La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha anunciado en un comunicado que el papa Francisco ha autorizado que el 10 de diciembre se consagre en el Calendario Romano a la «memoria libre de la bienaventurada Virgen María de Loreto», coincidiendo, así, con el día de su festividad en su homónima localidad italiana.
«Tal celebración ayudará a todos, especialmente a las familias, los jóvenes, los religiosos, a imitar las virtudes de la perfecta discípula del Evangelio, la Virgen Madre que, concibiendo a la Cabeza de la Iglesia, nos acoge también a nosotros consigo», subraya la nota firmada por el cardenal Robert Sarah, prefecto para la Congregación para el Culto Divino.
Esta nueva memoria a la Virgen de Loreto deberá, a partir de este momento, aparecer en todos los calendarios y libros litúrgicos para la celebración de la eucaristía y de la Liturgia de las Horas.
«La veneración por la Santa Casa de Loreto ha sido, desde la Edad Media, el origen de aquel peculiar santuario visitado, también hoy, por numerosos fieles peregrinos para alimentar la propia fe en el Verbo de Dios hecho carne por nosotros», explica el texto.
Además, señala que el santuario de Loreto «ha sabido ilustrar de modo excelente, en el curso del tiempo, no menos que Nazaret en Tierra Santa, las virtudes evangélicas de la Sagrada Familia».
La Basílica de la Santa Casa o el Santuario de Loreto se edificó entorno a la casa donde, según la tradición, el arcángel Gabriel anunció a la Virgen María que sería la Madre de Dios y donde habitó la Sagrada Familia, en Nazaret.
La casa estaba en Tierra Santa, pero, durante las cruzadas, ante el avance de los musulmanes, un grupo de ángeles levantó la casa y la trasladó a Loreto, en el año de 1294.
