O'Malley indica que el esfuerzo realizado por la Arquidiócesis para compilar una sola lista de clérigos acusados es un paso para aceptar responsabilidad por los abusos
Seán O’Malley, Arzobispo de Boston, dio a conocer ayer una lista de sacerdotes acusados de abuso sexual a menores en su jurisdicción en los últimos 60 años, pero decidió no incluir los nombres de los sacerdotes fallecidos a los cuales no se les presentaron públicamente cargos.
En una carta, O’Malley, dijo que cerca de 248 sacerdotes de Boston y dos diáconos han sido acusados de abuso sexual infantil desde 1950.
Sin embargo, decidió no publicar 91 de los nombres, que incluyen a los sacerdotes muertos que no fueron públicamente acusados; sacerdotes que trabajan en Boston bajo órdenes religiosas u otras diócesis; y sacerdotes que enfrentaron acusaciones no fundamentadas y que nunca se hicieron públicas.
Cada uno de los 159 nombres publicados hoy ya han sido revelados anteriormente, aunque no necesariamente por la Arquidiócesis.
O’Malley reconoció que algunas personas podrían haber querido que fuera «más lejos» y anunciara más nombres. Sin embargo, citó preocupaciones por un proceso justo así como por el daño a la reputación de sacerdotes vivos y muertos cuando se les acusa de crímenes cometidos hace décadas y difíciles de verificar.
O’Malley indicó que el esfuerzo realizado por la Arquidiócesis para compilar una sola lista de clérigos acusados fue un paso para aceptar responsabilidad por los abusos sexuales cometidos por sus miembros.
La Arquidiócesis de Boston, en Estados Unidos, fue criticada hoy por publicar una lista de sacerdotes acusados de delitos sexuales, la cual, aunque se remonta a 1950, omite casi un centenar de nombres polémicos.
El sitio web de la sede eclesiástica colapsó este viernes luego que el cardenal Sean P. O’Malley divulgó en línea los datos de 159 clérigos señalados en su carrera por abusar de menores de edad.
Sin embargo, la controvertida decisión de O’Malley fue blanco de críticas tanto de víctimas como de autoridades judiciales, comentó el diario Boston Herald.
El cardenal explicó que había decidido abstenerse de identificar a 91 presbíteros porque muchos de ellos ya habían fallecido o eran de una edad muy avanzada para poder responder ante la justicia.
Reconoció que solamente en el área urbana de Boston alrededor de 40 párrocos habían sido acusados, formal o injustamente, de haber molestado a niños durante los últimos 25 años.
Mitchell Garabedian, un abogado que representa a las víctimas de los curas, subrayó que «las omisiones de O’Malley significan una falta de respeto a sus clientes e incluso pudieran interpretarse como una complicidad con crímenes».
Igualmente la fiscal general de Boston, Martha Coakley, celebró «este primer paso de la iglesia, pero para bien de todos las divulgaciones de nombres deben continuar en pos de un adecuado arbitraje de la ley», dijo.