"Femenina en el voluntariado, las trabajadoras, las usuarias..."

Maite Sebal, nueva directora de Cáritas Vitoria: «Cáritas es femenina»

"Al final quien da la cara en las familias para solicitar apoyo siempre es la mujer"

Maite Sebal, nueva directora de Cáritas Vitoria: "Cáritas es femenina"
Maite Sebal El Correo

Es importante que se vea que en la Iglesia no estamos todo el día cantando aleluyas, sino haciendo cosas importantes, cosas por y para los demás

(Txenti García).- Maite Sebal Arrien es la primera mujer que asume la dirección de la Cáritas Diocesana de Vitoria. Se da la circunstancia de que recientemente también ha asumido la secretaría nacional de Cáritas una mujer por primera vez. Para Maite esto es un signo de que algo está cambiando en la Iglesia, «o al menos en Cáritas. ¡Ya era hora! Porque Cáritas siempre ha sido femenina».

El pasado 21 de diciembre se hacía público su nombramiento por parte del obispo de la Diócesis, Juan Carlos Elizalde, quien participa de este mismo sentir. Maite toma el relevo a Santos Gil, quien ha ocupado el cargo durante los últimos seis años.

Natural de Bergara (Guipúzcoa), casada, tiene dos hijas y profesionalmente es licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Comercial de Deusto. Actualmente trabaja en una empresa familiar en Vitoria-Gasteiz pero a lo largo de su vida ha residido en lugares como Madrid, Barcelona o Montreal (Canadá). Inició su relación con Cáritas como voluntaria en el 2014, concretamente en programas de animación de la zona Oeste.

¿Cómo llega Maite Sebal a ser voluntaria en Cáritas Vitoria?

La primera vez que pisé estos despachos fue para decir «quiero hacer algo, apúntame». Se dieron varias circunstancias que propiciaron que mi destino fuese la Cáritas de mi propio barrio. Y allí empecé ayudando primero en tareas administrativas a la Asistente Social y a la Consejera, y enseguida me implicaron en un proyecto de animación de mayores y, lo que no pensé jamás en la vida que podría acabar haciendo, como preparar teatros y hacer de animadora de estos grupos. El caso es que aquello me terminó de enganchar a Cáritas.

Y ¿por qué?

Porque siempre he sido consciente de que había tenido todo en la vida y que en algún momento tenía que dar yo algo de mi vida a los demás.

Y ¿por qué en Cáritas?

Como no tenía muy claro qué podía hacer yo, el amplio espectro de cosas que Cáritas hace, y que conocía, me invitaba más a poner mi disponibilidad en manos de Cáritas.

Ha anunciado que como nueva en la plaza lo primero va a dejarse llevar por quienes ya vienen desde hace años coordinando esta labor de la Diócesis. ¿Pero tendrá una idea personal de lo que, para usted, ha de ser una Cáritas Diocesana?

Lo que hace Cáritas me gusta y me parece bien. Todo lo relacionado con la reinserción, el empleo, me parece una labor capital. Es la forma correcta de ayudar a la gente a que se valga por sí misma.

La Cáritas tal y como yo la conozco me entusiasma. Los proyectos que han puesto en marcha Santos y Ramón, van a continuar. Seguramente surgirán nuevos proyectos y habrá que ponerlos en marcha. Pero ya vendrán. Pasito a pasito.

De la Iglesia se dice que se sustenta sobre tres dimensiones: la catequética, la celebrativa y la caritativa. Esta última en su versión Cáritas o misioneros es la que mejor prensa tiene socialmente. ¿Que tendríamos que hacer en la Iglesia para que lo doctrinal y lo celebrativo tenga una mejor acogida?

En la Iglesia en general y en el voluntariado de Cáritas en particular hay una deficiencia de jóvenes. Pero por otro lado he sido testigo de cómo jóvenes que han venido con sus centros escolares a participar en las dinámicas que tenemos con personas mayores, algunos se han quedado enganchados, e incluso alguno, algún año más tarde se ha apuntado, ya de adulto, como voluntario.

Esto lo que demuestra es que es posible ilusionar desde la Iglesia en lo que hacemos, pero hay que cuidar los modos. Hay que llegar a las personas, y para ello es importante que se sientan implicados y que sientan que están compartiendo vida con otros. Es importante que se vea que en la Iglesia no estamos todo el día cantando aleluyas, sino haciendo cosas importantes, cosas por y para los demás.

