El cardenal Osoro crea la Comisión Diocesana de Ecología Integral

La Iglesia de Madrid apuesta por «parroquias verdes» que respeten el medio ambiente

La diócesis responde a una petición formulada durante 20 años por Carlos Delgado

La Iglesia de Madrid apuesta por "parroquias verdes" que respeten el medio ambiente
Voluntarios del huerto Hermana Tierra Huerto Hermana Tierra

Generar comunión eclesial entre personas llamadas a este servicio pastoral; promover la formación en la encíclica del Papa Laudato si; promover la aplicación de buenas prácticas ambientales en parroquias y otras instituciones eclesiales

(José Calderero, AlfayOmega).- El cardenal Osoro ha creado la Comisión Diocesana de Ecología Integral, que promoverá buenas prácticas ambientales en las parroquias y diversas iniciativas en el espíritu de la encíclica Laudato si

Es frecuente que quienes han tenido una experiencia cercana a la muerte afirmen que les ha cambiado la vida. La que tuvo Carlos Delgado en su juventud propició su conversión ecológica. Fue «un día que había salido de ruta por la sierra de Madrid».

Al actual vicepresidente de Justicia y Paz Madrid le sorprendió un fuerte viento justo en el momento en el que se encontraba cruzando unas placas de hielo que se habían formado en la ladera de la montaña. «Estuve a punto de matarme», cuenta. Pero no solo sobrevivió, sino que se le cayeron las escamas de los ojos. «Al llegar a la cima, me sobrevino un sentimiento de pequeñez ante la inmensidad, mezclado con el miedo que todavía sentía y un asombro monumental ante lo que estaba contemplando».

Para Delgado, este suceso «fue uno de los hitos por los que nació mi interés por el ecologismo». A su vez, este nuevo modo de mirar al medio ambiente le llevó durante 20 años a pedir al Arzobispado de Madrid que creara una «comisión o delegación de ecología», petición por fin atendida hace algunos días.

 

 

«Durante la Jornada Mundial por el Cuidado de la Creación», que se celebró en Madrid el 2 de septiembre, «me acerqué al cardenal Osoro y le dije que creía que este era el momento idóneo para crear una comisión diocesana de ecología integral. «Pues no me parece mal. Dile a Josito [Segovia, vicario de Pastoral Social e Innovación] que venga y lo vemos ahora mismo», contestó el arzobispo».

La conversación tuvo lugar en la Casa de Campo y la aprobación definitiva llegó el 27 de septiembre durante el consejo episcopal de aquel día. Una semana después -el 6 de octubre-, se celebró una primera reunión orientativa en la que participaron representantes de Justicia y Paz, Manos Unidas, JyP Interfranciscana, Movimiento Scouts Católicos, Cristianismo y Ecología, Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, Instituto Laudato si de Granada y un funcionario del Ministerio de Agricultura interesado en conocer las iniciativas de la Iglesia en este campo.

Aquel encuentro fue «el primer paso de la nueva comisión» y «sirvió para ir acercando posturas y comenzar a perfilar las funciones», asegura Delgado, que fue nombrado coordinador de la comisión. De esta forma, se habló de «generar comunión eclesial entre personas llamadas a este servicio pastoral; promover la formación en la encíclica del Papa Laudato si; promover la aplicación de buenas prácticas ambientales en parroquias y otras instituciones eclesiales; promover el diálogo con otras realidades, y promover oraciones por la creación». Para mediados de noviembre está prevista una segunda reunión en la que se concretarán las tareas que acometerá el nuevo ente.

 

 

Ecología y trabajo digno

Al igual que Carlos Delgado, Joseph (nombre ficticio para preservar su identidad) también tuvo una experiencia cercana a la muerte. Este maliense tuvo que huir de su pueblo natal cuando los paramilitares entraron disparando contra todo y contra todos.

Logró sobrevivir, como sus padres y sus hermanos, pero lo hicieron cada uno por separado. Joseph pasó tres años sin saber absolutamente nada de su familia. En su huida puso rumbo a España, adonde llegó después de un año y medio de trayecto y de saltar la valla que separa nuestro país de Marruecos. Pidió el asilo político, pero se lo denegaron. Sin embargo, pudo conseguir el ansiado permiso de residencia y trabajo gracias a los capuchinos del convento de El Pardo y su huerto ecológico, un proyecto que «representa parte de lo que queremos conseguir», asegura el coordinador de la Comisión de Ecología Integral.

«En el Huerto Hermana Tierra cultivamos productos de forma ecológica, que posteriormente comercializamos y que nos permiten ofrecer un trabajo digno y estable a algunas personas inmigrantes», explica Inmaculada Martín, trabajadora social y coordinadora del proyecto. Actualmente, dan trabajo a tiempo completo a Joseph y a otros dos inmigrantes.

«Desde el convento se llevaba bastantes años trabajando en la acogida de inmigrantes». Posteriormente, «al proyecto se unió el espíritu de la encíclica Laudato si, tan presente en el espíritu capuchino, y decidimos montar el huerto ecológico con el que pasamos de solo acoger a los inmigrantes a dotarles de una formación y de un medio de vida, y, además, lo hacíamos trabajando la tierra de forma respetuosa», añade Martín.

Experiencias como estas son las que quiere potenciar la nueva Comisión Diocesana de Ecología Integral. El primer paso es hacer inventario, a través del buzón [email protected].

 

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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