Vinculada especialmente a los sintecho, desde esta institución vaticana se han instalado duchas, barbería y otros servicios para las personas sin hogar en la plaza de San Pedro
(J. B./Agencias).- Ya lo hizo en 2016, y ahora lo repite. El Papa Francisco, a través de la Limosnería vaticana, ha invitado este jueves a 2.100 personas sin hogar, presos y refugiados atendidos por Cáritas y la Comunidad de Sant Egidio… al Circo.
En esta ocasión, se trata del Circo Medrano, en una iniciativa denominada ‘Circo Solidaridad por los Pobres’, tramitada por la Limosnería que dirige el polaco Konrad Krajewski, y que se encarga de realizar las obras de caridad del Papa.
Junto a la carpa del circo, la Santa Sede habilitará un servicio médico móvil que permitirá, a quien lo desee, someterse a un reconocimiento médico gratuito, y después disfrutarán de una cena. En enero de 2016, Bergoglio ya invitó a más de dos mil personas necesitadas al Rony Roller Circus.
Desde su llegada al Papado, Francisco apostó por reforzar el trabajo de la Limosnería, a la que cedió todos los fondos de los regalos que recibe el Pontífice. Vinculada especialmente a los sintecho, desde esta institución vaticana se han instalado duchas, barbería y otros servicios para las personas sin hogar en la plaza de San Pedro.
A su vez, Krajewski, en nombre del Papa, reparte constantemente comida entre los más necesitados de Roma, y organiza conciertos o visitas a los Museos Vaticanos o la Capilla Sixtina.
Desde hace unos años, además, al trabajo con los más pobres se ha sumado la preocupación papal por los presos y por migrantes y refugiados. El Pontífice argentino ha manifestado siempre su aprecio por el circo al asegurar que «enseña que las personas que realizan espectáculos crean belleza, son creadores de belleza y esto hace bien al alma».