Para conmemorar el centenario del nacimiento de la santa de Calcuta

El Empire State no quiere iluminarse para Madre Teresa

El edificio luce casi todas las noches distintos colores para festejar u honrar todo tipo de causas,

De mantenerse la negativa, la Liga Católica ha convocado una manifestación de protesta ante el Empire State (en la Quinta Avenida de Manhattan) el mismo 26 de agosto

La negativa de los gestores del Empire State Building a iluminar por un día en agosto próximo el rascacielos más alto de Nueva York para conmemorar el centenario del nacimiento de la Madre Teresa ha desatado una creciente polémica en la Gran Manzana.

«Creo que la cuestión no es religiosa y merece una explicación. Se trata de honrar a alguien que dio su vida al servicio», defendió hoy en una televisión local la presidenta del Concejo municipal de Nueva York, Christine Quinn, quien ha sido la última en pronunciarse públicamente sobre esta controvertida decisión.

Su opinión, expresada de igual manera en diferentes medios, ha tenido una amplia repercusión local, ya que es una de las grandes figuras políticas de la ciudad y alguien que ha declarado abiertamente su homosexualidad, lo que le ha hecho enfrentarse en ocasiones a los impulsores de esta iniciativa.

Se trata de la Liga Católica para los Derechos Religiosos y Civiles, que en febrero propuso que el 26 de agosto el Empire State conmemorara los cien años del nacimiento de la venerada monja católica iluminándose de blanco y azul, los colores de la orden religiosa que fundó.

«Nuestra propuesta fue denegada en junio sin explicación alguna», protestaba esta semana el presidente de la Liga Católica, Bill Donohue, en un comunicado.

La presidenta del Concejo se ha enfrentado frontalmente a la Liga Católica en varias ocasiones, con motivo de iniciativas como la legalización del matrimonio entre homosexuales o la autorización a la comunidad gay para participar en la manifestación del Día de San Patricio.

Sin embargo, en esta ocasión le ha expresado su apoyo y ha contactado a los propietarios del Empire State, que casi todas las noches luce distintos colores para festejar u honrar todo tipo de causas, como hoy que se ilumina de blanco, azul y púrpura para conmemorar el Día Mundial de los Océanos.

«Estamos muy contrariados con su decisión. Les hemos urgido a que encuentren alguna manera de iluminar el edificio con esos colores», aseguró Quinn.

Sin embargo, los propietarios se han negado a dar explicaciones sobre el rechazo, tanto a las autoridades como a los medios locales.

«Fue elegida la mujer más admirada por tres años consecutivos e incluso ganó un Premio Nobel de la Paz» (1979), añadió Quinn, quien defendió que el Empire State debe «honrar a esta maravillosa mujer que dio tanto al mundo».

Esta reclamación se une a las miles de peticiones recibidas en las últimas semanas por los gestores del rascacielos pidiendo que se homenajee a quien fuera beatificada en 2003 por el papa Juan Pablo II.

«Resulta que las mismas personas que han optado por ignorar a la Madre Teresa decidieron honrar el año pasado a la revolución comunista china (por su 60 aniversario), pese a que 77 millones de hombres, mujeres y niños inocentes fueron asesinados bajo el régimen de Mao Zedong», lamentó Donohue.

Incluso, el servicio postal estadounidense ha decidido celebrar el centenario con un sello conmemorativo y se ha reclamado la movilización ciudadana para que se remitan cartas a los propietarios del emblemático rascacielos instándoles a reconsiderar su decisión.

De mantenerse la negativa, la Liga Católica ha convocado una manifestación de protesta ante el Empire State (en la Quinta Avenida de Manhattan) el mismo 26 de agosto.

La Madre Teresa, que tenía 87 años cuando murió en 1997 en India, cuenta desde hace un año con una calle en el barrio neoyorquino del Bronx, donde la comunidad albanesa, de la que era miembro, ha crecido con rapidez en los últimos años.

La Sociedad Albanesa de Estados Unidos luchó durante 16 años para que la ciudad accediera a dedicar una vía a la conocida religiosa católica, que en 1977 inauguró en El Bronx el primer convento en EE.UU. de la congregación que fundó para atender a los indigentes.

La religiosa, que nació el 26 de agosto de 1910 con el nombre de Gonxha Bojaxhiu en Skopje, capital de la actual Macedonia, se convirtió en el símbolo de la solidaridad en el siglo XX gracias a la labor que su congregación realizó en numerosos países. (RD/Efe)

 

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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