Partiendo de la crisis socio-política por la que el país pasa, los jóvenes han reflexionado sobre las tácticas que deben ser usadas para enfrentar las políticas gubernamentales contrarias a los jóvenes
(Luis Miguel Modino, corresponsal en Brasil).- La fuerza y vitalidad de la juventud es un elemento que marca la evangelización del mundo juvenil. Que éstos sean protagonistas va a hacer que este proceso pueda llegar a buen puerto y se haga presente entre los jóvenes la Buena Noticia de Jesús de Nazaret.
Durante esta semana, están reunidos en Crato, estado de Ceará, los representantes de la Ampliada Nacional de la Pastoral de la Juventud de Brasil, órgano principal de reflexión de esta organización juvenil, tradicionalmente implicada en las luchas sociales y la construcción de un mundo mejor para todos.
A lo largo de estos días, en un ambiente de colegialidad, se han definido los objetivos y caminos que deben ser recorridos en el proceso de evangelización a ser asumido por esta pastoral, especialmente en las galileas que la juventud encuentra en el camino de construcción de la vida. Como señalaba el obispo local, Monseñor Gilberto Pastana, «es el compartir lo que construye la vida, la juventud y la Iglesia».
Partiendo de la crisis socio-política por la que el país pasa, los jóvenes han reflexionado sobre las tácticas que deben ser usadas para enfrentar las políticas gubernamentales contrarias a los jóvenes, víctimas de muchos de los recortes sociales promovidos por el gobierno surgido del golpe de estado parlamentario.
Las redes sociales, tan presentes en la vida juvenil y que tantas incomprensiones provocan por parte de algunas personas, pueden ser instrumentos que ayuden en el proceso evangelizador del mundo juvenil. Sirva como muestra la «twitada» que fue organizada en un momento del encuentro, donde los presentes compartieron con sus amigos y compañeros de la Pastoral de la Juventud los diferentes aspectos que estaban siendo vividos en la Ampliada.
Otro de los momentos marcantes a lo largo del Encuentro fue la visita al Huerto del Padre Cícero, alguien que promovió a finales del siglo XIX e inicio del XX una sociedad alternativa, donde los desheredados pudiesen encontrar el camino para una vida mejor. Desde lo alto de la colina donde se encuentra la imagen de quien muchos consideran el santo del Nordeste brasileño, los jóvenes fueron desafiados, en un momento de mística, a llevar para su propia vida y la de aquellos con quienes conviven en el día a día las palabras del Evangelio que han marcado el caminar de estos días: «Id a anunciar a mis hermanos que se dirijan a Galilea. Allí ellos me verán» (Mt 28,10b).
Los jóvenes han sido desafiados a recordar la importancia de la organización como elemento central de la Pastoral de la Juventud y a descubrir la misión que Jesús llevó a cabo en Galilea como elemento que debe marcar su vida misionera, desde una óptica libertadora, que destaca el papel de la mujer, cuestiona las estructuras y bebe en la fuente del Evangelio para descubrir los caminos de lucha.
Los jóvenes de la Pastoral de la Juventud encuentran en Francisco, con sus gestos y actitudes, una brújula que marca el camino a seguir en la construcción del tipo de sociedad que el mundo actual necesita.
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