Hoy visito a unos grandes amigos. Entienden muy bien los secretos del Reino, son barca desde la que os hablo a todos y siembro con Jesús
(Infomadrid).- «Dios se empeña en tener rostro humano», al nacer de la Virgen, para salir a nuestro encuentro. Así lo subrayó el cardenal Osoro este miércoles, fiesta de san Joaquín y santa Ana, en la Eucaristía que compartió con los presos de Soto del Real.
El arzobispo los animó a «descubrir la fuerza del Espíritu en su interior» y a «seguir creciendo», sintiendo «importante» a la persona que tienen al lado, en vez de hundirse por el dolor provocado a otros y a sus víctimas.
«»Podemos ser portadores de alegría«, nos decía el arzobispo. Y es verdad: Jesús se sigue encarnando en nosotros, Jesús sigue necesitándonos para seguir llevando esperanza. De alguna manera, aquellos presos terminaban abrazándolo y diciéndole que sentían una libertad con mayúsculas», explica la delegada de Pastoral Penitenciaria de Madrid, María Yela.
En la misma celebración, el cardenal Osoro administró los sacramentos de la iniciación cristiana a un interno, Joseph, y el de la Confirmación a otro, Christian; quien estuvo acompañado por su madrina, Delia, «una de las personas que más le conoce, orienta y apoya», en palabras de Yela. Además, un preso no bautizado todavía agradeció la labor del capellán, su «hermano mayor» Paulino Alonso.
Visita al módulo de aislamiento
Con la Eucaristía terminó una intensa jornada, que el propio arzobispo había adelantado en su cuenta de Twitter a primera hora: «Hoy visito a unos grandes amigos. Entienden muy bien los secretos del Reino, son barca desde la que os hablo a todos y siembro con Jesús».
Junto a Alonso y Yela, además del vicario de Pastoral Social e Innovación, José Luis Segovia, y el vicario de la VIII, padre Ángel Camino, el purpurado recorrió varios módulos -incluso el de aislamiento-, los talleres y las cocinas. Mantuvo entrevistas personales con aquellos internos que lo deseaban y a todos les regaló un dibujo de Cristo tendiendo la mano a unos náufragos.
Tras esta visita, según detalla Segovia, «la Pastoral Penitenciaria se lleva el reto de potenciar su presencia especialmente entre los más vulnerables (aislamiento, drogodependientes…)». «Ayudará a ello la incorporación de nuevos voluntarios dentro y fuera de la prisión, con profesionales que, a título gratuito, contribuirán también a firmar equipos de apoyo extrapenitenciarios», adelanta.