El Ejecutivo socialista agradece que la Santa Sede haya solventado 'muy rápido' la situación

El Gobierno está ‘plenamente satisfecho’ con la respuesta del Vaticano a su queja

El Gobierno está 'plenamente satisfecho' con la respuesta del Vaticano a su queja
La vicepresidenta Carmen Calvo y el cardenal Pietro Parolin. EP

Relaciones Iglesia-Estado. El Gobierno español está «plenamente satisfecho» con la respuesta del Vaticano a la queja presentada por las declaraciones del exnuncio Renzo Fratini, en una entrevista, sobre la exhumación de Francisco Franco en las que afirmó que el Ejecutivo lo había «resucitado».

Fuentes del Gobierno han señalado que la Santa Sede ha solventado «muy rápido» la situación, aunque precisan que todavía non ha recibido la respuesta por escrito a la queja formal presentada el pasado 4 de julio por la embajadora ante el Vaticano, Carmen de la Peña, algo que entienden como normal y dentro del margen de los tiempos diplomáticos.

En todo caso, el portavoz interino de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, ha precisado este jueves 18 de julio de 2019 que las declaraciones del exnuncio fueron realizadas a título personal y que la posición del Vaticano ante la exhumación de Franco no ha variado y es la misma expresada por el secretario de Estado, Pietro Parolin, en su carta a la vicepresidenta Carmen Calvo.

El Ejecutivo está «muy satisfecho» con esta reacción porque responde a los asuntos planteados en su queja: aclarar si las declaraciones del ya exnuncio representan una postura oficial o son a título personal y responder si el Vaticano mantiene ante la exhumación de Franco la posición expresada hasta el momento o la ha variado.

Desde el Gobierno, consideran que el portavoz vaticano ha respondido a ambas cuestiones afirmando que se trata de unas palabras pronunciadas a título personal y que mantiene la misma posición expresada en el pasado, es decir, que «no se opone a la exhumación». Así, consideran que la actuación está en la línea de las «buenas relaciones» entre ambos estados que «siempre» han tenido «plena sintonía».

«Sinceramente, hay tantos problemas en el mundo y en España. ¿Por qué resucitarlo? Yo digo que han resucitado a Franco. Dejarlo en paz era mejor, la mayoría de la gente, de los políticos, tiene esta idea porque han pasado 40 años de la muerte, ha hecho lo que ha hecho, Dios juzgará. No ayuda a vivir mejor recordar algo que ha provocado una guerra civil», afirmó Renzo Fratini en la citada entrevista.

«Con motivo de la salida definitiva de España de monseñor Renzo Fratini, tras la conclusión de su mandato, subrayamos que sus recientes declaraciones sobre el tema de la exhumación de los restos mortales de Francisco Franco han sido expresadas a título personal», ha aclarado Gisotti este jueves.

El Vaticano también ha dejado clara que su posición de pleno respeto de la soberanía del Estado español y de su sistema legal no ha variado: «Volvemos a reiterar que la posición de la Santa Sede sobre el tema de la exhumación de Franco es clara y ha sido ya expresada oficialmente en la carta que el Secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, ha enviado el pasado mes de febrero a la vicepresidenta del gobierno español, Carmen Calvo, y ulteriormente reafirmada por el secretario general de la Conferencia Episcopal Española», ha concluido Gisotti.

Tras las palabras de Fratini, la embajadora de España ante la Santa Sede, Carmen de la Peña, se reunió el pasado 4 de julio con el secretario de Relaciones con los Estados, Paul Richard Gallagher, para hacerle entrega de una misiva en la que el Ejecutivo de Pedro Sánchez se quejaba por estas declaraciones, según confirmaron a la prensa fuentes del Gobierno, que también precisaron que la queja era «por intromisión en asuntos propios de otro Estado».

En su carta de queja, acompañada de la nota verbal, el Ejecutivo hizo saber al Vaticano que debía reaccionar ante un «problema» que no había creado España sino las declaraciones de Fratini. Querían saber si estas manifestaciones del exnuncio suponen o no una posición vaticana porque cuestionan un refrendo del Parlamento español, que votó a favor de la exhumación, según explicaron las mismas fuentes.

Tras esta queja, el Vaticano se remite a la carta del secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin. A finales de 2018, la vicepresidenta Carmen Calvo se reunió en el Vaticano con Parolin para tratar la exhumación de los restos mortales de Francisco Franco. Tras aquella reunión, Calvo afirmó que la Santa Sede apoyaba que Franco no fuese enterrado en La Almudena, después de que la familia expresase su deseo de inhumar los restos en la catedral en caso de que salgan del Valle de los Caídos. Sin embargo, el Vaticano matizó poco después que no se había tratado el asunto del lugar de la inhumación.

Posteriormente, ya en 2019, el Gobierno hizo pública de forma parcial una carta de la Santa Sede en la que afirmaba que «la Iglesia no se opone a la exhumación si la Autoridad competente así lo dispone». No obstante, otros fragmentos de la misiva ponían de manifiesto que el secretario de Estado Parolin también trasladaba al Ejecutivo español que la exhumación es «competencia del Estado español y está sometido al Derecho y a la Justicia española».

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