia nunca ha existido la excomunión para estas personas. En cuanto a las personas con una orientación sexual diversa nosotros nunca hemos mostrado ningún rechazo, nunca he sabido que una de estas personas se sienta rechazadas por un obispo o un sacerdote. Incluso algunas de estas personas son las que ayudan mucho en las parroquias. Pero estas personas alegan que son los cristianos quienes más muestran apatía y discriminación haciéndoles creer que van a ser condenados.
Nosotros como norma tenemos rechazar el pecado, pero no el pecador. Podemos decirles que tal actitud no es correcta, pero las decisiones que toman y a ellos como personas siempre los respetamos. Esa es una norma que tenemos que cumplir.
Usted ha comentado que nació después de que su mamá tuvo cinco abortos progresivos involuntarios, ¿pero qué opina del aborto como una decisión personal de la mujer?
La Iglesia prácticamente eso no lo permite. La misma Constitución Política de Nicaragua no lo permite y sabemos que hay vida desde el momento de la concepción y siempre nos mantenemos firmes en eso. Cuando me hablan de esto me pongo a pensar en que la misma mamá del papa San Juan Pablo II quiso abortarlo, ¿imaginate qué hubiera pasado? hubiera abortado a un santo.
Quisiera saber si entre ustedes los jerarcas hablan de todos estos temas que aborda el Papa y a qué conclusiones llegan.
Son los temas pastorales y siempre estamos hablando de estas cosas. El Código Canónico lo aborda todo esto, pero nosotros en la Arquidiócesis desde los tiempos del cardenal Miguel Obando se permitía perdonar, por ejemplo, la falta del aborto en los tiempos de Cuaresma.
El padre Fernando Cardenal (q.e.p.d.) decía que a los curas les cuesta el celibato pese a que optan por él libremente, ¿la Iglesia mantiene su postura frente a este tema?
Cambiar la postura en este tema lo veo muy difícil aunque, claro, no es un dogma de fe así que se puede cambiar, pero ahorita no lo veo posible incluso hasta por cuestiones prácticas. Imaginate qué pasaría si fuera un sacerdote casado y a la hora que estoy en misa me dicen que un carro se pasó llevando a mi niño, en ese momento salgo corriendo (ríe).
El ser célibe te hace una persona libre para el apostolado.
En otros temas, esta semana fue juramentada la Asamblea Nacional y los cargos fueron elegidos por unanimidad. Hay quienes lo ven como una apertura a un ambiente de diálogo y consenso, el mismo presidente Ortega prometió trabajar con todas las fuerzas políticas y sociales del país. ¿Usted cómo lo percibe?
Yo creo que esos buenos propósitos ahora tienen que hacerse realidad. Siempre al iniciar un período se hacen propósitos y hay que irlos alimentando diariamente. Ojalá que no se quede en palabra. Es importante que podamos comprender la grandeza del diálogo. No solamente hay que ser de palabras, hay que ir a los hechos. Esto el Papa también lo ha dicho constantemente.
En diciembre pasado estuvo de visita Luis Almagro, secretario general de la OEA, y se reunió con todos los sectores del país. Esto también fue visto como otra señal de apertura al diálogo de parte del Gobierno. La Organización de Estados Americanos es un organismo con experiencia y han intentado mediar. El señor Luis Almagro se llevó una visión general del país después de que todos los sectores nos hayamos reunidos con él y ahora tendrán que analizar y dar sus sugerencias al respecto. Aún estamos esperando que ambas partes (Gobierno y OEA) saquen sus conclusiones y las den a conocer, pero lo importante es que se pueda dar algo en lo cual los nicaragüenses podamos seguir trabajando por la construcción de un país en progreso. Debemos de inculcar una cultura de no violencia para conseguir la paz.
El día de la investidura del presidente Ortega no había ni un solo obispo de la Conferencia Episcopal de Nicaragua. ¿Usted personalmente fue invitado?
Sí, yo fui invitado, pero yo soy poco para esas grandes concentraciones públicas. No me gusta asistir a esos eventos, no, no. Yo me siento libre, así como fui a votar libremente yo puedo decidir si ir o no y creo que no se toma a mal que no haya estado ahí.
Para finalizar, hablaba de una cultura de no violencia, pero en el país dos mujeres han sido asesinadas en lo que va del año y en muchos casos hay denuncia de por medio sin que la Policía intervenga. ¿Cómo se interpreta esto?
Es lamentable. Siempre les digo a los jóvenes que deben ser respetuosos con las muchachas y ellas deben darse a respetar. Todo comienza en la familia, estos hombres que son violentos hoy no aprendieron estos comportamientos de los padres. En cuanto a las denuncias de estas mujeres que no son atendidas, estoy seguro que ahí hay una falla y yo lo he estado meditando mucho. Hay que ponerle mente a eso.
Me llena de tristeza al ver a un joven que comienza una relación con una muchacha y que empiezan a celarla, a ponerle límites y a decirle que no vaya a tal fiesta, etcétera. Entonces si este muchachito es así como novio, ¿cómo será como esposo? Un muchacho celoso no le conviene, son señales que las deben alertar.
Leopoldo Brenes
67 años
Tiene estudios en teología por el Instituto Superior de Estudios Eclesiásticos (ISEE), México, la Universidad Gregoriana de Roma y la Universidad Lateranense, Roma.
Obispo auxiliar de Managua: 19 de marzo de 1988.
Obispo de Matagalpa: 19 de diciembre de 1991.
Arzobispo de Managua: 21 de mayo del 2005.
Cardenal de Nicaragua. 12 de enero de 2014.
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