Sandro Magister.-«Defenderé siempre con fuerza el derecho de los obispos a criticarme», había asegurado Barack Obama en vísperas de la audiencia que tuvo con Benedicto XVI el pasado 10 de julio.
De hecho, son ochenta los obispos católicos de Estados Unidos en abierto desacuerdo con él sobre cuestiones cruciales, en primer lugar la defensa de la vida. Entre ellos está el cardenal Francis George, presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Chicago, la ciudad de Obama.
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