Los desafíos del contexto actual podrían conducir a una visión reduccionista del concepto de misión
Benedicto XVI recibió hoy a los prelados de la Conferencia de Episcopal de Brasil (región norte y noroeste) en la visita «ad limina apostolorum» o visita que los obispos realizan al Pontífice cada cinco años.
El papa Ratzinger agradeció la presencia de los purpurados y les dirigió un discurso centrado en las misiones.
«El llamamiento a misión no es algo destinado exclusivamente a un grupo restrictivo de la Iglesia, sino una llamada dirigida a cada bautizado» y aludió el Concilio Vaticano II al recordar que «la vocación cristiana es, por su propia naturaleza, vocación de apostolado».
En este sentido -dijo- uno de los compromiso centrales de la V Conferencia General del Episcopado Latino-Americano y del Caribe (CELAM) en Aparecida (Brasil) en 2007, «fue despertar la conciencia de los discípulos y misioneros, rescatando la dimensión misionera de la Iglesia al convocar una ‘Misión Continental'».
Recordó la figura del beato José Anchieta, conocido como el Apóstol de Brasil, y su «generosísima vida apostólica, no exenta de peligros, que hizo que la palabra de Dios se propagase entre el indios y portugueses».
Con todo -afirmó-, «los desafíos del contexto actual podrían conducir a una visión reduccionista del concepto de misión».
La misión «no puede ser limitada a una simple búsqueda de nuevas técnicas y formas que vuelvan a la Iglesia más atractiva y capaz de vencer la concurrencia de otros grupos religiosos o con ideologías relativistas», refirió.
«La Iglesia no trabaja para sí: está al servicio de Jesucristo, existe para hacer que la Buena Nueva sea accesible a todas las personas. La Iglesia es católica justamente porque invita a todo ser humano a experimentar la nueva existencia en Cristo», explicó.
Un misión, por tanto, es una consecuencia natural de la propia esencia de la Iglesia, subrayó antes de despedirse y transmitir su saludo «con gran afecto y esperanza» a los sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas y fieles brasileños.
(Rd/Efe)