En estas páginas se ofrecen las reflexiones que ha desarrollado sobre el rostro misericordioso de Dios, meditando en varios pasajes clave sobre este tema en la Escritura. Para volver a lo esencial. Para regresar a Dios. Para volver a uno mismo
(Paulinas).- Paolo Curtaz tiene fama de ser uno de los autores espirituales contemporáneos más interesantes. Es autor de numerosos libros de espiritualidad, comentarios de las Escrituras, ensayos sobre la fe, artículos para matrimonios y para jóvenes.
En este caso nos ofrece un libro muy oportuno para la preparación de la Cuaresma y la Pascua ya tan cercanas. Es además novedoso, ya que discurre entre el género testimonial desde su propia vida y la de otras personas que se cruzan en su camino y el de la reflexión, en torno al tema de la Misericordia y del Dios Padre de Jesús, que se revela siempre profundamente misericordioso.
El autor parte en estas páginas desde su experiencia personal, en la búsqueda del Dios misericordioso, contándonos cómo el entusiasmo de un joven sacerdote le presentó un rostro de Dios totalmente distinto al que él tenía.
En estas páginas se ofrecen las reflexiones que ha desarrollado sobre el rostro misericordioso de Dios, meditando en varios pasajes clave sobre este tema en la Escritura. Para volver a lo esencial. Para regresar a Dios. Para volver a uno mismo.
En este mundo fragmentado y agresivo, el Dios de Jesús se revela como el único que nos conduce a la felicidad. Y lo hace con un infinito amor de Padre/Madre. Antes que el Creador, el Omnipotente, el Señor de las alturas, como lo llamaban los primeros hebreos atraídos por el misterio de la vida, antes de ser el Dios que hemos aprendido a conocer en dos mil años de cristianismo, antes que ser el Dios de los teólogos, Dios es compasión y misericordia.
Por eso en este libro se habla del pecado, de su acción en nuestra vida, del perdón y del renacer. Del Padre misericordioso de Jesús, de sus entrañas de Madre. De la solidaridad y de las obras de misericordia. Volviendo siempre la mirada a nuestro Dios, que es ternura y gracia, fidelidad y compasión, misericordia y paz.
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