Medina: La Iglesia realiza actividades que repercuten en la sociedades. Y es un trabajo que la sociedad sostiene porque considera que, más tarde, el bien que repercute socialmente es incluso mayor
La construcción de nuevos templos eleva el gasto de la Iglesia de Valladolid hasta los 13.118.288 euros en 2016, lo que supone alrededor de un 6,5 por ciento más que en el ejercicio de 2015, cuando fue de unos 12.244.000 euros, según ha explicado el ecónomo de la Archidiócesis de Valladolid, José María Conde, para quien tanto los gastos como los ingresos se han mantenido «en línea».
En lo que respecta a los ingresos, el arzobispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, ha señalado que el grueso del total de 11.955.206 euros procede de las aportaciones de los fieles (4.950.712 euros); seguido de la asignación tributaria (3.182.121 euros); otros ingresos corrientes y subvenciones (2.001.648), y por último, ingresos de patrimonio y otras actividades como alquileres o ingresos financieros (1.820.723 euros).
Aunque los ingresos extraordinarios han supuesto una cifra de 12.071.391 euros, Argüello ha señalado que la Iglesia ha aportado 1.046.896 euros de sus propios fondos, puesto que ha habido una necesidad de financiación extraordinaria derivada de gastos que no se habían incluido inicialmente en el presupuesto.
La mayor partida del gasto, 5.615.422 euros, se ha invertido en la conservación de edificios y gastos de funcionamiento, seguida de la retribución del clero (3.016.135 euros), las acciones pastorales y asistenciales (2.524.326 euros), las aportaciones a los centros de formación (572.609 euros), y la retribución del personal seglar (462.885 euros).
Por otro lado, los gastos extraordinarios han ascendido a 926.908 euros destinados a la construcción de nuevos templos (756.244) y a programas de rehabilitación (170.663). En este sentido, Argüello ha recordado la creación del nuevo centro parroquial del municipio vallisoletano de Zaratán o el del barrio de La Flecha, en Arroyo de la Encomienda (Valladolid), cuya inversión total podría ascender hasta los 2,5 millones.
Diálogo con las instituciones
Argüello también ha hecho una llamada general al diálogo con las instituciones para realizar convenios de uso de aquellos templos que han cerrado sus puertas, como es el caso de los monasterios de Santa Catalina y San Quirce en la capital vallisoletana.
Esta es la «única» solución posible a juicio del arzobispo auxiliar, quien ha destacado la «dificultad» de la venta de este tipo de espacios. Por ello, ha solicitado un diálogo a diversas bandas y niveles -Junta, Diputación y Ayuntamiento- con el objetivo de destinar estos edificios al «mejor fin».
El establecimiento de estos convenios sería un «alivio», ha indicado Argüello, pues ha reconocido que es una «preocupación» no dar uso a lo que se tiene. Además se suma el problema del «deterioro» que sufren los edificios deshabitados, ha agregado.
Por su parte, la Diócesis de Málaga, que ha presentado este jueves sus cuentas, ha obtenido unos ingresos durante el año 2016 de 20.090.965,90 euros, lo que supone un incremento de 1.249.263 euros con respecto al año anterior, según ha indicado el ecónomo de la Diócesis, Guillermo Tejero.
Dichos ingresos proceden en su mayoría por aportaciones de ciudadanos, ya que tanto los ingresos a través de parroquias; los que aportan directamente los fieles; y aquellos que proceden del Impuesto Sobre las Personas Físicas (IRPF) –a través de marcar la X en la declaración de la renta–, suman el 73,72 por ciento del dinero recaudado.
Con los ingresos directos de los fieles, que son el resultado de las colectas y servicios religiosos como misas, bautismos, confirmaciones o matrimonios, entre otros, se han recaudado 8.809.121,21 euros. Por su parte, la asignación tributaria ha generado unos ingresos de 3.329.280,93 euros.
Mientras que aquellos que recogidos a través de las parroquias y que se refieren a ‘donativos finalizados’ lo que, según Tejero, son el «dinero que una persona entrega para un tema concreto, como la reparación del tejado de una iglesia», han supuesto 2.671.895,40 euros.
En este sentido, la portavoz, Ana María Medina, ha destacado que aunque «todavía se mantiene en algunas mentalidades la idea de que la Iglesia es sostenida por el Estado», la realidad es que los ingresos proceden en su mayor parte de los fieles o ciudadanos que voluntariamente quieren contribuir a esta labor. La iglesia la sostenemos entre todos», ha apuntado.
Así, han explicado que las cuotas fijas de los fieles permiten a la Diócesis «hacer planes a medio y largo plazo y mantener vivas muchas de las actividades que sostenemos». Pero han agradecido a todas las personas que aportan «aunque sea cinco céntimos en el cepillo de la iglesia».
Gastos
En cuanto a qué se destina el dinero recaudado, han explicado que el mayor porcentaje corresponde a las acciones pastorales y caritativas, que cuentan con el 31,59 por ciento (6.345.980,80 euros). Esta cifra va seguida por los sueldos a sacerdotes y seglares –que incluyen nóminas, seguridad social y otros gastos sociales– que representan el 31,54 por ciento de los gastos totales y suponen un gasto de 3.349.405,21 euros en el caso de los seglares y 2.988.089,94 euros para el clero.