Sabe que es la primera mujer al frente de Cáritas en Vitoria. Es un hito, un «¡ya era hora!», un signo de cambios en la Iglesia…

Es un ¡ya era hora! Y un «algo está cambiando». En Madrid hay una Secretaria General, también por primera vez. Al menos en la Iglesia con respecto a Cáritas eso es evidente. Se está reconociendo con ello que el mundo de Cáritas es femenino.

Femenino en el voluntariado, en las trabajadoras, y en las usuarias también, porque al final quien da la cara en las familias para solicitar el apoyo de Cáritas siempre es la mujer.

Desde el año 2006 la dimensión caritativa de la Diócesis de Vitoria tenía dos referentes fundamentales, Cáritas y Berakah. ¿Cómo valora la labor que se hace desde cada una de ellas?

Somos dos entidades con un sistema de trabajo diferente.La verdad es que tampoco conozco muy a fondo Berakah. Tanto en Cáritas como en Berakah nos ocupamos de las necesidades del prójimo. Desde modelos diferentes atendemos necesidades diferentes y ambos son encomiables, y son un proyecto de Iglesia.

Las líneas maestras del trabajo para el presente curso ya fueron marcadas en la última Asamblea General. ¿Cuáles son los retos más inmediatos para Cáritas?

Todo el tema de la agencia de colocación, de los procesos de formación a través de talleres. Se ha creado una línea de trabajo que está posibilitando la integración laboral de mucha gente ya.

El número de familias que acuden a Cáritas se ha estabilizado en los dos últimos años. Esto nos da un dato de estancamiento de la pobreza por un lado. Pero nos da el dato también de que hay un sector de población necesitada que no está pudiendo entrar en nuestros programas de formación, y que tampoco las instituciones están dándoles una respuesta a su situación.

Por lo tanto nos espera un futuro en el que tenemos que ponernos a trabajar, ser creativos y ver cómo hemos de llegar pues a los parados de larga duración, o a los jóvenes con problemas de integración social, aunque en este campo estamos trabajando ya en el proyecto HAZIA 23 con Egibide, la Fundación ADSIS, el Ayuntamiento y la Fundación Vital. Esta iniciativa de inserción laboral para menores de 23 años me parece importantísima.

Usted empezó como voluntaria en Cáritas y ahora pasa a tomar el timón. Podemos decir que: «Queda una plaza libre en el voluntariado», invite a cubrirla.

Cada persona puede tener sus razones para acercarse a Cáritas, pero una vez que estas dentro te comprometes y te enganchas. Vivir esto te enriquece. El lema de nuestra campaña me parece perfecto: «Tu compromiso mejora el mundo». Y es cierto. La bondad se contagia, y eso cambia tu entorno.

Algo que me comentó la Directora de Cáritas antes de empezar la entrevista fue que ella tenía como referente a su madre y a las mujeres como su madre, o su abuela, de aquellas generaciones que daban su tiempo a los demás desde la Iglesia o para la Iglesia directamente haciéndose cargo de lavar y planchar los ornamentos para la liturgia, recoger flores para el altar, dar catequesis, o asistir a los pobres en las necesidades que el señor cura de entonces les decía.

Eran conscientes de que jugaban un papel en la Iglesia y no buscaban otro, ni se lo planteaban siquiera muchas de ellas. Eran hijas de su tiempo. Como Maite lo es del suyo, de una generación post conciliar que empezó a rezar en su lengua materna, que fue creciendo en formación teológica y eclesiástica, y que descubrió que no solo el cura o la monja eran capaces de tener ideas para cambiar el mundo. Una generación que ha ido planteando el cumplimiento efectivo de esa máxima de que la Iglesia somos todos.

La Iglesia siempre avanza a pasos muy lentos, pero firmes. Y quizá, en el tema del papel de la mujer en la Iglesia, antes de alcanzar reivindicaciones que exijan una transformación radical, justa y necesaria, pero igualmente muy meditada, debamos pensar en metas más factibles como la de ocupar puestos que desde hace tiempo estaban más que justificados. Por eso es fácil entender el ¡ya era hora! De que la mujer esté donde quiera y tenga que estar.

Para leer todos los artículos del autor, pincha aquí:

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

Lo más leído