No deberíamos ser obligados a proporcionar servicios u otras iniciativas que son contrarias a nuestra conciencia
Los obispos católicos de Estados Unidos prometieron el lunes defender su libertad religiosa ante la creciente aceptación de los matrimonios gay y lo que calificaron como intentos de secularistas de marginar la fe.
El obispo William Lori, líder de un nuevo comité nacional de libertad religiosa, condenó las políticas federales y estatales que, según dijo, interfieren con la posibilidad de la Iglesia de proporcionar servicios sociales, desde atención médica hasta apoyo a inmigrantes y ayuda internacional.
En Illinois, funcionarios de gobierno dejaron de trabajar con Caridades Católicas en cuestiones de adopciones y colocación en hogares sustitutos después de 40 años debido a que la agencia se negó a reconocer una ley nueva sobre uniones civiles. Los obispos de Illinois demandaron al estado, pero el lunes dijeron que detendrían la batalla jurídica y ya no proporcionarían servicios financiados por éste.
En Nueva York, los obispos, junto con líderes judíos ortodoxos y otros, se han quejado de que la excepción religiosa contenida en la ley de este año que permite el matrimonio entre homosexuales es demasiado débil para ser efectiva.
A nivel federal, los obispos han estado presionando al Departamento de Salud y Servicios Sociales durante su período de comentarios públicos para que implemente una excepción religiosa más amplia en la reforma integral de salud del presidente Barack Obama que ordena que aseguradoras privadas paguen por métodos anticonceptivos.
«No deberíamos ser obligados a proporcionar servicios u otras iniciativas que son contrarias a nuestra conciencia», dijo Lori, obispo de Bridgeport, Connecticut. «No necesitamos que el gobierno nos tuerza el brazo», agregó.
El arzobispo Timothy Dolan, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, dijo que los obispos no sólo están reaccionado a las políticas de Obama, sino a una sociedad más amplia con un «deseo de neutralizar la religión» y «empujar a la religión e regreso a la sacristía«.
«Ese es un asunto cultural que ha preocupado a la Iglesia prácticamente desde siempre, no sólo en Estados Unidos», señaló Dolan.
(Rd/Agencias)