La figura de monseñor Romero es más notable por los acontecimientos de carácter cultural, externos
La Iglesia católica salvadoreña llamó ayer a los feligreses a apoyar el proceso de canonización del asesinado arzobispo Óscar Arnulfo Romero con testimonios sobre milagros o ayuda concedidas, y difundir la devoción privada del prelado.
«Sí tenemos testimonios, pero no son tantos y ojalá aumentara más este aspecto», declaró el actual arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, en la conferencia de prensa que acostumbra conceder después de la misa dominical.
«Yo creo que la figura de monseñor Romero (…) es más notable por los acontecimientos de carácter cultural, externos, y qué bien los reconocimientos que ahora se le han dado ya por parte del presidente de EE.UU. (Barack Obama), como también por parte de la ONU», agregó.
Aludió así a la visita que Obama hizo a la tumba de Romero, el pasado 22 de marzo, en el marco de su estadía en El Salvador y dos días antes del 31 aniversario del asesinato prelado, así como la designación por parte de Naciones Unidas de esa fecha como el Día Internacional para el Derecho a la Verdad.
«Nos congratulamos con todos esos reconocimientos, pero para la canonización lo que más cuenta es el testimonio de fe de las personas, en cuanto se hayan recibido gracias y milagros de parte de aquel que está en proceso de canonización y me parece que en esto no andamos tan bien que se diga», reconoció.
El pasado 24 de marzo, se cumplió el 24 aniversario del asesinato de Romero, quien fue atacado por un francotirador que le disparó en el pecho mientras oficiaba una misa, en 1980.
Romero, considerado por los salvadoreños «San Romero de América«, pese a que aún no ha sido elevado a los altares, es recordado por denunciar desde el púlpito las injusticias en los años previos a la guerra civil que padeció El Salvador entre 1980 y 1992.
Escobar Alas explicó que el proceso de canonización ya superó la etapa diocesana, que se desarrolló en el país, y ahora pasó a la Santa Sede, que se encarga de hacer el estudio.
«No hay (…) comunicaciones, porque el proceso es privado y se exige esto para un ambiente favorable de profundizar el tema», explicó el prelado, al justificar que no se conozca cómo avanzan este caso.
Invitó, igualmente, a difundir la devoción privada hacia monseñor Romero, al señalar que «no puede dársele culto público» debido a que no está permitido por las leyes de la Iglesia.
«Por culto público entendemos la Santa Misa, en el sentido de hacer oraciones públicas, de encomendarnos, pero en forma privada sí; entonces, conviene que abundemos más en este aspecto, porque eso cuenta al final también para la decisión de la Santa Sede», sostuvo.
(Rd/Efe)