"Se alojaba en los hoteles más caros del mundo, y no solamente en habitaciones, sino en suites presidenciales"
El presidente de la Asociación de Víctimas de los Legionarios de Cristo, Emilio Bartolomé, aseguró que tiene constancia de al menos 200 víctimas, entre ellos varios mexicanos, de abusos sexuales por parte de Marcial Maciel, de quien dijo era capaz de gastarse hasta 50 mil euros en un día y coger el Concorde para volar a Estados Unidos y hacerse una limpieza dental.
En entrevista con MILENIO, Bartolomé expresó que el organismo que preside tiene como objetivo denunciar ante las autoridades y el Vaticano los casos de abuso sexual y de poder que se dieron y se están dando en la Legión.
«Quiero insistir en que a pesar de que los casos de abuso sexual son los más llamativos y los más comunes, existen los de abusos de poder que usan en beneficio propio. Nosotros en su momento denunciamos todo esto ante el Vaticano y parece que ha surtido efecto con la orden del papa Joseph Ratzinger respecto a refundar la Legión», explicó el español.
En cuanto a la vida de lujos que se daba Maciel, Bartolomé señaló que «se habla de testigos directos, concretamente de Luis Garza, el máximo responsable de la economía de los Legionarios, quien dijo que Maciel, de media, podía gastar hasta 50 mil euros al día».
«Viajaba de manera habitual en el Concorde y conozco gente en Estados Unidos que me asegura que Maciel iba a hacerse allí limpiezas de boca, además de que era adicto a la morfina.»
Confirmó que para evitar ser reconocido, Maciel tenía varias personalidades. «Utilizaba pasaportes y nombres falsos. Ante sus otras familias se hacía pasar como un alto ejecutivo del petróleo, con lo cual lógicamente tenía que manejar esas cantidades de dinero para poder sustentar su coartada».
«También sabemos que se alojaba en los hoteles más caros del mundo, y no solamente en habitaciones, sino en suites presidenciales.»
En cuanto a los abusos sexuales, el presidente de la Asociación de Víctimas de los Legionarios de Cristo afirmó que el modus operandi siempre era el mismo.
«Maciel se hizo pasar toda la vida por enfermo, entonces llamaba a un religioso de su confianza para decirle que tenía dolores de estómago y le explicaba que el Papa le había permitido que unas monjas piadosas le dieran masajes para aliviar su dolor, pero como no estaban tenía que recurrir a otras personas.»
Emilio Bartolomé tiene sus dudas respecto a que las denuncias tuvieran una respuesta judicial, «simplemente porque la mayoría de casos ha prescrito».
Los Legionarios de Cristo tienen 800 sacerdotes, 2 mil 500 seminaristas y 65 mil miembros laicos en una treintena de países. En España, la labor de la Congregación está fuertemente vinculada al ámbito educativo. Cuentan con la universidad privada Francisco de Vitoria en Madrid y media docena de colegios en la capital de España, Barcelona, Valencia y Sevilla.
En la órbita de la Legión en España se mueven algunos de los hombres y mujeres más poderosas del país. Por ejemplo, Iñigo Oriol, José María Ruiz Mateos y Alicia Koplowitz, tres de los empresarios más ricos del país.
En el ámbito político también han llegado muy arriba. Martínez asegura que las hermanas de Ana Botella, esposa del ex presidente José María Aznar, pertenecen al Regnum Christi (la rama laica de la Legión); los ex ministros del conservador Partido Popular (PP) Ángel Acebes y José María Michavila. Otros legionarios reconocidos son Gustavo Villapalos o Daniel Sada, ex asesor del gabinete de Presidencia de la Moncloa, entre muchos más.
Legionarios en Chile
El obispo de Concepción, Chile, Ricardo Ezzati, se refirió a las conclusiones de la investigación contra Marcial Maciel, el fundador de los Legionarios que abusó sexualmente de menores y tuvo una vida oculta con al menos dos mujeres.
Ezzati, uno de los cinco obispos designados para indagar el caso, aseguró que «el daño de una persona es fruto del propio pecado personal, pero que tiene una consecuencia también en el ámbito eclesial».
Por ello, enfatizó que «cuando naturalmente la organización tiene algunos daños siempre hay que reformar también lo que está dañado» y aseguró que «en la medida que le aportamos solamente nuestra debilidad y nuestro pecado ciertamente hacemos más débil el testimonio de la Iglesia».
El purpurado comentó escuetamente las acusaciones que enfrenta el sacerdote Fernando Karadima respecto a cinco denuncias puntuales sobre abusos sexuales.
«Con respecto a ese caso no puedo decir nada porque no estoy en Chile en este momento y no sé como se han desarrollado las últimas investigaciones», dijo Ezzati.
Sin embargo, comentó que «hay que esperar con confianza la acción de la Iglesia, yo creo que lo que la Santa Sede ha dicho en relación a los legionarios la línea es tan clara que naturalmente no puede dejar espacio a alguna duda».
Respecto a si Benedicto XVI le hizo alguna pregunta sobre el caso Karadima, Ezzati fue enfático en asegurar que «el Papa tiene otras preocupaciones».