El Papa (y su delegado en Quito, que es Arregui) ha mandado salir a todos, a los heraldos de las botas y a los carmelitas descalzos
(Xabier Pikaza).- Monseñor Gonzalo López Marañón, ex obispo de la provincia ecuatoriana de Sucumbíos, inició este martes un ayuno y oración permanentes por la reconciliación y la paz en Sucumbíos. En la capilla del Belén, parque Alameda, Quito.
Con el lema «Para curar heridas y reconciliar Sucumbíos«, Monseñor López Marañón, de 77 años de edad, retirado del Obispado de la provincia amazónica desde el pasado mes de octubre, se instalará en el patio de la Capilla del Belén, en la ciudad de Quito, de forma indefinida hasta que haya señales claras de reconciliación entre la población.
La decisión de Monseñor llega tras la agudización del conflicto social y religioso que vive Sucumbíos desde hace meses con la llegada al Vicariato Apostólico de la Congregación de los Heraldos del Evangelio.
No había querido hablar más de Sucumbíos, pues la situación ha sido compleja. Pero he pedido una crónica a mi amigo H. M. y me responde diciendo que el Papa (y su delegado en Quito, que es Arregui) ha mandado salir a todos, a los heraldos de las botas y a los carmelitas descalzos.
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