Desde que comenzó la ola de frío se ha procedido incluso a salir a buscar a las personas que no quieren acudir a los lugares de acogida, procediendo al reparto de mantas y alimentos
(Diócesis de Valencia).- La Diócesis de Valencia ha activado un Plan Especial de Emergencia para atender y acompañar a las personas que padecen, con especial virulencia, la ola de frío y las fuertes lluvias. El Arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares ha indicado que «la máxima preocupación es para los que se encuentran en situación de vulnerabilidad, especialmente los sin techo. Y para aún aquellos que se niegan a buscar refugio, nuestra misión es ayudarlos y acompañarlos».
Desde el aviso de este episodio, en la Diócesis se habían dispuesto todos los recursos humanos y logísticos para acoger y acompañar a los que sufren mayores dificultades, a través de las parroquias, Cáritas y Ciudad de la Esperanza, pero además, ante la persistencia de este episodio, el Arzobispado de Valencia ha ampliado la asistencia con un Plan Especial de Emergencia en la propia sede de Cáritas Diocesana en Valencia (Plaza de Cisneros, 5), que estará abierta para seguir acogiendo y ofreciendo alimento a las personas que lo necesiten y en conexión también con Ciudad de la Esperanza, en Aldaia, que ha dispuesto para acoger, otras 50 plazas.
También se han dispuesto plazas en las viviendas de la parroquia de San Juan de la Ribera en Valencia. Además se ha dispuesto de vehículos para que acudan a Cáritas para poder ser trasladados a Ciudad de la Esperanza. Además de todas estas acciones, el Arzobispado ha ofrecido a Protección Civil y otras instituciones toda la colaboración para que ninguna persona quede sin asistencia.
El protocolo activado por el Arzobispo de Valencia está siendo coordinado por el Obispo Auxiliar, Arturo Ros, en cooperación con el Director de Cáritas Diocesana, Ignacio Grande y el director de CIDES, Vicente Aparicio.
Desde que comenzó la ola de frío se ha procedido incluso a salir a buscar a las personas que no quieren acudir a los lugares de acogida, procediendo al reparto de mantas y alimentos.
Desde Ciudad de la Esperanza, se insiste en el llamamiento porque aún dispone de 50 plazas de acogida.
El Arzobispo Cañizares ha pedido que «no se olvide a aquellos que aún estando en sus hogares sufren la pobreza energética. Debemos apelar a que se cubran estas necesidades mínimas en una sociedad del bien común, y concienciarnos de que nadie puede perder la salud, e incluso sus vidas, en algunos casos, por no poder tener esta necesidad básica garantizada. La gran solidaridad de los ciudadanos también está ayudando en muchos casos, pero no basta, el sistema ha de ser justo, por el bien común».
La mayoría de las 440 Cáritas parroquiales de la diócesis de Valencia realizan a lo largo de todo el año acciones encaminadas a mejorar la situación de las familias o personas que viven solas, a las que atienden en materia de pobreza energética y exclusión residencial, a través de ayudas relacionadas con la los suministros de luz, gas, agua y alquileres.
Para realizar estas aportaciones, en ocasiones, las Cáritas parroquiales realizan campañas extraordinarias, como las del pasado mes de diciembre.
Aunque estos días son de especial atención, Cáritas Diocesana de Valencia desarrolla, a lo largo de todo el año un Programa de Acompañamiento a Personas sin Hogar que forma parte de la red de recursos asistenciales de Valencia, con un centro socio-ocupacional plazas y viviendas destinadas a personas inmigrantes y refugiadas, y familias con escasos recursos económicos, consiguiendo así que estas personas no tengan que vivir en la calle.