"Hombre determinante" de la Iglesia

El legado del cardenal Tarancón

"Ya es hora de que su archivo esté a disposición de los historiadores en un museo"

El legado del cardenal Tarancón
El cardenal Tarancón Agencias

El archivo nos ayuda a comprender mejor el proceso que vivió la Iglesia postconciliar y también el papel fundamental que Tarancón tuvo durante la Transición española de la dictadura a la democracia

(Josep Miquel Bausset).- Cuando se han cumplido los 110 años del nacimiento del cardenal Tarancón, y en vísperas de conmemorar el 25 aniversario de su muerte, que se celebrará el 2019, hace falta insistir, una vez más, en la necesidad de dignificar el legado del cardenal en un museo dedicado a su memoria.

Estos días en la iglesia de San Antón de Madrid, y gracias a la tenacidad del P. Ángel García, se está programando una serie de actos en memoria del cardenal de la Transición. Creo que ya es hora de que el archivo de Tarancón esté a disposición de los historiadores en un museo, tal y como estos importantes documentos se merecen.

Fue el 2 de marzo de 2010 cuando llegaba a Montserrat (gracias a la amabilidad de Juanjo Enrique-Tarancón, sobrino del cardenal) una primera parte del archivo del cardenal Tarancón, concretamente cinco grandes archivadores con 397 carpetas, con el objetivo de digitalizar en nuestro monasterio los documentos de este legado tan importante.

Y dos años después, concretamente el 29 de mayo de 2012, esta primera parte del archivo, ya digitalizado, volvía a Borriana. Un día antes, el 28 de mayo, Juanjo Enrique-Tarancon, acompañado del amigo Jordi Bort y de Enrique Safont, concejal de cultura de Borriana traían a Montserrat la segunda remesa de los documentos originales del archivo del cardenal Tarancon, que también fueron digitalizados y devueltos a la ciudad natal del cardenal de la Transición.

Estos documentos originales (algunos de ellos manuscritos) traídos a Montserrat, e insisto devueltos a Borriana, forman parte del importante legado del cardenal, que, con gran estima conservaba su sobrino, Juanjo Enrique-Tarancón, y que ahora está depositado en la parroquia de María Auxiliadora de la capital de la Plana Baixa.

Fue precisamente Juanjo Enrique-Tarancón quien generosamente confió a Montserrat la digitalización de los documentos, así como también su estudio y posterior difusión.

Del estudio de este archivo se ve enseguida la gran importancia de estos documentos del cardenal, algunos de ellos manuscritos. Todo el archivo tiene una gran relevancia histórica, hasta el punto que nos ayuda a comprender mejor el proceso que vivió la Iglesia postconciliar y también el papel fundamental que Tarancón tuvo durante la Transición española de la dictadura a la democracia.

Los cerca de 4000 documentos digitalizados, que ahora están depositados en la parroquia de María Auxiliadora de Borriana, juntamente con otros materiales, han de ser objeto de estudio e investigación por parte de los historiadores, una vez estén catalogados.

El archivo del cardenal Tarancón había de haber ido al edificio del Museo Tarancón, inaugurado hace ya demasiados años en Borriana. A pesar de la generosidad y la buena predisposición del Ayuntamiento por acoger este archivo y también de Juanjo Enrique-Tarancón a ceder al museo todos los documentos del cardenal, así como los ornamentos litúrgicos y otros objetos personales de Tarancón, finalmente el archivo se encuentra en la parroquia de María Auxiliadora de Borriana, donde los salesianos lo han acogido llenos de alegría.

Siempre que he hablado con Juanjo Enrique-Tarancón, el sobrino del cardenal me ha manifestado su deseo de que el legado del cardenal Tarancón se quede en Borriana. Y finalmente así es, gracias como digo a la generosidad del sobrino del cardenal y a la disponibilidad de los salesianos de esta ciudad.

Aún así, creo que tanto el ayuntamiento de Borriana como la Conselleria de Educación de la Generalitat del País Valenciano, como también la Diputación de Castelló, habrían de ponerse manos a la obra para que el legado del cardenal esté en el museo Tarancón.

Estoy seguro que tanto la diócesis de Madrid como las de Toledo, Oviedo y Solsona estarían encantadas de poder albergar y ser sede del legado del cardenal Tarancón.

El archivo del cardenal de la Transición merece una sede para que los investigadores puedan estudiar una parte de nuestra historia, tan decisiva para entender el papel de la Iglesia durante la etapa de Tarancón al frente de las diócesis de Solsona, Oviedo, Toledo y Madrid y como presidente de la Conferencia Episcopal Española.

De los numerosos documentos que conforman el archivo del cardenal Tarancón, hay desde ejercicios espirituales que él daba, a pregones de Semana Santa, la conferencia en el Club Siglo XXI, del año 1978, cartas pastorales y otras conferencias. También hace falta destacar las notas (con su letra tan característica) que Tarancón tomaba durante las sesiones del Concilio Vaticano II.

El archivo contiene también los resumes que hacía el cardenal Tarancón de las entrevistas con el papa Pablo VI, Carrero Blanco, el príncipe Juan Carlos o Abril Martorell, entre otros personajes decisivos en aquella época. En el legado Tarancón tiene una gran importancia histórica la correspondencia de Tarancón con Franco, Arias Navarro o el nuncio Luigi Dadaglio.

El cardenal de Borriana fue un hombre determinante en la renovación de la Iglesia española y, concretamente, en la aplicación del Vaticano II en un Estado basado en el nacionalcatolicismo. Por eso la catalogación y el estudio del archivo del cardenal Tarancón es un deber de justicia a la memoria del cardenal de la Transición y del Concilio. Vuelvo a insistir en la responsabilidad del ayuntamiento de Borriana, la Conselleria de Cultura y la Diputación de Castelló para encontrar un espacio que acoja el legado del cardenal y de esta manera pueda estar a disposición de los investigadores.

No podemos permitir que el archivo Tarancón no tenga, todavía, un museo en condiciones que dignifique el legado del cardenal. Sé que los salesianos de la parroquia de María Auxiliadora de Borriana custodian con el máximo cariño el legado que el sobrino del cardenal (cansado de esperar un museo que nunca llegaba) les confió. Pero pienso que un archivo tan importante ha de estar a disposición de los historiadores para que pueda ser consultado.

Ojala muy pronto este archivo esté en un museo, tal y como se merece el legado de Tarancón. Se lo debemos a la memoria del cardenal como un acto de homenaje a Vicent Enrique Tarancón. Por otra parte, creo que sería importante crear la Fundación cardenal Tarancón, a partir de las diversas administraciones del País Valenciano y de la familia del cardenal, una Fundación que acoja y gestione el museo y promueva la difusión y publicación de los diversos documentos del legado del cardenal Tarancón.

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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