Autores de "El rey de los mindundis" y ahora, "The followers" (Laude)

Pilar y Jesús: «La gente está deseando que le cuenten una buena noticia»

"La esencia del mensaje de Jesús es 'amaos'. Lo demás sobra"

Pilar y Jesús: "La gente está deseando que le cuenten una buena noticia"
Jesús y Pilar, responsables de 'The followers (del rey de los mindundis)' (Laude) RD

La clave es ser honestos porque, al final, es lo que el Papa nos está diciendo una y otra vez: Vuelve a la esencia. Vuelve a la fuente y deja de enredarte en ti mismo porque, si no, perderás la perspectiva

(Jesús Bastante).- Con el ya famoso libro «El rey de los mindundis», Pilar Ramírez y Jesús Mario Lorente se propusieron el reto de «mostrar un Jesús de Nazaret distinto; más fresco, más sencillo y más directo», tal y como cuenta Jesús en esta entrevista con RD. Un trabajo en el que han profundizado ahora con una nueva entrega, «The followers»: una invitación para todos a vernos, con nuestros dones pero también con nuestras carencias, como discípulos de Jesús.

Estamos con Pilar y Jesús. ¿Cómo estáis?

P.- Hola. Qué alegría estar de vuelta por aquí.

J.- Encantados.

Siempre es un placer. Pilar y Jesús son On Creaciones y los responsables de dos maravillas: dos libros editados por Laude, de Edelvives; «El rey de los mindundis» y «The followers», lo que es lo mismo, Jesús y sus discípulos.

Aunque hablamos ya en su día de «El rey de los mindundis», me gustaría que refrescáramos, a nuestros lectores y videntes, qué es «El rey de los mindundis» y de dónde sale.

J.- Es un proyecto que tiene muchos años, pero nace de la necesidad de mostrar un Jesús que llegue a la gente. Viendo cómo está la sociedad, las cosas, el lenguaje y cómo nos comunicamos los que somos Iglesia, pensamos que era necesario mostrar un Jesús de Nazaret distinto; más fresco, más sencillo y más directo. Hablar de Dios cuando queremos decir Dios y hablar de Jesús cuando queremos decir Jesús. Que a la gente le llegue y que se vuelva a hablar del Evangelio.

El Papa está ayudando mucho en esto. Nos está dando un empujón y un refuerzo grande. Y además, nos encontramos con Edelvives y ellos dijeron: adelante. Y salió «El rey de los mindundis», que ha gustado muchísimo. Después, nos dijeron: vamos a seguir con esto. Y sacamos «The followers».

Porque «The followers» son…

P.- Son los seguidores de Jesús, que somos todos. No es un catálogo de santos ni de discípulos; son actitudes, en las que todos nos podemos reconocer en distintos momentos de nuestra vida.

Sale Judas también, ¿no?

P.- Sí. Porque todos pasamos por todo en esta vida y porque Jesús cuenta con todas esas partes de nosotros. Nos conoce, nos quiere como somos. Esa es la invitación: a reconocernos y profundizar desde ahí.

Nos falta ese cambio de lenguaje que vosotros ofrecéis porque, a veces, igual que nadie duda de que el Evangelio es un mensaje actual, -incluso los que no son creyentes- el problema es la identificación; no solo con actitud, sino con lenguajes, con formas. Porque con la imagen una Iglesia triste con un señor oscuro en una cruz grande, hablando serio…

P.- Todos nos empeñamos, cuando hablamos de Dios, en hablar en otra clave; de repente cambiamos de código, nos ponemos tristes, agachamos la cabeza: todo tiene que ser una fotocopia y, a ser posible, en blanco y negro.

Nosotros mismos nos empeñamos en descafeinar el mensaje, en disimularlo. Y nuestra experiencia después de un año de «El rey de los mindundis», es que la gente está deseando que le cuenten una buena noticia, con un mensaje de amor y de alegría. Eso llega.

Porque, es verdad que estamos en una época en la que las religiones tradicionales están en bajada, pero no la búsqueda de lo espiritual, de la transcendencia, de herramientas para trabajar, convivir y salir adelante en un mundo que cambia mucho, es muy global y con gente muy distinta…, y parece que en la institución el mensaje se había quedado en el siglo XX, si acaso.

J.- Y porque, además, interesa que no se piense, que seamos manejables. Con «The followers», lo que intentamos decir es que Dios habla claro; yo siempre digo que el Evangelio si no lo escribió Dios, es como si lo hubiese hecho porque es una maravilla y verdad pura. Dios dice claramente que aunque tú te sientas una minucia, que no vales nada, él cuenta con eso. Que no hay que darle más vueltas y tirar para adelante, disfrutar y vivir.

Lo que buscamos con «The followers» es que nos veamos reflejados y sepamos que Dios cuenta con nosotros, con nuestros dones y nuestras carencias. Y que, realmente, cuando nos ponemos a trabajar en conjunto, nos damos cuenta de que surgen milagros.

