Los avances de Trump en EE.UU. llevan a una reacción en Rusia, y después entran en escena la India, Pakistán, Corea..., en una espiral de mejora de las armas nucleares para persuadir al otro de que no ataque primero. ¿Hasta cuándo vamos a llegar?
(Jesús Bastante/AyO).- «No podemos hablar de desarrollo humano si dejamos al lado la religión, si no dejamos espacio a Dios». El cardenal ghanés Peter Turkson, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, participó este fin de semana en las jornadas de Formación de Manos Unidas. En un breve encuentro con los medios, el purpurado anunció que en España «está todo a punto» para la apertura de corredores humanitarios, a falta del plácet de Rajoy.
«Los corredores humanitarios serían una buena opción para España», destacó Turkson, quien recalcó que San`t Egidio trabaja para «preparar lugares para acoger» a los refugiados sirios, «favoreciendo su integración» en familias y parroquias. «Esto solo lo puede hacer Sant’Egidio con la aprobación de los gobiernos», recalcó el purpurado, quien insistió en que la medida no supondría ningún coste al Gobierno español.
En el encuentro con los medios, Turkson anunció la conferencia sobre desarme nuclear que organizará la Santa Sede el próximo mes de noviembre, para defender «un mundo libre de armas nucleares» frente a la escalada militar de los últimos meses, y el temor a un conflicto entre Estados Unidos y Corea del Norte.
«Los avances de Trump en EE.UU. llevan a una reacción en Rusia, y después entran en escena la India, Pakistán, Corea…, en una espiral de mejora de las armas nucleares para persuadir al otro de que no ataque primero. ¿Hasta cuándo vamos a llegar? ¿No sería mejor eliminar estas armas?«, reclamó el cardenal, quien pidió «reestablecer relaciones de confianza» entre los distintos actores del mundo globalizado.
En relación a los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por Naciones Unidas, Turkson aclaró que «la Iglesia y la ONU hablan de desarrollo, pero no de la misma manera, porque nosotros queremos un desarrollo integral del ser humano, en el que está incluida la espiritualidad». Porque «la única forma en la que podemos contribuir al desarrollo humano es a través de la antropología cristiana», señaló, también a través de instituciones como Manos Unidas, que «no es una ONG como las demás, porque está inspirada por la caridad cristiana».
Este es uno de los objetivos del nuevo dicasterio, un «elefante que hay que poner a funcionar» y coordinar entre los extintos Pontificio Consejo Cor Unum, Pontificio Consejo de Justicia y Paz, el Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantres e Itinerantes y el Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud. Un dicasterio que tiene más personal que Doctrina de la Fe. Y en el que, bromeó, «hay mucha presencia femenina. Os invito a pasar por nuestra oficina y que podáis contar cuántas mujeres hay».
