Chávez dijo en Cancún que su vida había estado en peligro a causa de un plan de paramilitares colombianos dispuestos a eliminarlo
(Patricio Downes).-La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) pidió mesura al presidente de su país, Alvaro Uribe Vélez, y a su colega de Venezuela, el militar Hugo Chávez Frías, luego del fuerte cruce que tuvieron ambos en la Cumbre de Río, realizada en Cancún, México, esta semana.
Lo hizo como vocero el secretario de la CEC, monseñor Juan Vicente Córdoba Villota, quien sostuvo que él mismo «llamaría a los dos presidentes y a los dos pueblos a tener mesura, prudencia, respeto».
«Todos los caballeros deben hacer sus duelos con las normas de los caballeros, con decencia y altura, nunca con grosería y bajeza… eso no lleva a nada bueno entre dos naciones hermanas», señaló el secretario del Episcopado colombiano.
Córdoba Villota recordó que los episcopados de Colombia y de Venezuela han ofrecido desde el año 2009 su mediación para contribuir a superar las diferencias entre Uribe y Chávez.
Las declaraciones del prelado fueron hechas en Bogotá, en la sede de la CEC, durante la presentación oficial de la Campaña de Comunicación Cristiana de Bienes 2010, que impulsan el Secretariado Nacional de Pastoral Social y Cáritas Colombiana.
Chávez dijo en Cancún que su vida había estado en peligro a causa de un plan de paramilitares colombianos dispuestos a eliminarlo. Chávez congeló las relaciones con Colombia en julio de 2009 luego que Bogotá acordó con EE.UU. que tropas de este país usaran siete bases en Colombia. El venezolano lo consideró una «amenaza» para toda la región.
Luego del altercado, el Grupo Río decidió que el presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, coordine un grupo de países amigos que deberá mediar entre Venezuela y Colombia.