Vicente Luis García

Círculos de Silencio: seis años de gritos por las injusticias

"El silencio que funciona, cada primer jueves de mes en la Plaza General Loma"

Círculos de Silencio: seis años de gritos por las injusticias
Vicente Luis García

Lo que allí donde se realizan estas concentraciones han podido experimentar es que funciona, que obtiene resultados, que es un modo válido de cambiar la sociedad, aunque solo sea haciendo un circulo de personas que se reúnen en silencio

(Vicente Luis García).- El 3 de mayo de 2012 es la fecha en la que Vitoria-Gasteiz se sumó a un modelo de denuncia social conocido como Los Círculos de Silencio. Más de un centenar de personas, haciendo un “círculo” frente al monumento de la Batalla de Vitoria en la Plaza de la Virgen Blanca, hicieron patente con su silencio la denuncia de una de las muchas injusticias que padecen muchos de nuestros conciudadanos: “En nuestra ciudad hay gente que … pasa HAMBRE”.

Durante 30 minutos, compartiendo paraguas y aguantando la lluvia primaveral en la entonces publicitada Green Capital, las algo más de 100 personas que formaban el “circulo” de la denuncia pacífica reflexionaron y manifestaron con su silencio y con un comunicado final la injusta situación y la burocracia que impide que muchas personas puedan llevarse un plato caliente de comida al día, que provoca que muchas familias vivan en el umbral de la pobreza porque ya no disponen de recursos ni siquiera para comer.

Seis años más tarde, otro 3 de mayo, Isiltazun Zirkuloak – Círculos de Silencio, sigue convocando a los ciudadanos de Vitoria-Gasteiz a reunirse formando un círculo silencioso que grite una nueva demanda: “En esta ciudad hay personas a quienes nadie les alquila una vivienda”.

Esta plataforma ciudadana ha emitido una nota en la que hace un repaso de sus seis años de lucha silenciosa y desarrolla la demanda que ahora figura en su pancarta, la que cada primer jueves de mes marca el motivo de la concentración.

En la nota señalan cómo “sus reivindicaciones han transitado por campañas diferentes, siempre encabezadas por la consigna “En esta ciudad hay personas que”. Así, las denuncias se han centrado en la inacción política y gubernamental para con las “personas que no cobran a tiempo” (por los retrasos de Lanbide o los retrasos en las becas), “personas que no pueden dejar la prostitución” (por la ausencia de planes municipales específicos eficaces), “personas que no son acogidas por el SMUS” (por la saturación del servicio municipal de urgencias sociales).

En otro momento de la nota dejan constancia de la fidelidad de los participantes en esta iniciativa, contra viento y marea: “la Plataforma se ha estado concentrando en un Círculo, cada primer jueves de mes en la Plaza General Loma (las primeras fueron en la Plaza de la Virgen Blanca) a las 8:00 de la tarde, cayesen chuzos de granizo, o fuesen fiestas de Vitoria-Gasteiz, o hiciese 40ºC a la sombra.”

La campaña actual se presenta con el lema “En esta ciudad hay personas a quienes nadie les alquila una vivienda”. En ella, sigue diciendo la nota, “la Plataforma denuncia la discriminación que sufren las personas extranjeras y las personas sin recursos en búsqueda de un piso o habitación en que vivir. Ante la constatación de cómo la xenofobia y la aporofobia se han instalado en Vitoria-Gasteiz, la Plataforma pide al Gobierno Vasco que actúe para poner fin a los abusos que se están cometiendo impunemente en materia de alquileres; que aumente el parque de pisos alquilables; y que haga una oferta de alquiler de vivienda, con precios y requisitos accesibles para las personas de colectivos más vulnerables. Desde la Plataforma también se pide a las inmobiliarias que cumplan con sus códigos deontológicos de no discriminación en el ejercicio del servicio público que proporcionan.”

El sexto aniversario contó con una sorpresa, los versos recitados por la poeta salmantina y profesora de la Universidad del País Vasco, Ángela Serna.

¿Pero qué es Círculos de Silencio?

Es una iniciativa comenzada por los franciscanos de Toulouse a finales de 2007 y que reúnen actualmente en Francia a unas 10.000 personas, creyentes y no creyentes, en más de 120 ciudades una vez al mes. Los círculos pretenden ayudar a tomar conciencia, interiorizar y ser un elemento de interpelación a la sociedad sobre la situación de extrema gravedad que muchas personas sufren en Europa. En toda España también convocan ciudades como Madrid, Burgos, Valladolid, Murcia, Miranda…y se están uniendo otras nuevas.

El Círculo de Silencio consiste en un movimiento no violento que considera que la situación en la que viven muchas personas es extremadamente precaria y apela a la conciencia de quienes hacen las leyes, de quienes las aplican y de aquellos en cuyo nombre son hechas, para hacer posible una política más respetuosa con la dignidad de las personas.

Los colectivos que asumen convocar y organizar los CIRCULOS DE SILENCIO en Vitoria-Gasteiz, lo hacen como herramienta para…

Denunciar las injusticias contra las personas empobrecidas desde la realidad y desde la acción que hacemos y conocemos.

Promover el cambio social y potenciar la transformación personal de cada miembro del círculo.

Ser un lugar de referencia para poder encontrarse con realidades injustas, personalizarlas desde el silencio y denunciarlas públicamente.

Non solum sed etiam

Algunos fijan en mayo del 68, del que se cumplen ahora 50 años, la fuente de la que manaron las protestas ciudadanas de la sociedad moderna. Sin duda creo que en parte esta afirmación se ajusta a la verdad. Pues de la vecina Francia también salió otra iniciativa de denuncia social. Una propuesta que tiene sus raíces en la impronta cristiana y su vocación profética de denuncia. Pero esta manifestación prefiere el silencio a las algaradas, el diálogo al enfrentamiento, y la fidelidad mensual a las acciones puntuales y esporádicas. Es otro modo de entender la denuncia social. Quizá es un modo al que le resulte más fácil encontrar adhesiones en los revolucionarios de juventud acumulada que en las nuevas generaciones. Pero lo que allí donde se realizan estas concentraciones han podido experimentar es que funciona, que obtiene resultados, que es un modo válido de cambiar la sociedad, aunque solo sea haciendo un circulo de personas que se reúnen en silencio. Solo hace falta saber si los resultados serían mayores si el círculo fuese mayor, pero eso depende de todos.

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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