Compartir. La palabra «comunión» que tanto cacareamos en la Iglesia, tiene la misma raíz que «compartir», que «compasión»…

P.- Es una llamada a encontrarte contigo mismo, con los demás, disfrutar y construir. Ser feliz y hacernos felices los unos los otros. Lo demás sobra.

Algunos nos acusarán de ser demasiado relativistas, de centrarnos en los mensajes positivos y dejar orillado el mensaje fundamental. Yo creo que tenemos que dar la vuelta a ese argumento; lo esencial no es tanto una determinada norma. El dogma, si lo quieres llamar así, es otra cosa. Puede que el dogma real sea el propio Evangelio.

P.- Yo pienso que el dogma es el amor. La esencia del mensaje de Jesús es «amaos». Y si le pides a Jesús que te lo resuma, es lo que te va a decir: «ama al otro como a ti mismo». Es consecuencia, y todo lo que no sea consecuencia de amar son invenciones nuestras que, en la medida en que nos ayuden, serán fantásticas pero, en la medida en que nos entorpezcan, están sobrando.

De hecho, algunos critican al papa Francisco por relativista cuando a mí me da la sensación, igual estoy equivocado, de que lo que hace es, al abrir el abanico, comprometernos mucho más a cada cristiano en la responsabilidad de hacer germinar sus talentos, de provocar que la semilla del Evangelio salga adelante. Y parece que no sabemos darle la vuelta a ese argumento.

Me encanta que aparezca Judas, pero también que aparezca Pilatos y que aparezcan los perdidos. Que haya cabida para todos.

P.- Yo creo que un camino de búsqueda es un camino de equivocaciones, de pasos perdidos, de levantarse y de volverlo a intentar y, si no, ¿qué camino es ese, si no tiene todo ese proceso de búsqueda y de sinceridad con uno mismo?

La clave es ser honestos porque, al final, es lo que el Papa nos está diciendo una y otra vez: Vuelve a la esencia. Vuelve a la fuente y deja de enredarte en ti mismo porque, si no, perderás la perspectiva.

Estamos viendo aquí algunas imágenes del libro, pero no están todas.

J.- Sí, hay dos o tres de comunión que saldrán dentro de unos días.

Que las vamos a tener para la época de las comuniones que, esperemos, no sean las últimas. Hay un elemento en el libro que habla de eso; volvemos a lo de los caminos. Es el comienzo.

J.- Es decir a la gente, da igual la edad, que esto depende de nosotros. Dios nos lo dijo claramente: si lo que yo he hecho ha sido para morirse de fantástico, lo que vosotros podéis hacer es mucho más. Tenéis que poneros en clave de lo que mi padre os está contando.

Es ahí donde nosotros queremos hacer mucho hincapié; somos nosotros los que podemos cambiar todo esto; que está en nuestras manos, que es ponernos y que no está fuera de nuestro alcance. Que tenemos que ir uniéndonos, darnos calor y crear la comunidad que realmente transforme ese entorno.

El otro gran libro, que también estáis preparando, es el de María. Tendemos a hablar demasiado de los hombres del Evangelio, que son muchos y muy variados. Y las mujeres, que también son muchas las que aparecen en el Evangelio, escrito en la Jerusalén del siglo I,no lo olvidemos, sin embargo, han estado muy ignoradas. La Virgen María no tanto, pero con una faceta determinada.

P.- Y, sobre todo, con un edulcorante que, a mi modo de ver, le quita fuerza a todo lo que es su entrega y su papel en la historia. También recuperamos a un José, que está reducido a un señor con un palo que acompaña a María en el Portal.

Todo forma parte de un gran proyecto y de una apuesta de Edelvives por dar contenido. Como el álbum de comunión, que se titula «Me gusta hacer la comunión», que es, también, dar un plus a un material que seguimos regalando año tras año y que está vacío de contenido, cuando es un día muy importante, un gran momento en la vida de las personas.

Y un día de fiesta.

P.- Y ya que es un día de fiesta, vamos a darle contenido.

Y lo de los vestidos; los trajes de marinerito y de princesas, de boda, pero claro…

J.- Es parafernalia que no invita a vivir de corazón, de verdad. Que parece que si no soy cura, monja o medio santa, nuca haré nada. No, no. ¿Es que hay algo más bonito que un beso que transforme la cara del que tienes delante, cuando lo está necesitando?

A veces se nos olvida que la práctica totalidad del Evangelio transcurre o en los caminos; porque Jesús va caminando, encontrando y aprendiendo a través de la gente que encuentra, desde el comienzo: «Venid a mí y yo os haré pescadores de hombres» y las «Bodas de Caná» hasta, ya resucitado, el encuentro de Emaús.

P.- Realmente, lo que genera puntos de inflexión en nuestra historia personal, son los encuentros con los demás; los encuentros, o los encontronazos algunas veces pero, que realmente, eso es lo que nos transforma la vida.

