Jornada Lateranense de apertura del año académico del Pontificio Instituto Juan Pablo II

Cardenal Cañizares: «De entre los caminos que llevan a Cristo, la familia es el primero»

Francisco J. Cortes apuesta por crear "un clima favorable a la castidad y a su educación"

Cardenal Cañizares: "De entre los caminos que llevan a Cristo, la familia es el primero"
Cañizares inaugura la Jornada Lateranense

Francisco J. Cortes ha remarcado que la 'necesidad' manifestada por san Juan Pablo II de que se cree 'un clima favorable a la castidad y a su educación' sigue siendo tres décadas después 'más urgente que nunca'

(Archivalencia).- El Gran Canciller de la Universidad Católica de Valencia preside la apertura de curso del Pontificio Instituto Juan Pablo II, en la que participan también el obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig, y el rector de la UCV, José Manuel Pagán

El Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre el Matrimonio y la Familia ha celebrado en la Universidad Católica de Valencia (UCV) su Jornada Lateranense, que supone cada año la apertura de su curso académico. El acto ha estado presidido por el Cardenal Arzobispo de Valencia Antonio Cañizares, vice gran canciller de la sección española del Instituto, que ha remarcado que, de entre los caminos que llevan a Cristo, la familia es «el primero y el más importante».

«Como el misterio del hombre se esclarece a la luz del misterio del Verbo encarnado, la familia y su vocación se esclarecen y cobran su pleno sentido a la luz de Jesucristo. El misterio de la encarnación del Verbo está en estrecha relación con la familia humana», ha aducido el Gran Canciller.

Para el Cardenal Cañizares, Cristo fue el «programa» que dejó san Juan Pablo II a los españoles en su primera visita, que en el mes de noviembre cumple su 36 aniversario: «El Papa vino como testigo de esperanza, algo que hoy necesitamos mucho. Esa esperanza es Cristo. San Juan Panlo II no ignoraba las tensiones que se habían producido en nuestra sociedad y no le era desconocida la Transición política en la que España estaba inmersa entoces».

«La única riqueza que tiene la Iglesia es Cristo, que afecta a todo hombre, a todo lo humano. Esta relación no es una cosa abstracta, es muy concreta. Es el camino del hombre desde hace siglos y el camino del futuro. Por eso, hay un solo plan y estrategia: anunciar a Jesucristo en obras y palabras», ha aducido.

El Cardenal Arzobispo de Valencia ha recordado también que la institución familiar está «inseparablemente vinculada a Cristo; Él es la clave de interpretación y vida de lo que la familia está llamada a ser en el designio de Dios».

«Custodiar el don de Cristo»

En el encuentro han participado también monseñor Juan Antonio Reig Pla, obispo de Alcalá de Henares y vicepresidente de la citada institución. Reig ha subrayado que los cristianos «deben custodiar el don de Cristo para ofrecérselo a los hombres y así llenar de belleza y alegría el mundo».

«Estamos en una noche cultural, en el desierto. Podemos contemplar lo que pasa, pero si configuramos nuestra realidad, nuestro corazón, desde Cristo podremos vivir ya en el tiempo la eternidad», ha apuntado.

Por su parte, José Manuel Pagán, rector de la UCV, ha recordado la importancia de la existencia del Pontificio Instituto de la Familia en la diócesis de Valencia y asociada a la Universidad: «Nuestros estudiantes no deben encontrar solo en esta casa un lugar donde formarse para su futura profesión sino, y sobre todo, el lugar donde pueda acercarse a la verdad plena del hombre y su destino inseparable de Dios».

En el acto también ha participado el decano de la sección española, Juan Andrés Talens. Asimismo, la jornada, ha incluido la lectura de la memoria del curso 2017-2018, a cargo de su secretario, Francisco Jiménez.

Francisco José Cortes: «La castidad enseña al ser humano el arte de amar excelentemente»

El sacerdote Francisco José Cortes, Premio Sub Auspiciis 2017, ha impartido en el acto celebrado en la sede de Santa Úrsula la lección inaugural ‘El esplendor del amor esponsal. La doctrina de la castidad en las catequesis de san Juan Pablo II sobre la Teología del cuerpo’. En la misma, Cortes ha aseverado que la castidad «enseña al ser humano, varón y mujer, cualquiera que sea su estado de vida, el arte de amar excelentemente, de desear una sola cosa, y de alcanzar mediante el recíproco e integral don sincero de sí, la plenitud de una comunión personal, en la espera de la communio Trinitatis escatológica».

«Es ahí donde se manifiesta la singular belleza y excelencia de la castidad, y su valor extraordinario como virtud social por cuanto procura y crea el bien común de la sociedad y la comunión de las personas. Por tanto, no la podemos considerar tan sólo como parte de la moral de la persona, reducida al ámbito privado o individual, sino formando parte de la doctrina social de la Iglesia», ha subrayado Cortes.

En ese sentido, el Premio Sub Auspiciis 2017 ha remarcado que la «necesidad» manifestada por san Juan Pablo II de que se cree «un clima favorable a la castidad y a su educación» sigue siendo tres décadas después «más urgente que nunca».

«Respecto a su enseñanza y aprendizaje, pienso que, así como aprendió él siendo un joven sacerdote ‘a amar el amor humano’, así tendríamos nosotros que aprender a amar la virtud que lo custodia y embellece: la castidad«, ha apuntado.

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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