La Conferencia Nacional de Obispos de Brasil manifiesta su más profunda unión con el Papa Benedicto XVI y su plena adhesión y total fidelidad con el Sucesor de Pedro
(Patricio Downes).-La Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) sostuvo que «la divulgación de noticias relativas a esos crímenes injustificables (de la pedofilia y otros abusos sexuales perpetrados por curas católicos y ocultados por algunas autoridades eclesiásticas) se transformó en una campaña difamatoria contra la Iglesia y contra el Papa«, en una declaración de apoyo a Benedicto XVI. El documento fue publicado en la noche de este miércoles en la página de la CNBB en internet. Manifestó su «más profunda unión con el Papa Benedicto XVI y su plena adhesión y total fidelidad al Sucesor de Pedro».
«La prensa ha informado con rara insistencia, casos ocurridos en Estados Unidos de Norteamérica, en Alemania, en Irlanda, y también en Brasil», comenzó el texto episcopal. Más adelante, el episcopado brasileño señaló que la carta del Papa a los católicos de Irlanda tiene validez universal para el catolicismo.
«Firme, el Papa condenó la actitud de los que manejaron tales casos de manera inadecuada y, con determinación, afirmó que los acusados deben ser juzgados por los tribunales de justicia. No falto al Papa, también, mostrar a todos el horizonte de misericordia de Dios, la única capaz de ayudar a la persona humana a superar sus traumas y fracasos».
Los obispos brasileños mencionaron que el Papa expresó su conciencia del «mal irreparable» sufrido por las víctimas, manifestando su «vergüenza y remordimiento». «Ese coraje del sucesor de Pedro nos coloca a todos en estado de alerta. Meditamos sobre esos actos objetivamente graves, y estamos seguros de que -como hizo el Papa- deben ser enfrentados con absoluta firmeza y coraje», agregaron.
Sin embargo , lamentaron la divulgación de las noticias, como «una campaña difamatoria contra la Iglesia Católica y contra el Papa». «Nos dejan particularmente perplejos -dijeron- los ataques frecuentes y sistemáticos, al Papa Benedicto XVI, como si el entonces cardenal Ratzinger hubiese sido descuidado frente a esa práctica abominable o tolerante con ella. Sin embargo, un análisis de los propios envueltos en los escándalos revela la fragilidad de esas acusaciones».
«El Papa, al reconocer públicamente los errores de miembros de la Iglesia y al pedir perdón por esta práctica, no merecía ese tratamiento, que hiere, también, gran parte del pueblo brasileño, que sufre con esos momentos difíciles, y reza por las víctimas y sus familiares, por los acusados, pero también por las decenas de millares de sacerdotes que, en todo el mundo, procuran honrar su vocación».
Tras señalar que no llegan al 1 % los sacerdotes envueltos en casos de pederastia y abusos sexuales, «en un momento en que la Iglesia Católica y la propia persona del Santo Padre, sufren duros e injustos ataques, la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil manifiesta su más profunda unión con el Papa Benedicto XVI y su plena adhesión y total fidelidad con el Sucesor de Pedro».