Tras la tradicional ofrenda floral, el alcalde ha renovado el compromiso de la ciudad con su patrona pronunciando el Voto de la Villa.
El primero de sus ruegos ha sido para los familiares de las personas que han perdido la vida por las recientes riadas en Levante y el sur de España: “Que sientan el aliento, el cariño y la ayuda de todo el país, especialmente de su capital, en este momento de dura prueba para aquella tierra que Madrid siente tan cercana y tan querida”. A continuación, el alcalde ha pedido por el rey, que ha celebrado este año el décimo aniversario de su coronación, “para que ejerza su papel como símbolo de la unidad de todos los españoles y de la permanencia de nuestra patria y sus instituciones”.
Almeida ha rogado a la Virgen que “nos libre de disputas estériles que nos distraen de seguir trabajando por una ciudad más próspera, solidaria y justa” y ha recordado la obligación de atender las necesidades de los más débiles y desfavorecidos, especialmente las personas mayores, rogando que “los que menos tienen sean el objeto preferencial de nuestros desvelos”. También ha pedido por el medio rural, “reserva de nuestras tradiciones y base de nuestra riqueza como nación”.
El alcalde ha expresado su deseo de que la capital siga siendo “un lugar amable para todos”, que además de cuidar de los suyos, tenga presente su deber de dar servicio al resto de los españoles “con humildad y generosidad constantes” y que los madrileños nunca olviden sus señas de identidad, “la alegría, las ganas de trabajar, de disfrutar y de emprender cosas nuevas”.
Varios miembros del equipo de Gobierno, así como representantes de los grupos municipales han acompañado al alcalde en esta misa en honor a la patrona de Madrid.