Un libro para no perder la memoria

‘Tragedia y crisol del sacerdocio en México’

Monseñor Castro: "El Caín de la posmodernidad ejerce la mayor violencia contra el Abel actual"

'Tragedia y crisol del sacerdocio en México'
Persecución de religiosos en México RD

Abundar en sus páginas no deja indiferente al lector sobre este delirio que ataca a la Iglesia por ser de las instituciones con alta credibilidad y confianza en el pueblo

(Guillermo Gazanini Espinoza, corresponsal en México).- ¿Es verdad que hay una neopersecución? La Iglesia en México, ¿está en peligro? ¿Es exagerado decir que el sacerdocio vive tragedia que se vuelve crisol purificador? ¿Es peligroso ejercer el ministerio sacerdotal en México?

Hace dos décadas, algunos periodistas se dieron a la tarea seguir las agresiones y asesinatos perpetrados en contra de ministros de culto católico en México. Crímenes que destacan, en la mayoría de las veces, por el sadismo y cruel violencia al grado de la demencia. Como en muchos casos, desafortunadamente, los ciudadanos agredidos que ejercen un ministerio comenzaron a llamar la atención conforme se multiplicaban los casos mientras la violencia tomaba carta común en la sociedad.

La Iglesia católica ha vivido momentos de oscuridad que la pusieron al borde de la extinción y México no es excepción. Desde la persecución sistemática y oficial, la ideología laicista juró poner fin al fanatismo religioso hasta el punto de crear una nueva forma de ver las cosas en una cosmogonía laica de odio a lo clerical. Sin embargo, la superación de esos tiempos cede a otras formas agresivas, más inhumanas, crueles, graves y desastrosas para el tejido social corroyéndolo hasta su desintegración.

Llega a nosotros un documento, fruto del seguimiento de esos periodistas e investigadores que ahora constituyen el Centro Católico Multimedial dirigido por el padre Omar Sotelo Aguilar de la Sociedad de San Pablo. Para muchos, libro útil, necesario para no perder la memoria y no hacer de la violencia algo normal, advertir la dolorosa pasión de México, otrora patria de valores y sólidos cimientos religiosos, que parece comprometer su futuro inmediato. Para otros, un documento exagerado que pretende justificar algo que en realidad no existe al calificar a este fenómeno con el adjetivo de «neopersecución» y abundar en un tema a través de argumentos hiperbólicos mientras sería mejor canalizar esfuerzos hacia otros lamentables flagelos que perturban a la Iglesia.

No obstante, abundar en sus páginas no deja indiferente al lector sobre este delirio que ataca a la Iglesia por ser de las instituciones con alta credibilidad y confianza en el pueblo. El documento no justifica una persecución por odio a la fe ni quiere imponer la idea de nuevos mártires, pero trata de demostrar cómo «las diversas caras de la violencia» mutan continuamente para que, desde los prejuicios, la calumnia, el odio, la mentira, el dolor y la muerte, se trate de intimidar a los agentes de evangelización, obispos, sacerdotes, laicos y religiosos, de renunciar a un cometido superior inspirado en la Palabra que da Vida en abundancia.

El enemigo silencioso es aquél que trata de poner de rodillas a una parte de esa Iglesia para que, de forma implacable, quiera someterla por las omisiones, silencios y descréditos, e impere el mal en sus variadas formas. He aquí lo que podría ser una nueva manera de agresión.

La investigación reúne los casos lamentables de seres humanos que murieron bajo circunstancias trágicas. Católicos todos, cada uno en vocación específica. La mayoría en ejercicio de un ministerio dedicado a los demás dando la vida a ejemplo del Señor; otros, al haber sido blanco fácil del crimen debido a la condición de soledad propio del ministerio sacerdotal. Cada caso único y particular con una conexión en común: fueron hijos de la Iglesia.

Llamarlo tragedia tiene razones evidentes. Cada muerte lo es. Ningún ser humano merece morir a manos de otro sojuzgado y sometido bajo inauditas y demenciales circunstancias. Es tragedia porque arrebatar la vida del otro es, sencillamente, la demostración de un poder ilegítimo y reprobable, el ser humano convertido en el lobo del hombre.

No obstante, es crisol. Porque en el crisol de la amargura se forja y purifica cualquier condición, llegar a un punto de inflexión para hacer nuevas las cosas y corregir las sendas torcidas. Y es justo lo que cita monseñor Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca, quien ha vivido en carne propia estos signos y que escribe en este libro: «El Caín de la posmodernidad ejerce la mayor violencia contra el Abel actual. No son extraños contra extraños. Son hermanos contra hermanos, hijos contra padres, ovejas contra pastores… entender las vicisitudes por las que ha atravesado nuestro país nos ayuda a colocar en perspectiva el bellísimo acontecimiento de la bondad incrustada en el corazón de muchos mexicanos…»

En efecto, son momentos de prueba que pasan por el crisol de la aflicción y sufrimiento (Is 48,10) y del cual surgen muchas preguntas que implican nuestra misma existencia: ¿Cuándo comenzó esta descomposición? ¿Qué dejamos de hacer? ¿Cómo podría terminar este estado mental sino en la guerra?

Tragedia y Crisol del sacerdocio en México, en coedición con Ayuda a la Iglesia Necesitada – ACN México, será presentado el domingo 14 de enero en Catedral metropolitana de la Arquidiócesis Primada de México después de la misa de mediodía presidida por el cardenal Norberto Rivera Carrera, administrador apostólico. La distribución estará a cargo de la red de librerías San Pablo en México y ediciones Paulinas además de plataformas electrónicas.

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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