La valiosa información aparece por sorpresa en el Archivo Vaticano

Un historiador encuentra y publica el diario del nuncio en España durante la II República

Un historiador encuentra y publica el diario del nuncio en España durante la II República
En agosto de 1929, el nuncio Federico Tedeschini visita Mondoñedo. EP

Un documento de excepción. El sacerdote e historiador Vicente Cárcel Ortí ha publicado el “Diario de Federico Tedeschini (1931-1939). Cardenal y nuncio entre la Segunda República y la Guerra Civil”, en el que transcribe y comenta, a lo largo de mil páginas, el diario que ha encontrado en el Archivo Vaticano de quien fue representante diplomático del Papa en España.

“No se habían publicado nunca los diarios de Tedeschini, entre otras cosas, porque no se sabía que existían”, ha señalado Cárcel, quien, en el transcurso de sus décadas de investigación en el Archivo Secreto Vaticano, los encontró “en un lugar en el que prácticamente no eran consultables”.

El historiador valenciano, autor de medio centenar de libros y de cientos de artículos sobre la historia de la Iglesia, ha confesado que “para mí fue una auténtica sorpresa” y ha precisado que “eran unos diarios larguísimos, porque Federico Tedeschini vivió mucho, 86 años, y desde que cantó misa empezó a escribir diarios de su vida”.

Aunque la obra se centra en los años de la II República, Tedeschini fue nuncio apostólico en España desde 1921 hasta junio de 1936 cuando fue creado cardenal y se marchó a Roma. Posteriormente, fue arcipreste de la basílica de San Pedro de Roma, hasta su muerte en 1959, cuando tenía 86 años.

Según el autor, Tedeschini “se entendía personalmente muy bien con las autoridades de la España de aquella época, y de hecho en su diario aparecen cómo a Alcalá-Zamora, Azaña, Lerroux, Gil Robles y otros, a todos los trató con mucho afecto y cariño, y con algunos hasta con una relación personal muy intensa”.

Precisamente, Cárcel ha indicado que, en la transcripción del diario, “me llamó mucho la atención cómo fue un nuncio que consiguió mantener las relaciones diplomáticas de la Santa Sede con la República, a pesar del laicismo intransigente con el que se encontró”. De hecho, fue “el gran artífice de la mediación” entre las autoridades republicanas y la Iglesia.

Sin embargo, “cuando empezaron los incendios de iglesias en 1931 y, sobre todo, tras la revolución de 1934 y las elecciones de febrero de 1936, Tedeschini ya vio claro, y así lo escribió en varias ocasiones que `aquí va a venir una guerra´ ante los radicalismos de uno y otro signo, a pesar de lo cual mostró una Iglesia siempre dispuesta a colaborar, siguiendo las instrucciones del papa Pío XI y del cardenal Eugenio Pacelli –entonces secretario de Estado y futuro papa Pío XII–”.

“Lo que no se esperaba es que hubiera una persecución religiosa tan fuerte ni tan violenta como la de 1936, y le sobrecogió cuando fueron asesinadas, en sólo unos pocos meses, casi diez mil personas entre obispos, sacerdotes, religiosas y religiosos y católicos. Fue algo que impresionó a todo el mundo”, ha subrayado el historiador.

En suma, el nuncio Federico Tedeschini “fue un hombre de Iglesia que defendió y representó muy dignamente al papa, pero tratando siempre con mucho respeto a las autoridades republicanas, porque el mismo papa le había dicho: `La República es el gobierno que los españoles se han dado en este momento y, por lo tanto, hemos de colaborar con ella por el bien común de los españoles´. Y esto lo acató a pesar de los muchos problemas y dificultades que le acarreó”, ha comentado Cárcel.

Tedeschini acabó su etapa de nuncio en España en junio de 1936, cuando llevaba ya quince años y “prácticamente se `jubilaba´ en la carrera diplomática”. Fue creado cardenal en Roma, “pero siguió desde allí muy de cerca los acontecimientos de España a través de los obispos y religiosos que huían de la persecución religiosa en España y se refugiaban en Roma, y ése es el periodo que recojo también en el libro, hasta 1939”, ha explicado el historiador.

El volumen publicado por la Editorial Balmes de Barcelona, que estará disponible a partir del mes de septiembre, ha sido prologado por el doctor Ramon Corts i Blay, director de la propia editorial y de la Biblioteca Balmesiana.

El “Diario de Federico Tedeschini (1931-1939). Cardenal y nuncio entre la Segunda República y la Guerra Civil” completa toda la documentación publicada por el mismo Cárcel en los siete volúmenes de la colección La Segunda República y la Guerra Civil en el Archivo Secreto Vaticano, editada por la Biblioteca de Autores Cristianos de Madrid.

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