Gallardón pone a las familias que adoptan niños de otros países como «ejemplo» de que «el amor no tiene fronteras»

El alcalde de Madrid en funciones, Alberto Ruiz-Gallardón, ha afirmado este viernes que las familias que adoptan niños de otros países menos favorecidos son un «ejemplo» para toda la sociedad de que «el amor no tiene fronteras», y ha agradecido también la labor de los médicos y enfermeras de Madrid Salud que colaboran en los trámites de adopción de menores chinos.

El primer edil ha recibido a una veintena de familias adoptantes, que han acudido al Palacio de Cibeles acompañadas por la gerente de la Asociación para el Cuidado de la Infancia, Blanca Rudilla, y por el director gerente del Centro Chino de Adopciones, Zhang Shifeng.

Durante su intervención, Gallardón ha hecho un reconocimiento expreso a las «personas que han dado un paso adelante y que, con su ejemplo, marcan claramente el modelo a seguir». «Vuestra decisión es sencillamente formidable, y también lo es el ejemplo que dais a toda la sociedad», ha añadido.

A renglón seguido, ha destacado que estas familias que «derrochan amor» logran «hacer feliz a mucha gente» y «dar a estos niños una vida nueva, una oportunidad verdaderamente fantástica». «Madrid es una ciudad solidaria, pero lo somos por gente como ustedes, que han tomado esa decisión fantástica y que, quizá, nos hace avergonzarnos a los demás cuando pensamos que otros problemas, preocupaciones… pueden ser más importantes», ha reconocido.

«Ver a estos niños significa ver el futuro, ver la seguridad de que, por muy triste y desesperada que pueda ser una situación, siempre al final hay un punto de esperanza capaz de invertir lo que creíamos un destino inevitable. Estamos inmensamente orgullosos de estos ciudadanos que demuestran que, efectivamente, el amor no tiene fronteras», ha añadido.

Por último, el regidor ha agradecido también a los médicos y enfermeras de Madrid Salud que, de forma voluntaria, se trasladan a China para hacer valoraciones profesionales de huérfanos en diferentes hospitales del país para determinar qué necesidades tienen y favorecer así su adopción internacional. «Lográis hacer felices a mucha gente», ha destacado.

«DANIEL EN CHINA NO JUGABA NUNCA»

La celebración de este acto ha llenado el Palacio de Cibeles, generalmente dedicado a usos más serios, de las risas y los correteos de la veintena de niños que han asistido junto con sus padres. Belén Goñi, que hace apenas cuatro meses consiguió cumplir el sueño de adoptar a Daniel, no podía disimular la sonrisa al hablar de su hijo.

«En China Daniel no jugaba nunca. El tenía que ayudar en el orfanato a limpiar, en la cocina, a cuidar a los niños más pequeños. Y aquí en España está todo el día jugando», ha explicado, mientras el chaval, tímido, apenas sabía qué decir a la audiencia que le miraba sonriente. «Estoy muy contento en España con papá y mamá, me gusta mucho jugar con los amigos al fútbol y a todo», ha acertado a decir finalmente.

A renglón seguido, su madre ha insistido en que muchos niños chinos que, como Daniel, tienen algún problema físico «no tienen salida porque se les saca de las listas de adopción». «Y es una pena, porque aquí estamos muchas familias con el corazón lleno de amor para ellos. Somos muy felices con Daniel», ha añadido.

Por su parte, el director general adjunto del Centro Chino de Adopciones, Zhang Shifeng, ha explicado que, durante su visita a España, está pudiendo ver «cómo viven» los menores chinos adoptado, a quienes ha transmitido sus «mejores deseos».

También ha aprovechado para agradecer a los padres adoptantes la acogida brindada a los pequeños, porque «gracias a ellos y a su gran corazón los huérfanos chinos ahora encuentran la felicidad», y ha tenido asimismo palabras de reconocimiento para la Asociación para el Cuidado de la Infancia por su «gran esfuerzo» para «tender puentes entre China y España a través de los cuales los niños puedan llegar a ser parte de la sociedad española y tener una vida feliz».

«Estoy convencido de que la causa de la adopción internacional entre China y España puede tener un camino muy largo y fructífero. Esperamos que los niños puedan encontrar un futuro mejor fuera de China, y tenemos que reforzar también nuestros lazos con los gobiernos y asociaciones (para que estos chavales) puedan conocer su lugar de origen y experimentar su vida (cuando sean mayores)», ha continuado.

Para ello, ha asegurado que su asociación realiza una importante labor de «búsqueda» de los padres biológicos de los menores adoptados. Por último, ha agradecido la labor de los médicos españoles que colaboran en este tipo de iniciativas, gracias a los cuales se ha conseguido que «10.000 niños encuentren la felicidad en España».

Por último, Rudilla ha expresado su «tremenda gratitud» al Centro Chino de Adopciones porque «confió en la Asociación para el Cuidado de la Infancia y le abrió las puertas de sus orfanatos para entrar a valorar a los niños».

«Y también gracias a las familias, que han sido maravillosas y no tuvieron ninguna duda en abrir sus corazones de manera incondicional a estos niños, que nos regalan cada día sus sonrisas, nos hacen realmente felices y me han dado una lección muy importante: que, aunque estemos lejos, trabajando todos de manera conjunta, esforzándonos, podemos hacer que el mundo sea un poquito mejor; que el sueño de muchos niños se haya podido hace realidad es muestra de ello. Y eso de que el amor no tiene fronteras no es una frase hecha; es la realidad», ha concluido, visiblemente emocionada.

La Asociación para el Cuidado de la Infancia envió a la ciudad de Chongquin, en octubre de 2010, a una delegación compuesta por seis médicos y tres enfermeras del Ayuntamiento para que realizaran los informes sanitarios de 300 niños chinos para que pudieran ser adoptados, preferentemente por familias españolas.

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