Más de un millón de fieles en Luján

Bergoglio exhortó a defender la vida en todas sus etapas

"Un pueblo que no cuida a los niños y a los ancianos comenzó a ser un pueblo en decadencia"

A la vida se la cuida siempre, desde el momento en que se la espera, hasta el último aliento del camino

El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, exhortó este domingo a defender la vida desde el seno materno y advirtió que «un pueblo que no cuida a los niños y a los ancianos comenzó a ser un pueblo en decadencia», al presidir la misa central por la 37 peregrinación juvenil a pie a Luján.

«Madre querida. Te pedimos por todos tus hijos, los que vinieron y los que van a venir, para que no queden solos y abandonados. Madre, que en tu casa encuentren un lugar«, rogó en medio de aplausos y en alusión al aborto.

E insistió en pedirle a la Virgen: «Ayuda a que se cuide la vida de los más pequeños y de los mayores, a los niños y a los ancianos. A la vida se la cuida siempre, desde el momento en que se la espera, hasta el último aliento del camino«.

Tras asegurar que «la Virgen está junto a los que están con cruces en sus vidas», subrayó que «cuidar la vida es sembrar esperanza».

«Un pueblo que no cuida a los niños y a los ancianos comenzó a ser un pueblo en decadencia. Cuidarlos futuro de un pueblo. Los niños la fuerza, esperanza, los ancianos el tesoro de sabiduría«, recalcó.

Ante una ciento de miles de fieles, que pese al cansancio de caminar 58,8 kilómetros escuchó la misa, Bergoglio exhortó a repetir tres veces el lema de la peregrinación: «Madre ayúdanos a cuidar la vida».

Fuentes policiales y religiosas consultadas por DyN estimaron que «1.300.000 personas» participó de las 37ª peregrinación a pie a Luján, cuyo lema fue «Madre, ayúdanos a cuidar la vida».

A las 6.47, los peregrinos recibieron la «imagen cabecera» de la Virgen que salió ayer al mediodía del santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers.

Uno de los momentos más emotivos fue cuando esa figura peregrina se acercó a través del vallado dispuesto hasta la «imagen original» de la Virgen, que fue ubicada en la explanada de la basílica a raíz de que el templo está cerrado por refacciones.

Los devotos que dormían en la plaza a la espera de la misa principal se despertaron ante los aplausos y los «viva la Virgen» que arengaba un sacerdote desde el altar, a cuyos pies los familiares de las víctimas del boliche de Once colocaron la bandera con las fotos con la leyenda «Los chicos de Cromañón presentes hoy y siempre».

«Pedimos por los chicos y para que nosotros podamos tener paz», dijo a la prensa Nilda Gómez, madre de uno de los jóvenes fallecidos el 30 de diciembre de 2004, presente en Luján.

La expresión de fe popular, considerada la más convocante del país, se enmarcó esta vez en el Año de la Vida dispuesto por la Conferencia Episcopal Argentina ante el avance legislativo de proyectos de ley para despenalizar el aborto.

«Que María nos ayude a cuidar de la vida desde el inicio de la concepción hasta el final de los últimos días. Pidamos por una vida humana con calidad de vida y todo lo que significa, con el desarrollo propio de la persona, para evitar la marginalidad, para evitar la esclavitud, para desterrar los vicios que golpean a la familia y a los jóvenes«, dijo el obispo Rubén Frassia, de Avellaneda-Lanús.

En tanto, los estudiantes del Seminario Metropolitano de Buenos Aires ofrecieron el bautismo a los peregrinos que se habían preparado para este sacramento. Lo hicieron en un puesto instalado en el Puente de los Escudos, a escasos 3 kilómetros de la basílica.

En la plaza Belgrano, además, del altar, se instaló una carpa de grandes dimensiones, en la cual los sacerdotes escuchaban la confesión «muchos», dijeron, de los caminantes.

La mayoría de los caminantes se ubicó delante del altar levantado frente a la basílica. Todos buscaban hacerse notar entre la muchedumbre. Algunos con pancartas para identificar su parroquia, colegio o lugar de origen, otros con banderas, vinchas, viseras o tatuajes con la imagen de la Virgen.

Marisa, de la parroquia Sagrado Corazón de Barracas, destacó que para ella fue «una experiencia hermosa»esta caminata a Luján.

Los peregrinos cumplieron con el ritual de pedir, agradecer o simplemente rezarle a la «Madre», que esta vez «salió a recibir a los fieles», destacaron la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular, a cargo de la organización de la manifestación de fe.

 

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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