Se oponen a la represa de Belo Monte, en Pará, al norte del país

Obispos de Brasil denuncian en el Vaticano un riesgo para el Amazonas

Hablaron del tema con el Papa y dijeron que el río Xingú tiene el triple de diversidad de toda Europa

Obispos de Brasil denuncian en el Vaticano un riesgo para el Amazonas
Obispo Krautler, prelado de Xingú, Brasil.

(Patricio Downes).-  El temor de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) a un daño ambiental que afectaría a los aborígenes del Amazonas la construcción de una represa sobre el río Xingú, fue manifestada por obispos norteños en una visita ad limina ralizada al Papa Benedicto XVI.
Así lo informó la propia CNBB en su página en internet. El planteo contra la represa fue realizado por los obispos de la Regional Norte 2, de los estados de Pará y Amapá en el norte selvático brasileño. La CNBB ha manifestado este año su defensa de un río cuya diversidad de especies triplica a la de toda Europa, señaló el Instituto Socioambiental (ISA), contrario a la represa.
El Papa recibió en audiencia a los obispos de la Conceição Santo do Araguaia, Dominique Marie Jean Usted Denis; de Rondonopolis, Juventino Kestering; de la Prelatura de Itaituba, Francisco Capistrano Heim; de la Prelatura de Marajó, José Luis Azcona Hermoso; y de la Prelatura del Xingú, Don Erwin Kräutler.
Antes de la reunión, el jueves los obispos señalaron a Radio Vaticano señalaron que el norte de su país vive aislado y olvidado y que esperan de la comunidad internacional atención sobre los riesgos ambientales que la región del Amazonas está sufriendo.
Entre las cuestiones tratada por los obispos se cuenta el polémico proyecto de construcción de la planta hidroeléctrica de Belo Monte. Según los prelados, es un proyecto faraónico que inudnará la región que rodea al río Xingú, causando el obligado éxodo de 25 a 30 mil personas, en su mayoría indígenas y ribereños.
Uno de los líderes de la resistencia a la construcción de Belo Monte, el obispo de Xingú, Dom Erwin Kräutler habló de los efectos devastadores de la obra que, según el prelado, causará un daño ambiental irreversible.
Sin embargo, el proyecto avanza, ya que el organismo ambiental del gobierno de Brasil IBAMA sostuvo que el proyecto ya tuvo las correcciones necesarias para no dañar a los pueblos aborígenes ni al medio ambiente.
Además, como el tema se encontraba en la justicia, una corte federal revirtió un fallo que suspendía la licitación. Según informaron las agencias de noticias este fin de semana, el Tribunal Regional Federal ordenó suspender una orden dictada por un juez de la ciudad amazónica de Altamira, que frenaba la obra.
La represa de Xingú, con una potencia de 11.000 megavatios, será la tercera más grande del mundo y es la principal obra del plan de crecimiento del presidente Luiz Inacio Lula Da Silva, quien dejará el poder este año.
Según el Instituto Socioambiental (ISA), la planta generará un fuerte impacto negativo sogbre las poblaciones indígenas y ribereñas del río Xingú, en el estado de Pará.
«Belo Monte secará 100 kilómetros del Xingú, un río que tiene tres veces más especies de peces que toda Europa y que alimenta a miles de personas. En esa área hay dos tribus indígenas que se alimentan del río, beben, se bañan y navegan por él. El gobierno de Lula liberó la obra sin saber a ciencia cierta qué va a pasar con el medio ambiente», dijo Raúl silva Telles, del ISA.

 

 

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