José Antonio Fortea, exorcista y demonólogo

«Hay demonios burlones, rabiosos, irónicos, llenos de soberbia»

"Quien busca un santero sufrirá la influencia de los malos espíritus"

He visto salir espuma de la boca o unos gritos imposibles para un ser humano o niños que entendían perfectamente latín

Ha escrito una decena de libros y casi la mitad tiene como protagonista al demonio, ese ser sobrenatural enemigo de Dios, a quien los cristianos conocen como satanás o diablo y que encarna el mal. El sacerdote y teólogo español, José Antonio Fortea se ha dedicado por doce años a investigar sobre los demonios. Por disposición de su obispo realizó en 1998 la tesis sobre El exorcismo en la época actual y ha sido autorizado para ejercer como exorcista. Desde ayer está en Guayaquil y a las 19:30 de mañana disertará sobre este tema en el Centro de Convenciones. Lo entrevista El Universo.

¿Cómo es el demonio?
Cada uno tiene su personalidad, su forma de ser. Los hay burlones, rabiosos, irónicos, llenos de soberbia, un mismo demonio algunas veces está de una manera y otras veces está de otra manera.

¿Es decir que también hay varios tipos de exorcismo?
Hay momentos en que simplemente se le da una orden y el demonio sale inmediatamente; hay otros momentos en que se pregunta al demonio. Incluso hay algún otro pasaje en que Jesús increpa al demonio unas cuantas veces antes de que salga. Cuando ya me he puesto a analizar palabra por palabra, me doy cuenta que Jesús a través de sus relatos nos enseñó que esta era una realidad muy variada y más compleja de lo que parece, porque en unos casos Jesús le manda a callar al demonio y en otros le ordena hablar.

¿Qué trabajo realiza durante un exorcismo?
Lo que siempre me decía era que tenía que concentrarme en la oración a Dios, que el mejor modo de debilitar a un demonio era que yo no le hablara directamente al demonio, cosa que hacía al final, sino que estuviera centrado en la adoración a Dios. Al final me dirigía al demonio dándole órdenes o haciéndole las preguntas más imprescindibles para tener una pista y hacer que ese demonio saliera. No he visto levitación, aunque dicen que ha ocurrido, pero yo estaba orando con los ojos cerrados, tampoco he visto vomitar objetos, clavos, trozos de cristal. Sí que he visto salir espuma de la boca o unos gritos imposibles para un ser humano o niños que entendían perfectamente latín.

¿Utilizaba alguna cruz?
En los exorcismos se puede usar agua bendita, incienso bendecido, la santa cruz, el santo crisma, pero yo lo usaba poco, más me concentro en la presencia de Jesús. La oración que hacía era muy eucarística, darme cuenta que ahí estaba Jesús y adorarle.

¿Cuántos exorcismos lleva?
No lo sé, todos los días recibía gente en mi parroquia por la mañana y por la tarde, atendía casos de toda España. Venían a veces ortodoxos, y alguna vez vino un musulmán.

¿Lo debilita un exorcismo?
No, absolutamente nada, mi trabajo es orar, le pedía a la persona que se acercara a Dios, que cambiara su vida y luego oraba con tranquilidad y ahí se podía ver gritos, bulla, violencia, yo seguía orando…

¿Cómo saber que una persona está poseída por un demonio y que no se trata de una alteración mental?
Esta no es una lucha contra la ciencia, todos los casos que pueda resolver un psiquiatra yo seré el primero en agradecérselo, porque me ahorrará tiempo, pero hay casos que el psiquiatra no puede curar y entonces decimos déjanos intentar y efectivamente, a un mes, a medio año, la persona ha quedado liberada de algo que los psiquiatras dijeron que no hay nada que hacer.

¿Cualquier persona con fe puede ser exorcista?
Jesús dio el poder a los sacerdotes para realizar los exorcismos. En el plan de Dios la expulsión de los demonios corresponde a los ministros ordenados, lo cual no significa que en un lugar de misiones donde no hay sacerdotes, surja un caso de posesión y la familia pueda orar un rosario, leer salmos y por el poder de la fe pueda liberarlo, lo uno no excluye a lo otro, pero la norma es que los exorcismos lo hagan las personas con un poder dado por el sacramento.

¿Quiénes enfrentan mayor riesgo de ser poseídas?
Los que se ponen en el peligro. El mensaje que hay que dar al mundo es que no se pongan en peligro ni con espiritismo, ni con magia, ni con supuestos ritos que les van a limpiar de cosas malas, ni con santería, que es demoniaca. Quien busca un santero sufrirá la influencia de los malos espíritus.

¿Por qué hay personas que buscan un santero?
Las personas cuando están muy agobiadas buscan la solución a sus problemas quiera Dios o no quiera Dios, un cristiano debe aceptar, pero cuando a veces Dios no les concede lo que han pedido, buscan atajos diciendo lo que no he conseguido por la fe y la oración, voy a lograrlo a través de esta persona que tiene contacto con espíritus, ese es un camino que siempre habrá que desandar después de haber pagado un alto precio.

 

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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