Lo que realmente no supone ni pena ni gloria es estar encerrado en uno mismo porque no te pasa nada, ni bueno ni malo. Yo creo que ese buscar el encuentro con uno mismo y salir a buscar a los demás, es lo que nos va a llevar a poder vivir el reino de Dios y a poder transmitir eso que es importante para nosotros. Lo demás es envoltura que nos distrae, nos entretiene, nos sofoca y nos angustia, pero que no lleva a ninguna parte.

Estos proyectos ¿qué realidades nos están sugiriendo? Se están trabajando en parroquias, en colegios, en familias… ¿Qué feedback estáis teniendo?

J.- Increíble; nos llega por todas partes. Estuvimos en Zamora, con una gente, compartiendo todo esto. Mañana vamos a Albacete, después Getafe, Sevilla… Estamos moviéndonos, contando lo que estamos viviendo y lo que queremos transmitir.

P.- La gente nos devuelve desde trabajos hechos en el aula, con niños de la ESO y con gente de bachillerato, las reflexiones que les provoca la imagen de «El rey de los mindundis» y también impresiones personales.

Es muy gratificante que la gente escriba un tuit diciendo: «Evangelio en estado puro», «Brutal» o «Me encuentro con un Jesús cercano».

Que la gente recupere ese lenguaje y esa frescura, que le suponga algo importante o que digan: «esta Iglesia necesita hablar este lenguaje», para nosotros es grandísimo porque es nuestra forma de entender las cosas, los dones que tenemos. Que eso le esté sirviendo a personas de Latinoamérica, que no vamos a conocer nunca, o a gente de aquí, la verdad que es increíble.

J.- Y, sobre todo, que llegamos a mucha gente para la que Dios no forma parte de su vida y se encuentran, a través de «El rey de los mindudis» con un Dios, y con ciertas actitudes a través de «Los followers» que dicen que eso sí lo comparten, que es importante en sus vidas y se lo plantean. Con lo cual, llegamos también a gente a la que no se está llegando por otros medios.

Y ojo, que no es un Evangelio paralelo, que son dibujos y reflexiones acompañadas de sus correspondientes citas del Antiguo y del Nuevo Testamento porque es fundamental. Al final, estamos hablando de palabra.

P.- Es una invitación a reflexionar, a profundizar. Y eso nos lleva a salir de nosotros mismos.

J.- Y que nuestra intención en ningún momento es ir de maestros de nada, sino de que esto es lo que hemos descubierto y lo compartimos.

Entiendo que también vais aprendiendo, a medida que avanzáis con este proyecto.

J.- Claro. Y, sobre todo, porque va a haber mucha gente a la que le va a servir aunque nosotros no lo vamos a ver. Eso te hace bajarte del burrito y ser más humilde. Esa gratuidad interior también es buena.

¿Y las incomprensiones, las broncas…?

P.- No nos han llegado.

¿No hay?

J.- Muy poco.

P.- Para serte sincera, nos llegó un tuit de alguien que no comprendía cómo se le podía llamar a Jesús «mindundi». Ha sido lo único que nos ha llegado directamente a nosotros. Hablamos de un lenguaje tan esencial, tan básico y tan universal, que es difícil tener problemas.

Y tan entendible desde el punto de vista de que Dios vino a nacer en un pesebre y murió como el peor de los ladrones; llámalo mindundi o llámalo equis, pero quiso representar ese papel, hacerse el último para que hasta el último tuviera la oportunidad de convertirse en Dios.

J.- La última parte habla de eso, de cómo todo un dios que podía haber sido se hace voluntariamente pequeño, el último. Y creo que el mensaje, más claro no te lo pueden decir.

Y es un germen de divinidad, también. Yo tengo una frase que me encanta, que no es mía, y es que Dios se hace pequeñito para que el más pequeñajo, el más mindundi, pueda sentirse que también es un poco Dios; que Dios está viviendo dentro de él y que en determinado momento todos somos parte de esa divinidad.

P.- Hace mucho, en la comunidad, escuchamos a José María Castillo, que colaboraba con nosotras. Y hay una cosa, de la miles que nos dijo, que era: «por encima del hombre no se pone ni Dios. Si no se puso ni Dios, no me voy a poner yo».

A sus noventa años, sigue viviendo la fe con una claridad impresionante.

Una maravilla.

Jesús, Pilar; On Ediciones, un auténtico placer. Sois los responsables de estos libros y de los que van a venir.

Gracias, también a Edelvives, a Laude; Juan Pedro y a Antonio, que han apostado decididamente por este proyecto, no sin dificultades, y que estamos viendo que genera frutos. Los maristas están muy implicados en esta forma de nueva evangelización, o evangelización de siempre con otras herramientas. Y a seguir en el camino. En ese, nos vamos a encontrar siempre.

P.- Encantados, muchas gracias.

J.- Un placer.

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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