Denuncian malversación de fondos, fraude, abuso de cargos, lavado de dinero y autolavado

Estalla un nuevo escándalo en el Vaticano

Estalla un nuevo escándalo en el Vaticano
El papa Francisco. EP

Guerra total. En plena lucha de poder en las cloacas vaticanas, Bergoglio ve estos días cómo las portadas de los medios italianos ya airean el ‘Vatileaks 3’. La imagen del papa queda profundamente dañada.

Todo empezó el pasado 1 de octubre de 2019, cuando la Gendarmería Vaticana, tras una denuncia previa del Instituto para las Obras de la Religión (IOR) y la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), entró en las oficinas de la Primera Sección de la Secretaría de Estado y en las dependencias de la Autoridad de Información Financiera (AIF), y confiscó documentos confidenciales y ordenadores, deteniendo además a cinco personas y suspendiéndolas de servicio. En ese primer momento, no se rebeló la identidad de ninguna de ellas.

Sin embargo, al día siguiente, un diario italiano publicaba la nota interna de la Gendarmería Vaticana, liderada entonces por Domenico Giani (quien ha dimitido esta semana), donde aparecían los nombres y los rostros de los cinco imputados.

Este viernes 18, otro medio de comunicación ha dado a conocer detalles de la investigación ciertamente espinosos, como que se podrían haber extraído 650 millones del Óbolo de San Pedro, con los donativos de los fieles para las personas más pobres, para invertirlos en la adquisición de un palacete vaticano en Londres. Otra operación opaca sería la inversión de 200 millones en el fondo luxemburgués Athena Capital Global Opportunities.

Como detalla el autor de la noticia, el promotor de Justicia, Gian Piero Milano, principal impulsor de la investigación, «ha identificado serias indicaciones de malversación de fondos, fraude, abuso de cargos, lavado de dinero y autolavado» por parte destacados de miembros de la Curia.

Aunque se destaca que estas operaciones financieras supuestamente corruptas serían de «hace años», en la lucha de poder que se vive en el pontificado de Francisco por parte de quienes son más reacios a su figura, se trata de extender la sombra de la sospecha al actual sustituto de la Secretaría de Estado, Edgar Peña; incluso más que a quien entonces ocupaba el cargo, Angelo Becciu, actual prefecto para la Congregación de las Causas de los Santos y a quien el citado medio le achaca que «planeó asignar 250 millones a una plataforma petrolera en Angola, donde había sido nuncio».

Hoy mismo, una conocida cabecera es apocalíptica a la hora de definir la situación en la Santa Sede: «La guerra total, a la sombra de la Cúpula, parece estar en marcha y continúa sin escatimar golpes. Y tiene un plazo no exento de implicaciones: la primavera del próximo año. Una espada de Damocles en el Vaticano. Una fecha crucial para las finanzas de Oltretevere si las medidas no se toman rápidamente. El próximo mes de abril es el final de la hipoteca extremadamente cara que la Santa Sede puso en marcha en el momento de comprar la famosa propiedad de Londres, ubicada en una zona muy céntrica».

El ‘Vatileaks 3’ ha estallado… Y no parece que su repercusión vaya a ser menor que los dos anteriores.

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