Biblistas de diferentes confesiones religiosas en Europa, África y América -coordinadas por Calduch- repasan a personajes que fueron "víctimas de la sociedad" y, por ello, preferentes para Jesús
(PPC).- «En cuanto a las mujeres, Jesús llevó a cabo una auténtica revolución. Él no desarrolló ninguna doctrina sobre las mujeres ni dictó reglas de comportamiento, pero su actitud fue tan nueva, tan inclusiva, tan rompedora, que provocó escándalo e incomprensión entre sus coetáneos, empezando por sus discípulos».
Lo cuenta Nuria Calduch-Benages, profesora de la Pontificia Universidad Gregoriana, en su nuevo libro ‘Mujeres de los evangelios’ (PPC, 2019).
La biblista barcelonesa afincada en Roma describe lo fundamental de esa «revolución»: «Jesús reaccionó contra las injusticias cuyas víctimas eran las mujeres, y sin ceder ante los prejuicios sexistas y ante las costumbres de la época se puso a su favor, invitando a concebir de forma completamente distinta el papel de las mujeres en la sociedad de su tiempo y también el modo de considerarlas».
Aquella era una sociedad que respetaba a la mujer en su papel de madre de familia, pero la apartaba del espacio público. Frente a eso, «Jesús acepta a las mujeres en su grupo de discípulos, las incorpora a su misión, sin imponerles condiciones o prohibiciones. Gracias a él, las mujeres pudieron salir del ámbito privado para seguirle en su camino itinerante y escuchar sus enseñanzas».
A favor de las víctimas
‘Mujeres de los evangelios’ es una recopilación de artículos de estas figuras femeninas con las que Jesús se encontró durante su ministerio: extranjeras, pecadoras, poseídas, secundarias…
A lo largo de estas páginas, biblistas de diferentes confesiones religiosas en Europa, África y América -coordinadas por Calduch- repasan a personajes que fueron «víctimas de la sociedad» y, por ello, preferentes para Jesús.
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