Josep Miquel Bausset

Juanjo Enrique-Tarancón, un hombre bueno

Juanjo guardó y difundió el legado del cardenal Tarancón

Juanjo Enrique-Tarancón, un hombre bueno
Josep Miquel Bausset

Ya sería hora, como homenaje a Juanjo, que tanto trabajó para hacerlo realidad, que se inaugurara el Museo Cardenal Tarancon, con el valioso legado que el sobrino del cardenal, Juanjo Enrique-Tarancón guardó con tanta devoción

(Josep Miquel Bausset).- El amigo Juanjo nos ha dejado. Se ha ido con discreción, él que era una persona sencilla y amable. Ya hacía tiempo que sabía que Juanjo tenía una enfermedad grave que él ha llevado con dignidad, entereza y esperanza.

Hace unos días le envié la felicitación de Navidad, como hacía cada año, y sé por su esposa Vicen, que Juanjo la tenía al lado de donde se sentaba. Había entre nosotros dos una amistad sincera, debido a la admiración que los dos teníamos por el cardenal Tarancón.

Juanjo era un hombre bueno que siempre estuvo al lado del cardenal, haciéndole de chófer y acompañándole solícitamente allá donde iba e incluso protegiéndole en momentos difíciles para el cardenal de Borriana, sobre todo durante la Transición cuando la extrema-derecha gritaba con rabia: «Tarancon al paredón«.

Juanjo, con una prejubilación que le permitía estar al lado de su tío, como él cariñosamente lo llamaba, acompañó al cardenal en sus desplazamientos. Y fue cuando murió Tarancon, en noviembre de 1994, cuando Juanjo guardó y difundió el legado del cardenal. La ilusión de Juanjo era que todo lo que él tenía del cardenal, estuviese en Borriana, en el Museo Tarancon, construido por el ayuntamiento de la capital de la Plana Baixa. Pero a pesar que el edificio estaba hecho, no fue así. Y no por culpa del ayuntamiento. Por eso Juanjo, cansado de esperar un sitio digno que albergara el legado del cardenal, cedió este inmenso tesoro a la parroquia María Auxiliadora de Borriana.

Del legado del cardenal, que Juanjo custodió con tanta veneración, la parte más importante es la de su archivo, con cartas y otros documentos de gran importancia.

 

Bausset, en Burriana, con Juanjo Tarancón

 

El éxito del centenario del nacimiento del cardenal Tarancon, inaugurado en mayo de 2007, fue debido en gran parte al interés y a la tenacidad de Juanjo (y de Jordi Bort) que puso a disposición del ayuntamiento de Borriana el legado del cardenal y que fue expuesto en una muestra que organizó el ayuntamiento. Fue en esta exposición, el 27 de noviembre de 2007, cuando conocí a Juanjo y donde comenzó una amistad, de la cual siempre me he sentido muy honrado.

Fue en enero de 2010, aprovechando que yo pasaba unos días en l’Alcúdia para ver a mis padres, cuando Juanjo vino a mi pueblo, acompañado del amigo Jordi Bort, para proponerme que Montserrat digitalizara el archivo del cardenal y así pudiésemos estudiar este tesoro de Tarancon. Y así fue, ya que el 2 de marzo de aquel año, Juanjo y Jordi Bort traían a Montserrat los primeros documentos del cardenal: cinco gruesos archivadores con 397 carpetas de documentos de Tarancon, que después de digitalizarlos volvieron a Borriana. Posteriormente, el 28 de mayo de 2012, Juanjo y Jordi Bort, con el concejal de cultura, traían una segunda remesa del archivo que unos meses después, cuando fueron digitalizados, volvían a Borriana.

Juanjo y yo nos hemos visto diversas veces, tanto en Borriana, como también en l’Alcúdia y en Montserrat. Fue el 22 de noviembre de 2012 cuando celebré la Eucaristia (con una casulla del cardenal y con un cáliz suyo) en la parroquia del Salvador de Borriana. Y luego, invitado por el ayuntamiento, hice una conferencia sobre el archivo de Tarancon, después de la cual compartí la cena (y la sobremesa) con Juanjo, su esposa Vicen i Jordi Bort.

Juanjo siempre tuvo un sano orgullo por la figura y la obra de su tío, poco recordado por la mayoría de los obispos españoles. En una entrevista que le hicieron en el diario El Mundo, Juanjo se dolía del trato que la Iglesia española había dado al cardenal de la Transición. Juanjo, un hombre educado y a la vez sincero, sin pelos en la lengua, decía: «El cardenal Tarancon estuvo unos años un poco olvidado, más que por la gente, por los de él. La nueva Conferencia Episcopal que salió después de él y de D. Gabino, era un poco más a la derecha, más conservadores». Juanjo afirmaba en relación a los obispos que fueron ordenados después de dejar Tarancon la presidencia de la CEE: «Creían menos que Tarancon en la aplicación del Vaticano II». Y continuaba Juanjo: «Tarancon fue un poco olvidado, por eso muchos obispos después de 50 años del Concilio, aún no lo han acabado de entender».

En la Miscelánea que el ayuntamiento de Borriana dedicó al cardenal Tarancon y que coordinó Vicent Rios, el entonces alcalde, J. R. Calpe, destacó «la innegable relevancia de la actuación de Tarancon» y lamentó, con razón, el hecho que «no todas las instituciones dieron a la conmemoración la importancia que nosotros entendíamos que había de tener». Como decía J. R. Calpe, «hemos tenido una cierta amargura en comprobar que los tiempos actuales no están impregnados del espíritu taranconiano» y por eso, «sin el impulso de la sociedad borrianenca, este Centenario habría quedado apartado de la agenda de las administraciones públicas, entidades y jerarquía eclesiástica, que comenzaron a sepultarlo en un injusto olvido».

 

 

 

Como dijo el año pasado la alcaldesa de Borriana, Mª Josep Safont, el cardenal Tarancón fue «un referente de una forma de actuar socialmente y de entender la Iglesia. Por eso su obra y su legado sigue vigente».

El nombre de Tarancón y su recuerdo, ha sido obra debido al entusiasmo de Juanjo. Por eso ya sería hora, como homenaje a Juanjo, que tanto trabajó para hacerlo realidad, que se inaugurara el Museo Cardenal Tarancon, con el valioso legado que el sobrino del cardenal, Juanjo Enrique-Tarancón guardó con tanta devoción para que se quedase en la ciudad.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

Lo más leído