Las autoridades efectúan registros contra estos supuestos agentes de la Iglesia rusa

La Iglesia ucraniana leal a Moscú denuncia la persecución de sacerdotes por Kiev

Rechaza las acusaciones contra los curas de "instigar el odio religioso" como "infundadas y fabricadas"

La Iglesia ucraniana leal a Moscú denuncia la persecución de sacerdotes por Kiev
Por miedo a que Moscú reconozca a la Iglesia de Abjasia

El registro más llamativo fue el de la residencia del metropolita Pável, abad del Monasterio de las Cuevas de Kiev, uno de los más importantes en el mundo ortodoxo.

La Iglesia ucraniana leal a Moscú denunció ayer la persecución de sus religiosos por parte de las fuerzas de seguridad ucranianas, que han interrogado a decenas de sacerdotes y registrado templos y monasterios en las últimas semanas.

«Las acusaciones contra los sacerdotes por instigar el odio religioso son infundadas y fabricadas. Buscan el odio religioso allí donde no lo hay», dijo Alexandr Bájov, jefe del departamento jurídico de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana leal a Moscú, según informan medios locales.

Esta Iglesia acusa a las autoridades de intentar obligar a los sacerdotes fieles al Patriarcado de Moscú a participar en el concilio de unificación de las tres Iglesias ortodoxas ucranianas bajo el Patriarcado de Kiev.

«Al mismo tiempo ignoran los evidentes ejemplos de instigación del odio religioso que salen de las bocas de dirigentes, funcionarios y medios de comunicación hacia nuestra Iglesia», agregó.

Bájov aseguró que nunca antes desde la independencia de Ucrania se habían producido interrogatorios masivos de religiosos e inspecciones de templos, parroquias y domicilios de sacerdotes.

«Seguimos atentamente la situación. Recurriremos la actuación de los órganos de seguridad y nos dirigiremos a la comunidad internacional», comentó.

El registro más llamativo fue el de la residencia del metropolita Pável, abad del Monasterio de las Cuevas de Kiev, uno de los más importantes en el mundo ortodoxo.

Pável denunció que el objetivo del registro era ejercer presión política sobre él, aunque el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, aseguró que los fieles serán libres de elegir su jurisdicción eclesial y acusó al Kremlin de querer desatar una «guerra religiosa».

El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) reconoció este martes haber efectuado registros en varias parroquias en virtud del artículo 161 del código penal que persigue la discriminación religiosa y nacional, entre otras cosas.

Según la prensa ucraniana, el SBU acusa a algunos religiosos leales al Patriarcado de Moscú de trabajar como agentes de la Iglesia Ortodoxa Rusa.

El Patriarcado de Kiev llamó a los obispos leales al Patriarcado de Moscú a «apoyar el proceso de unificación de la ortodoxia ucraniana», pero estos rechazaron dicho llamamiento.

Las actuales tensiones estallaron después de que el Patriarcado universal de Constantinopla anulara el «tomos» (decreto) que vinculaba la Iglesia ucraniana a la rusa desde 1686, decisión que fue rechazada tanto por la Iglesia rusa como por la ucraniana que le es aún leal.

El nuevo patriarca que salga del concilio de unificación de la Iglesia ucraniana será el que reciba de manos de Bartolomé, patriarca universal de Constantinopla, el «tomos» de la autocefalia que le colocará al mismo nivel que la Iglesia Rusa.

Actualmente en Ucrania hay tres Iglesias ortodoxas: una dependiente de Moscú, que es mayoritaria, otra del Patriarcado kievita y una tercera, minoritaria, que se independizó de Rusia en 1920 y que se autoproclamó Iglesia Autocefálica Ortodoxa de Ucrania.

(RD/EFE)

 

 

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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