Instó a "sentirnos unidos a toda la Iglesia, a todos los hombres porque por ellos se derrama la sangre contenida en este Santo Cáliz de la Última Cena"
(Diócesis de Valencia).- El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, destacó anoche en la misa que presidió en la Catedral con motivo de la fiesta del Santo Cáliz, «la dicha de tener aquí en Valencia la misma copa que Jesucristo tomó en sus santas y venerables manos, la misma donde nos da y perpetúa el memorial de la Santa Cena del Señor» y ha llamado, igualmente, a «tomar conciencia y vivir todo lo que ello significa: un amor abierto y sin fin».
En su homilía, insistió en que «para nosotros es una alegría inmensa y, al mismo tiempo, una responsabilidad estar estrechamente vinculados al misterio de la eucaristía y en Valencia, de manera muy especial, por la reliquia del Santo Cáliz», que se venera en la Catedral valenciana desde el siglo XV y con el que impartió el Cardenal la bendición al final de la misa.
Igualmente, añadió en su homilía, «queremos tomar conciencia de Cristo, de lo que significa este Santo Cáliz con el corazón lleno de admiración y gratitud, no simplemente para decir `qué gran reliquia tenemos aquí´sino para vivir lo que significa este don que se nos ha dado sin merecimiento por nuestra parte».
A este respecto, el Arzobispo precisó que «lo que se contiene en este Santo Cáliz es el sumo bien de la Iglesia, es decir, Cristo en persona» y recordó que «en él se actualiza el mayor amor, que es dar la vida por los demás, misterio de la eucaristía, del Santo Cáliz, que encierra toda la vida y riqueza de la Iglesia, la fuente de la que todo mana, la meta a la que todo conduce».
Además, instó a «sentirnos unidos a toda la Iglesia, a todos los hombres porque por ellos se derrama la sangre contenida en este Santo Cáliz de la Última Cena. Que tengamos no solamente motivos de acción de gracias sino también un amor abierto y sin fin que se hace presente en este santo Cáliz».
Concluida la homilía, el cardenal Antonio Cañizares regaló a un total de seis parroquias de la diócesis de Valencia así como las Servidoras de Jesús, que atienden el Cottolengo del Padre Alegre, réplicas del Santo Cáliz de la Última Cena, venerado en la Catedral de Valencia desde el siglo XV.
Así, las parroquias que recibieron las réplicas son la Asunción de Nuestra Señora del barrio valenciano de Benimaclet; la parroquia San Francisco de Asís, de Mislata; la de San Eugenio Papa, de Valencia; la parroquia Nuestra Señora de la Fuensanta, de Valencia; la parroquia María, Madre de la Iglesia, de Catarroja; y la parroquia Santos Pedro y Pablo, de L´Alqueria de la Comtessa.
Por otro lado, a la parroquia San Pedro Apóstol, de Moixent, también le ha correspondido este año una réplica del Santo Grial que ya recibió en una celebración que tuvo lugar el pasado fin de semana, en el propio templo parroquial, con la presencia del cardenal Cañizares. En la misma ceremonia el Arzobispo confirmó a un total de 11 jóvenes de la parroquia.
Las réplicas de la reliquia son regaladas cada año «a aquellas parroquias que han destacado bien por haber restaurado sus templos, por su labor pastoral o por algún motivo especial». Finalmente, la celebración concluyó con la vuelta del Santo Grial, de nuevo en procesión, a su capilla de la Catedral.
Durante la misa, que fue concelebrada por el obispo auxiliar de Valencia Esteban Escudero, el Cabildo Metropolitano y los sacerdotes de las parroquias que recibieron las réplicas, se emplearon los textos de la misa votiva del Santo Cáliz que aprobó el cardenal Cañizares, en agosto de 2014, siendo prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos de la Santa Sede. Precisamente fue el Cardenal el que usó por primera vez estos textos en la celebración de la fiesta anual del Santo Cáliz, en octubre de 2014, siendo ya Arzobispo de Valencia.
Las misas votivas «no son propias del día sino que se celebran en días autorizados con una intención particular, en este caso, fomentar la devoción por el Santo Cáliz». Los textos incluyen oraciones propias y lecturas, y se pueden utilizar cada año, en la fiesta anual del Santo Cáliz en la Catedral, así como en todas las iglesias en los días autorizados.
