Es preciso la cooperación entre los sexos, respetando las lógicas diferencias entre mujer y varón; aceptar estas diferencias nada impide exigir la igualdad entre ellos
(Jesús Bastante/Ep).- «El ultrafeminismo no es la solución«. El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, arremete en su carta pastoral de esta semana (que lleva por título ‘Reacciones‘) contra las propuestas sobre ideología de género, que tilda de «ingeniería social», al tiempo que critica que se confunda «igualdad con ideología de género».
«Esa confusión entre igualdad e ideología de género, que se pone en marcha, significa que es decantarse por un cierto pensamiento único respecto a lo que es el ser humano, y cerrarse a otras soluciones, que eviten violencia, agresiones, muertes, e incluso el desnivel salarial entre hombre y mujer», afirma el prelado, quien añade, rotundo: «El ultrafeminismo no es la solución; es preciso la cooperación entre los sexos, respetando las lógicas diferencias entre mujer y varón; aceptar estas diferencias nada impide exigir la igualdad entre ellos».
Centrándose en las reacciones a la sentencia y puesta en libertad de los miembros de ‘La Manada’, que ha suscitado «opiniones diferentes», Braulio apunta que «ha herido a la sensibilidad de mucha gente», añadiendo que es «curiosa tanta unanimidad a la hora de este último asunto».
El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez
En su opinión, es «el cambio del concepto género por sexo, cada vez más presente en nuestra sociedad», el que no traerá la igualdad, «sino la confusión a base de eufemismos e incapacidad para solucionar el aberrante problema de que un varón mate a una mujer por creer que tiene derecho sobre ella por ser simplemente el macho».
«La igualdad entre los sexos es algo más profundo, que necesita una reflexión antropológica seria y decisión de educar en igualdad desde que somos pequeños. Y el tema está en que una mala solución de este asunto no perjudica solo a la Iglesia, sino a la vida social en general», sostiene.
Citando a la ministra de Justicia, Dolores Redondo, quien tras la sentencia dijo que hacían falta «reformas mentales» y «desarrollo de una perspectiva de género», el arzobispo de Toledo se cuestiona si «no es peligroso afirmar que los jueces necesitan reformas mentales» en relación al «desarrollo de una perspectiva de género». «He aquí un nuevo dogma de fe laica: perspectiva de género, para solucionar, como ingeniería social todos los problemas morales».
«Bienvenida sea la lucha en favor de la igualdad, pero no de este modo. Pienso que es un camino seguro para un pensamiento único, que no tiene base antropológica suficiente», concluye el arzobispo.
