La tienda de muebles sueca IKEA ha sido acusada de antisemitismo y fanatismo anticatólico después de despedir a un empleado por citar versículos de la Biblia sobre la homosexualidad.
Un empleado de IKEA llamado Tomasz K, que se niega a revelar su nombre completo por temor a que ninguna otra compañía lo emplee, trabajó en la tienda en Cracovia, Polonia, y fue despedido después de que se negó a retirar los versículos de la Biblia que había publicado en respuesta a la promoción de la tienda en un evento pro-LGBT.
«Me conmocioné», aseguró. «Me contrataron para vender muebles, pero soy católico y estos no son mis valores», declaró el pasado jueves 27 de junio de 2019 a una cadena de televisión local.
IKEA respondió el viernes diciendo que había despedido a Tomasz K. por «usar citas del Antiguo Testamento sobre la muerte y la sangre en el contexto del destino que deberían enfrentar las personas homosexuales».
El 16 de mayo, IKEA publicó un aviso en su intranet solicitando a los empleados que se unieran para celebrar el Día Internacional contra la Homofobia, la Bifobia y la Transfobia (IDAHOT) «para defender los derechos de las lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y personas de todas las orientaciones sexuales e identidades de género (LGBT+)».
En una publicación posterior, Sari Brody, Jefa de Igualdad, Diversidad e Integración en IKEA, pidió a los empleados que presten atención a los pronombres que usan. «Pregunte por el pronombre preferido de la persona transgénero (ella, ellos, etc.)» y hay que «involucrar a las personas LGBT+ en conversaciones sobre sus parejas y familias», ordenó al personal.
Tomasz respondió: «La aceptación y promoción de la homosexualidad y otras desviaciones es una fuente de escándalo». Justificó su respuesta con dos citas bíblicas.
«En nuestra intranet, apareció un artículo que afirma que implementar los llamados valores LGBT es nuestro deber. Me molesté», reconoció Tomasz. «Me conmocioné, porque no creo que sea mi deber», añadió.
«Puse mi comentario, en el que expresé que es inaceptable, y cité dos citas de las Sagradas Escrituras: sobre el tropiezo y sobre el hecho de que las relaciones sexuales entre dos hombres son una abominación», explicó.
«Como católico, no puedo censurar a Dios. Me dijeron que habrían consecuencias», aseveró.
Unos días después, «me informaron de inmediato que IKEA decidió anular el contrato de trabajo», prosiguió. «Se suponía que debía empaquetar de inmediato, vaciar el despacho, entregar mi identificación».
El Instituto para la Cultura Legal, Ordo Iuris, reveló que la corporación pro-LGBT había modificado el comentario y «emitió una declaración falsa» sobre la situación.
En un tweet, Jerzy Kwaśniewski, presidente de Ordo Iuris, preguntó si citar un verso del «Tercer Libro Sacerdotal de Moisés» era una «incitación al odio». Kwaśniewski usó letras hebreas para nombrar el libro «Vayiqra» en hebreo en lugar de usar la palabra polaca para «Levítico».
«IKEA: ¿Realmente quieres ir en esa dirección? Tan pronto como alguien escriba dibujos históricos paralelos, serás avergonzado», escribió Kwaśniewski, acusando a la empresa sueca de antisemitismo.
Ordo Iuris también acusó a IKEA de «tratar de censurar las Sagradas Escrituras», ya que «señala que una cita del Antiguo Testamento es legalmente aceptable y no justifica el despido de un empleado». La declaración de IKEA podría interpretarse como motivada por prejuicios contra los cristianos, argumentó.
Ordo Iuris presentó una demanda contra IKEA en el Tribunal de Distrito de Cracovia solicitando al tribunal que invalide el despido del empleado y pague una indemnización a Tomasz K.
El sindicato de trabajadores Solidarność (Solidaridad), que ganó fama internacional durante el pontificado de Juan Pablo II, se ofreció a apoyar a Tomasz K., aunque no sea miembro.
«Estamos publicitando este asunto, estamos observando, monitoreando. Si podemos ser útiles, tomaremos medidas», dijo el portavoz Marek Lewandowski.
Patryk Jaki, un legislador del partido en el poder, y el ex viceministro de Justicia, Zbigniew Ziobro, han pedido un boicot a IKEA si las investigaciones determinan que la tienda está discriminando a los católicos.
El ministro Ziobro destacó que el despido de Tomasz K. fue «inaceptable» y «absolutamente escandaloso». Así, ha dado instrucciones a la Oficina del Fiscal para que investigue si IKEA violó no solo los derechos de los empleados, sino también el derecho penal.
El Defensor del Pueblo también está investigando si el despido constituye una discriminación antirreligiosa.
A principios de esta semana, en otro incidente, surgió una disputa impulsada por el colectivo LGBT en la fábrica de Wrocław Volvo después de que los jefes propusieran crear una «comunidad LGBTQ+» como parte de sus operaciones.
«El empleador debe ser completamente transparente, no debe promover minorías o mayorías sexuales, religiosas o políticas», indicó Grzegorz Zachara, presidente del sindicato Solidaridad, a los medios de comunicación. «Dejamos nuestra sexualidad y nuestras convicciones en la puerta, somos iguales en el trabajo».
IKEA es consciente de las sensibilidades católicas en Polonia. En mayo, produjo una bolsa especial arco iris con motivo del Mes del Orgullo LGBTQ. Sin embargo, señaló que el producto no estaría disponible en Polonia.
«IKEA ha estado involucrada en la lucha por los derechos de las personas LGBT+ durante muchos años», declaró la compañía. «En junio, las banderas de arco iris ondearán en las tiendas de IKEA de Estados Unidos», destacó.
En 2008, los católicos polacos amenazaron con boicotear a IKEA después de que incluyera a una pareja del mismo sexo en su catálogo con la leyenda «Ian y Steve no tienen intención de tener hijos», sino «disfrutar de su centro de mando», una cocina y jardín de hierbas de IKEA.
Grzegorz Upper, editor en jefe de la revista católica polaca Fronda, acusó a IKEA de promover «la ideología extrema de los activistas homosexuales».