Volviste a Madrid y León te reconoció con el Doctor Honoris Causa por la Universidad de León, y el premio Castilla y León de las Letras. Otros muchos galardones premiaron tu persona y tu compromiso
(Euquerio Ferreras).- Se nos ha ido en este mes de mayo el poeta leonés, catedrático comprometido Eugenio de Nora.
Con el grito de protesta, como emigrante profesor, te fuiste a Suiza. No te gustaba la España de entonces.
Junto a Victoriano Cremer, Gabriel Celaya, Blas de Otero, fuiste de los pioneros de la poesía testimonial, de denuncia, fuerte, de resistencia.
En Pamplona, despidiendo al Padre Agustín Elso Ponzo, misionero del Verbo Divino, padre y difusor de la Agenda Juvenil para España y América Latina.
Iba de regreso a La Argentina después de 17 años plenamente entregados a sus alumnos, le regalamos unas poesías de poetas españoles. Entre ellos estaba Eugenio de Nora.
Esa lucha por un mundo mejor, por una juventud española, por una España más justa, perdonadora de tanta injusticia fratricida, traen sus versos como homenaje.
Canción sin destino
Tú, nunca encontrado,
sólo a quien busqué.
¿Siempre he de seguirte
sin llegarte a ver?
Amor prometido
en rosa y en luna,
en toda belleza
que quede o que huya…
Tú que me naciste.
y el amor nació;
unidad completa,
soledad, amor.
¡Amor sin amada!
¡Fantasma de fe,
nostalgia, recuerdo
que nunca miré!
¿No eres tú quien mueve
la buena pelea,
tú, a quien se va siempre,
y nunca se llega?
Si eres en mi alma
flor de eternidad,
¡florécete y huye,
no me des la paz!
Pero, no: en el mundo
me naciste un día;
pues en ti soy hombre,
déjame que viva.
Estoy: una vida
es la eternidad.
Jamás tendré otra,
te quiero alcanzar.
¡Sí, quiero alcanzarte,
y tenerte, sí;
vivir un destino,
vivir y vivir!
¡Yo quiero tus ojos,
tu voz y tu boca,
y tu alma y tu carne
toda, toda, toda!
¡Oh, amor prometido
que nunca he de ver;
si eres como un sueño,
bella debes ser!
Volviste a Madrid y León te reconoció con el Doctor Honoris Causa por la Universidad de León, y el premio Castilla y León de las Letras. Otros muchos galardones premiaron tu persona y tu compromiso.
(Fragmento de Canto al demonio de la sangre)
(…)
Pero luchar, amar, poseer la gloria,
¿es madurar el hombre hacia lo eterno?
¡No es vida, mi Demonio, lo que pido;
quiero inmortalidad y permanencia!
¡No! Sólo a Dios, a Ti, mi Dios oculto,
mi silencioso Dios, es a quien quiero,
¡Tú, mi Libertador!
(…)
Más Tú lo sabes, Dios. Que no te olvido,
que a tu gloria combato. Que si amo
a mi sangre, a las dulces criaturas
que, de sangre también, hacen tu mundo,
es por tuyas, mi Dios. Dame el destino
de confiar en Ti, y cuanto haga
según mi sangre mientras dure el tiempo,
en tu gracia florezca.
Eugenio de Nora