Un mundo que busca falsos mesías y al que no le interesan los grandes ideales, que no condenaría quizá a Cristo a la muerte, sino que lo dejaría, y lo deja, caer en el olvido
(Patricio Downes).- Al fin de una semana en la que otros dos periodistas hondureños fueron acribillados a balazos, el cardenal de Honduras, Oscar Rodríguez Maradiaga dijo que su país «necesita ser salvado de las ignorancias y de sus pecados, de sus deficiencias y de sus ideales materialistas, de tanto crimen y de tanta violencia, de tanto robo, mentira y maldad». Con José Bayardo Mairena y Manuel Juárez, son cinco los reporteros asesinados desde marzo, más otros tres masacrados en 2009, sin que se haya encontrado aún a los culpables.
A diario, los medios de Honduras reportan la matanza de personas secuestradas y asesinadas, tanto en poblaciones cuanto en el medio rural. Rodríguez Maradiaga, de regreso de una estadía de dos semanas en el Vaticano, celebró la misa del domingo de Ramos, según informó el diario La Prensa, de San Pedro Sula. Los medios capitalinos El Heraldo y La Tribuna no reportaron la actividad del cardenal.
Luego de la procesión de unos 3.000 fieles -según La Prensa- desde la iglesia El Calvario hacia la Catedral de Tegucigalpa, el cardenal y arzobispo de la capital hondureña celebró la misa. Jóvenes que integran la Asociación de Jóvenes del Nazareno llevaron en andas la imagen del Señor del Triunfo hasta la Catedral, frente a la plaza Francisco Morazán.
«El Señor hoy viene a nuestra Honduras, a nuestra Tegucigalpa. Atraviesa nuestro corazón, cruza el umbral de nuestras dificultades y, al igual que entonces, quisiéramos gritarle con amor ‘Hosanna, bendito el que viene en nombre del Señor’.».
El cardenal agregó que «este mundo que parece tan autónomo necesita que se le anuncie el misterio de la debilidad de nuestro Dios, en la que se demuestra la cumbre de su amor, como lo anunciaron los primeros cristianos con estas narraciones largas y detalladas de la pasión del Señor».
«Hoy el Papa, haciendo de este domingo la Jornada Mundial de la Juventud, en las Iglesias locales, con el mensaje de la evangelización, actualiza el misterio y encomienda a los jóvenes, como antiguamente, la proclamación de Cristo como Rey y Señor de este mundo nuestro, indiferente y dormido, egoísta y post-cristiano, un mundo que busca falsos mesías y al que no le interesan los grandes ideales, que no condenaría quizá a Cristo a la muerte, sino que lo dejaría, y lo deja, caer en el olvido».
«En la actualidad vivimos en un mundo que tiene que ser evangelizado de nuevo, es decir, despertado con una noticia de gozo, la del evangelio de la vida, la de una experiencia rica y llena de esperanza como la que Jesús nos trae. El que es el Rey y Señor, el que ha venido en el nombre de Dios Padre, el mensajero manso y humilde de la paz», señaló.
También rogó Rodríguez Maradiaga «paz para Jerusalén y para todos sus habitantes en este día, en medio de tanta violencia y sufrimiento, de tanta muerte y tanta sangre derramada en la tierra santa. Paz a todos en el nombre del Señor».