(Patricio Downes) Al matrimonio presidencial de Cristina Fernández de Kirchner y su esposo y ex mandatario Néstor Kirchner «no les interesó el matrimonio homosexual hasta que perdieron las elecciones en 2009», dijo a Religión Digital el laico Justo Carbajales, director ejecutivo del Departamento de Laicos (DEPLAI) de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA).
Carbajales confirmó que la Iglesia en la Argentina desafía al gobierno a someter el matrimonio entre personas del mismo sexo a un plebiscito nacional. Seguros de tener más votos que los Kirchner y sus aliados en este proyecto -que ya fue aprobado en la Cámara de Diputados y ahora analiza el Senado-, como anticipó el sábado al diario La Nación el obispo auxiliar de La Plata, monseñor Antonio Marino, quien preside la comisión de seguimiento legislativo dentro del Episcopado, junto al laico Carbajales.
El dirigente sostuvo que los legisladores argentinos son asesorados por colegas españoles del PSOE. «Las estrategias, proyectos y estrategias comunicacionales son muy parecidos, como tratar que la comunidad artística se expida, crear un escenario que no es real».
Carbajales denunció que el «debate es tan falso y virtual, que han debido llevar -pagados por fondos estatales del INADI- a los dirigentes de la LGBT (lesbianas, gay y transexuales) a representar al proyecto oficialista en los debates en las provincias. «En las audiencias públicas en las provincias, como no tenían representantes en las provincias, llevaron dirigentes nacionales. Replicaron así un pequeño escenario que sólo tenían en la ciudad de Buenos Aires. Movieron una troupe que viaja por las provincias financiado por los estados».
Consideró que, pese a la voracidad kirchnerista por conseguir el apoyo que les garantice el poder hasta 2015 y luego hasta 2019 (lo confesó el propio Kirchner), el matrimonio entre personas del mismo sexo no les traccionará muchos votos. «No les va a servir y les va a hacer daño, pero lo impulsan en forma irresponsable», dijo.
La situación está muy tensa entre el Gobierno y la Iglesia. El voto a favor del matrimonio entre homosexuales es transversal a los partidos políticos, pero fue el matrimonio presidencial Kirchner el que le dio el impulso vital.
Al hablar en la Semana Social 2010 en la ciudad de Mar del Plata, Carbajales denunció que el Gobierno busca distraer la atención pública de temas como la pobreza. Más de cinco millones de personas dependen de la dádiva pública para comer, vestirse y enviar a sus hijos a la escuela, según cifras oficiales.
«Lo sacan (al proyecto de matrimonio homosexual) en un momento de debilidad y ante un electorado que les puede servir», dijo Carbajales en un alto de las deliberaciones en que la Iglesia llamó a la reconciliación para atender con mayor urgencia el problema de la pobreza.
El laico agregó que «hay muchas razones que se pueden esgrimir para esta distracción, como sacar el foco del manejo de los superpoderes, del Consejo de la Magistratura, de los casos de corrupción. Esto es más viejo que la política. El problema es cuando se utiliza como bomba de humo un tema clave como el matrimonio, la familia y la vida humana. Eso es lo no admisible».
Este lunes, la dirigente Vilma Ripoll, el MST y la agrupación de género Libre Diversidad estarán en la Marcha del Orgullo en Congreso para reclamar la aprobación de la ley de matrimonio para todas y todos, según informó en un comunicado. El MST y Libre Diversidad instalarán una mesa de difusión desde las 17 horas en la esquina de Rivadavia y Callao, para luego participar del acto-festival convocado por la Federación Argentina LGBT.
¿Viene luego el aborto?, se le preguntó a Carbajales. » Son amenazas que dan vueltas, mientras la mortalidad infantil crece en la Argentina, junto a la mayor cantidad de muertes de mujeres que tienen parto natural», señaló Carbajales, médico de profesión.
Agregó que «en vez de preocuparnos para que la inmensa mayoría de chicas no llegue al trance de un acto de desesperación como es el aborto, le sumamos una muerte más».
Carbajales trabaja junto a Marino, teólogo y consultor del Vaticano, Marino, de 68 años, fue elegido por sus pares para llevar la voz de la Iglesia a los legisladores que tratan el controvertido proyecto. Tras reunirse con varios de ellos, dice haber advertido que la presión oficial por sacar adelante la iniciativa pesa en muchos senadores «más que sus propias convicciones».
«He conversado con varios senadores para presentarles la postura de la Iglesia y muchos admiten que coinciden con nuestra posición y están de acuerdo…, pero después aparece el realismo político y terminan apoyando la ley», advirtió Marino, que secunda a monseñor Héctor Aguer en la arquidiócesis de La Plata y tiene muy buena relación con el cardenal Jorge Bergoglio.
Dijo que la convocatoria a un plebiscito sería «una vía más razonable que la seguida por los legisladores, muchos de los cuales actúan bajo presión». Se trata de una herramienta contemplada en la Constitución nacional, cuyo artículo 40 prevé la posibilidad de someter a consulta popular un proyecto de ley.
El próximo martes 13 de julio se llevará a cabo en Buenos Aires la manifestación «Queremos mamá y papá para nuestros hijos» frente al Congreso de la Nación, exigiendo a los legisladores el respeto y la defensa del legítimo matrimonio entre un hombre y una mujer.