El resto de los ingresos que ha tenido la Diócesis de Málaga durante el pasado 2016, proceden en un 12,45 por ciento de los ingresos de patrimonio y otras actividades. Estas, según ha explicado Guillermo Tejero, son aquellas que reciben pero en las que únicamente hacen de «puente», como las colectas para Manos Unidas. «Nosotros recaudamos el dinero pero se destina íntegramente a esa realidad», ha dicho.
El 13,83 por ciento restante –2.779.262,06 euros– provienen de otros ingresos como podrían ser, según ha asegurado Tejero, el turismo religioso que la Diócesis de Málaga atrae con los «71 bienes de Interés Cultural» de los que disponen. Por otra parte, además de los gastos en acciones pastorales, caritativas y sueldos, un 11,37 por ciento ha sido destinado a obras y conservación de inmuebles.
Más de 2.200.000 euros han ido destinados para este apartado en el que se incluyen algunas obras destacadas como la parroquia de Santiago –que aunque se ha inaugurado en 2017, la mayor parte del gasto se realizó en 2016– o la parroquia de San Pablo, en el barrio de la Trinidad.
También engloba la restauración de la fachada y la torre de la parroquia de la Santísima Trinidad; la parroquia de Santo Domingo; y la restauración íntegra de la parroquia de Canillas de Aceituno –aunque el grueso de la inversión se ha hecho en 2017–.
Así se ha invertido en otras como la iglesia de la Victoria, en Archidona; la iglesia de Mollina; y la rehabilitación de la iglesia de Yunquera. Al margen de estas, se han realizado también según el ecónomo de la Diócesis obras menores de mantenimiento y conservación en 70 parroquias e instituciones.
Además, ha dicho Tejero, «este año estamos realizando obras» en Periana, Campillos, San Agustín de Melilla, Humilladero, San Juan Bautista de Vélez, el Calvario de Marbella, en Coín, Parauta, Nuestra Señora de la Paz de Ronda, Nuestra Señora del Socorro en Casabermeja, San Miguel de Torremolinos y San Miguel de Málaga.
Catedral
En cuanto a las obras de la Catedral de Málaga, el también sacerdote diocesano ha explicado que actualmente se está haciendo revisión de las cornisas y otros elementos. «Las instituciones públicas y la Catedral están en un periodo de diálogo» a raíz del plan director, para encontrar la mejor manera para «sacar hacia adelante» una «mejor» conservación y mantenimiento del «principal templo de nuestra diócesis».
Aunque el plan director recoge la terminación de la Catedral, Tejero ha apuntado que se debe a que dicho plan busca la «coherencia, y la coherencia sería una Catedral acabada». Eso es lo que se busca, según Tejero, «darle una coherencia a todas las intervenciones de mantenimiento o de ampliación o lo que se vaya a hacer en la catedral».
«Yo no puedo decir que se vaya a terminar la Catedral», ha recalcado explicando que «no creo que sea una de las prioridades». Por otra parte, ha dicho que «lo que sí es una prioridad es solucionar uno de los problemas que tiene nuestra Catedral de Málaga, las goteras. Eso sí es una prioridad«.
Así, ha especificado que «tendrán que ser los técnicos, los profesionales y las instituciones políticas con la Diócesis quienes vean cuál es la mejor manera para solucionar las goteras».
Actividades
Desde la Diócesis de Málaga han apuntado que en 2016 se han realizado 6.330 bautismos, 5.946 comuniones, 7.595 confirmaciones y 1.493 matrimonios. Así, ha habido 25.861 personas atendidas en Cáritas, 253 atendidas en centros sociosanitarios, 8.340 atendidas en Hermandades y Cofradías, así como 10.755 personas atendidas en centros hospitalarios y penitenciarios.
La Diócesis cuenta, a fecha del pasado año, con 317 sacerdotes, 14 diáconos permanentes, 927 religiosos y religiosas, 170 misioneros, 5.600 catequistas y 16 capellanes en hospitales. Además, en cuanto a voluntarios, hay 1.245 de Cáritas, 138 de Manos Unidas, 3.817 en parroquias, 56 en centros penitenciarios y 900 en la Pastoral de la Salud.
Con motivo del Día de la Iglesia Diocesana, que se celebra este domingo, la Diócesis de Málaga ha querido realizar este ejercicio que Tejero ha calificado de «honestidad y transparencia que hacemos anualmente. Bajo el lema ‘Somos una gran familia contigo’, que utilizarán el 12 de noviembre, «queremos, además de rendir cuentas sobre para qué va destinado el dinero, agradecer la entrega de tantas personas», ha explicado Medina.
La Iglesia, ha apostillado Medina, realiza actividades que repercuten en la sociedad «ya sean de ámbito social, de bienes culturales, en el ámbito patrimonial, en el de asistencia religiosa o espiritual en hospitales o cárceles». Por ello, ha continuado la portavoz, «es un trabajo que la sociedad sostiene porque considera que, más tarde, el bien que repercute socialmente es incluso mayor».
RD/EP
