La Sagrada Familia de Barcelona ha tenido el detalle navideño de excluir al español de entre las seis lenguas que ha elegido para felicitar la Navidad.
Entre ellos, el árabe, la lengua de muchos que si por ellos fuera harían volar el templo de Gaudí por los aires. Los otros cinco han sido el coreano, el inglés, el catalán, el alemán y la lengua de signos.
Solo al final del video puede verse una felicitacion en español pero en forma de rótulo. Toda una patada en la espinilla a los propios catalanes.
La Sagrada Familia NO felicita la Navidad en español. Es su particular visión del espíritu navideño y sus valores de respeto, concordia y amor.
En fin… nada nuevo pero siempre igual de ofensivo y obsceno. https://t.co/vPyZDOdD4H— Jordi Cañas (@jordi_canyas) December 24, 2019
Voy a aprovechar esta gilipollez para decir que La Sagrada Familia me parece una mierda. Como todo lo de Gaudí. https://t.co/TuyG76Bsnk
— Melquíades (@rafacordoba84) December 24, 2019
Hay que ser paletos, pero paletos en el peor sentido de la palabra, para excluir la lengua de la mayoría de los catalanes. Ignorantes, garrulos, gañanes, hispanófobos, catetos, estúpidos. https://t.co/ZPjboHKm1F
— Pastrana (@JosPastr) December 24, 2019
La Sagrada Familia es una monumental basílica católica, diseñada por el arquitecto Antoni Gaudí. Iniciada en 1882, todavía está en construcción.
Es la obra maestra de Gaudí, y el máximo exponente de la arquitectura modernista catalana.
Es uno de los monumentos más visitados de España, junto al Museo del Prado y la Alhambra de Granada, y es la iglesia más visitada de Europa tras la basílica de San Pedro del Vaticano.
El 7 de noviembre de 2010 el Templo de la Sagrada Familia fue dedicado al culto religioso por el papa Benedicto XVI, en un acto al que asistieron los reyes de España, Juan Carlos I y doña Sofía, junto al arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, y diversas autoridades entre las que se encontraban el presidente de la Generalidad, el socialista José Montilla, el presidente del Congreso, el millonario socialista José Bono, y el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu.
Hasta hace muy poco, el párroco de la basílica era mossen Josep Maria Turull, primo del exconseller Jordi Turull, condenado a 12 años de prisión por sedición y malversación por el Tribunal Supremo.
Hace unos meses, el xenófobo Quim Torra nombrado al mossen Turull, uno de los líderes de la manifestación de sacerdotes en protesta por la partición de la diócesis de Barcelona que estableció el papa Juan Pablo II, como nuevo prior de la capilla de Sant Jordi del Palau de la Generalitat.