Más de 200 millones de personas viven en condiciones inaceptables en un continente de enorme riqueza natural
(Aica).- El Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) destacó que se constata en el continente «una creciente conciencia» sobre el valor de los derechos humanos y la centralidad que deben ocupar en el ordenamiento político», pero advirtió que «a pesar de estos avances tenemos que constatar con dolor que persisten situaciones vergonzosas de violación a los derechos humanos».
«La existencia de un sistema social y económico que no está centrado en la persona humana y en sus derechos ha llevado a una degradación de las condiciones de poblaciones que han caído en situaciones de exclusión de todo orden. El Continente ha crecido económicamente, pero eso no se ha traducido en una mayor equidad y justicia social», aseveraron en el documento conclusivo del V Encuentro Continental de Pastoral sobre Derechos Humanos que se realizó en San Salvador del 29 de noviembre al 3 de diciembre.
Los referentes eclesiásticos de la región denunciaron que «más de 200 millones de personas viven en condiciones inaceptables en un continente de enorme riqueza natural y biodiversidad que tiene todas las posibilidades de garantizar el bienestar y la dignidad de su población» e indicaron que se está produciendo una «feminización de la pobreza».
«La ausencia de condiciones de trabajo digno para millones de habitantes de nuestro continente. La inequidad en el acceso a los recursos a la política y a los bienes de la creación sigue siendo un grave escándalo para esta región que no podrá avanzar en su integración en el mundo actual mientras persistan estas dolorosas situaciones», subrayaron.
Tras sostener que «por muchos años la impunidad ha sido el común denominador en las violaciones a los derechos humanos causadas por agentes al servicio del Estado y por grupos poderosos», aseguraron que «todavía la independencia del poder judicial es un desafío para fortalecer nuestras frágiles democracias. Los mismos grupos han logrado en muchos casos politizar el marco de los derechos humanos y desplazar el imperativo humanitario de reconocimiento de la dignidad de cada ser humano».
El Encuentro
El encuentro fue promovido por el Departamento de Justicia y Solidaridad del CELAM, con el objetivo de hacer que la nueva Guía de Pastoral de Derechos Humanos sea instrumento para la renovación de la pastoral de la Iglesia en el contexto de la misión continental, para que nuestros pueblos tengan vida digna.
Participaron 65 personas provenientes de 22 países, entre responsables Nacionales de Pastoral de Derechos Humanos de América Latina y El Caribe, y personas vinculadas a la Comisión de DDHH – Justicia y Paz, de los distintos países.
El acto inaugural de este encuentro se realizó en las inmediaciones de la Universidad Centro Americana José Simeón Cañas con la presencia del cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz; monseñor Luigi Pezzuto, nuncio apostólico en El Salvador; monseñor José Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador; monseñor Gregorio Rosa Chávez, presidente de la Pastoral Social Caritas de El Salvador, y monseñor Jorge Eduardo Lozano, obispo de Gualeguaychú, responsable de la Sección de Pastoral Social del Departamento de Justicia y Solidaridad del CELAM.
Misa en la cripta de Mons. Romero
El prelado argentino tuvo a su cargo la apertura y la misa de clausura, que se celebró en la Cripta de monseñor Óscar A. Romero, el arzobispo salvadoreña asesinado. Allí, monseñor Lozano consideró que la clave de una pastoral en Derechos Humanos es «oír la Palabra y ponerla en práctica».
«Podemos, sin embargo ser necios e insensatos y elegir la inconsistencia de la guerra, el odio, la venganza, la avaricia, la comodidad, el silencio… Cuando la Palabra no fecunda en nuestra vida, nos cubren las sombras del desinterés por la suerte de los hermanos, de quienes no nos hacemos cargo porque no nos sentimos responsables. Pero podemos despertar de esa desidia. Somos llamados a vencer la soberbia de hacer las cosas ‘a mi manera’. Nos ha iluminado en estos días rezar con la historia de Moisés. Debemos crecer en humildad y generosidad para comprometernos en la liberación del Pueblo según el ‘estilo’ de Dios», subrayó.
Durante el Encuentro hubo exposiciones y trabajos en grupos donde se analizará la situación de los Derechos Humanos en América Latina y El Caribe, a partir de los aportes recibidos, (ponentes y delegados de los países) como desafíos a la Pastoral de Derechos Humanos.
Además se buscó identificar, desde el horizonte de fe, iluminación teológica doctrinal, experiencias prácticas pastorales y testimonios (personales y comunitarios) los nuevos desafíos para una renovada Pastoral de los Derechos Humanos.
También se consideró discernir, a partir de las realidades emergentes y de los aportes de la Guía, la priorización de las líneas de acción para la Pastoral de Derechos Humanos en el continente: profundizar la dimensión espiritual de la dignidad de la persona, sus derechos y deberes en América Latina y el Caribe y descubrir los nuevos signos de los tiempos; como así también asumir la promoción y defensa de los DDHH como parte esencial de la vida y misión de los discípulos de Jesucristo en el continente como Buena Noticia para todos los pueblos.