La Fundación Buen Samaritano, con las personas con enfermedades mentales

Antonio Naranjo: «El retorno que recibimos es su gratitud y la mejor de sus sonrisas»

"En estos 14 años de andadura, se han atendido a cerca de 800 personas, sin contar a sus familiares"

Antonio Naranjo: "El retorno que recibimos es su gratitud y la mejor de sus sonrisas"
Antonio Naranjo, gerente de la Fundación Buen Samaritano L. Yanguas/Delegación Episcopal Fundaciones

Se cuenta con una plantilla de 50 trabajadores para la gestión de cuatro recursos diurnos en tres sedes, lo que supone estar atendiendo a unas 220 personas mensualmente y cerca de 300 al año

(Elizabeth Ortega, Delegación Episcopal de Fundaciones).- Desde que el 1 de noviembre de 2003 empezara a funcionar el Concierto con la Administración Pública del Centro de Rehabilitación Psicosocial y el Centro de Día de Carabanchel, gestionados por la Fundación El Buen Samaritano, miles de personas han convertido las dificultades generadas por una enfermedad mental en un motor de transformación y mejora.

De ahí que en el 14 aniversario de la apertura de estos centros, 150 personas entre familiares, antiguos usuarios y actuales, así como los profesionales con los que comparten el día a día, y los responsables de los distintos recursos comunitarios con los que se han establecido vínculos de colaboración, vivieran una jornada festiva, que se convirtió en un canto a la diversidad de competencias y habilidades que pasan inexorablemente por la escucha activa y el conocimiento del otro.

Con motivo de esta efemérides, celebrada con una Jornada de Puertas Abiertas, conversamos con Antonio Naranjo, Gerente de esta fundación que le permite «aplicar los conocimientos y destrezas adquiridas a lo largo de los años para mejorar la calidad de vida de las personas con las que trabajamos y a las que situamos en el centro de nuestro plan de acción. Y el retorno que recibimos es su gratitud y la mejor de sus sonrisas. Y ésa es nuestra mayor recompensa».

De perfil esbelto, sonrisa introspectiva y manos dispuestas, Antonio Naranjo, encajaría formalmente en el imaginario colectivo de hombre de números que rompe los esquemas cuando consigues traspasar el marcado espacio vital que necesita para desenvolverse profesionalmente, y entablas una conversación fluida en la que descubres a la persona.

Esa que hace del balance de cuentas, no un fin en sí mismo, sino la herramienta necesaria para conseguir la sostenibilidad de proyectos y servicios, que tienen en el epicentro el bienestar integral de las personas.

Casado, padre de una hija de 15 años, del Real Madrid, y galán de humor fino, dejó la banca en la que estuvo trabajando desde que se licenció en CC. Económicas y Empresariales, para dedicarse profesionalmente desde hace 5 años a poner sus conocimientos al servicio de diferentes fundaciones en las que el Arzobispado tiene presencia. Con El Buen Samaritano empezó a colaborar en el 2014, y actualmente es su Gerente.

¿Qué es la Fundación El Buen Samaritano?

Es una entidad sin ánimo de lucro que desde 1998 trabaja por la recuperación y la integración social, familiar y laboral de las personas con enfermedad mental grave y duradera, al amparo de la Archidiócesis de Madrid.

Su andadura comenzó a mediados de los años noventa, gracias al interés de un grupo de religiosos adscritos a la Vicaria VI, con el objetivo de cubrir las carencias asistenciales de las personas con enfermedad mental del Distrito de Carabanchel.

Se creó un grupo de trabajo con profesionales del Servicio de Salud Mental de Carabanchel, el Coordinador de Pastoral de la Salud de la Vicaria VI y varios voluntarios. Fruto de este trabajo inicial, en 1997 se comenzó a atender, por voluntarios, a un grupo de 15 personas en el espacio cedido en la Parroquia «Nuestra Señora del Sagrario». Con el objeto de tener entidad jurídica, se constituye como Fundación (al amparo de la Archidiócesis de Madrid) el 11 de noviembre de 1998.

¿El año que viene estaremos de celebración redonda?

Sí, se cumplirán 20 años y ya estamos pensando en cómo conmemorar estas dos décadas de trayectoria, que contó con otro hito importante: la cesión en noviembre del año 2000 de un espacio que se convirtió desde ese momento en la sede de la Fundación, situada en la C/. Matilde Hernández, 97-99. Realizadas las mejoras estructurales necesarias, a partir del 2002 se pudo ampliar a 30 el número de personas atendidas.

¿Con qué recursos cuenta la Fundación para desarrollar su labor?

La Fundación cuenta con cuatro centros ubicados en la zona sur de Madrid (distrito de Carabanchel y Villaverde). Cada centro está especializado en cubrir las necesidades de las personas que atendemos en función de la etapa de su recuperación e integración en la que se encuentran, donde equipos profesionales especializados en el tipo de recuperación necesaria en cada momento, ya sea social, familiar o laboral, da una asistencia personalizada y adaptada a sus necesidades.

Remontándonos de nuevo a la historia, en noviembre de 2003 la Fundación concierta con la actual Consejería de Familia y Asuntos Sociales tres recursos de atención diurna:

Centro de Rehabilitación Psicosocial Carabanchel que persigue el fomento de la mayor autonomía de la personas en su vida cotidiana. Y atendemos a unas 65 personas al mes.

Centro de Rehabilitación Laboral Carabanchel, con 50 plazas mensuales en las que se busca el acceso y mantenimiento de la persona atendida, en el mercado laboral.

Centro de Día Carabanchel con 30 plazas mensuales en las que se brinda apoyo y soporte social que facilite la estructuración de la vida cotidiana.

Efemérides que acabamos de recordar con una jornada de puertas abiertas que ha convocado a más de 150 personas entre familiares, antiguos usuarios y actuales, así como los profesionales con los que comparten el día a día, y los responsables de los distintos recursos comunitarios con los que se han establecido vínculos de colaboración.

Nos tenemos que remontar a diciembre de 2006, para que incorporemos un nuevo concierto con la Administración Pública: El Centro de Rehabilitación Laboral «Villaverde» con una capacidad de 55 plazas por mes.

A corto plazo se contempla el concierto de otros cuatro nuevos recursos, en otras dos sedes más: Centro de Rehabilitación Psicosocial «Usera» y Centro de Rehabilitación Laboral «Arganzuela». A lo que habría que sumar 2 Equipos de Apoyo Social Comunitario: atención de las personas en su domicilio y apoyo al acceso a los servicios de atención sanitarios y psicosociales. Pero eso se tendrá que andar.

¿El capital humano de los centros es el mayor valor intangible con el que cuenta la Fundación?

Sin duda alguna. Actualmente, se cuenta con una plantilla de 50 trabajadores para la gestión de cuatro recursos diurnos en tres sedes, lo que supone estar atendiendo a unas 220 personas mensualmente y cerca de 300 al año. En estos más de 14 años de andadura, se han atendido a cerca de 800 personas con enfermedad mental, sin contar a sus familiares.

La diferencia en la gestión de los recursos lo marcan las personas. Todos sabemos que en nuestras manos está mejor la calidad de vida de las personas que atendemos y eso no se encierra en un trabajo acotado por un horario. Es una forma de vivir y entender el trabajo como aportación a un mundo mejor desde el área que te competa. Y el retorno que recibimos es su gratitud y la mejor de sus sonrisas. Y ésa es nuestra mayor recompensa.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

Lo más leído