Sandoval Íñiguez promovió la canonización de los mártires cristeros y la construcción del Santuario de los Mártires
El cardenal José Francisco Robles Ortega, arzobispo Metropolitano de la Arquidiócesis de Monterrey, fue designado por El Vaticano como nuevo arzobispo de la Arquidiócesis de Guadalajara, en sustitución del cardenal Juan Sandoval Íñiguez, quien ocupaba el cargo desde 1994.
Robles Ortega es originario de Mascota, Jalisco, donde nació el 2 de marzo de 1949. Estudió en el Seminario Menor de Autlán y en el Seminario de Guadalajara. Fue ordenado presbítero en 1976 en la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, en Mascota. En este municipio ocupó el cargo de Rector del Seminario.
El nuevo arzobispo tapatío fue nombrado y consagrado obispo en 1991 por el Papa Juan Pablo II. En 1996 fue designado obispo de Toluca, Estado de México. Posteriormente fue nombrado arzobispo de Monterrey en 2003.
Años después, en 2007, el Papa Benedicto XVI anunció la creación de 23 nuevos cardenales, entre ellos Robles Ortega.
El arzobispo ha tenido diversos cargos en la Iglesia Católica; entre otros, desde 2008 es miembro de la Comisión Pontificia para América Latina. Actualmente es presidente de la Comisión Episcopal para el Diálogo Interreligioso y Comunión en México.
Recientemente, en enero de este año, el Papa Benedicto XVI lo designó miembro del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.
El cardenal Juan Sandoval Íñiguez sustituyó al también purpurado Juan Jesús Posadas Ocampo, asesinado en el Aeropuerto Internacional Miguel Hidalgo, de Guadalajara, en 1993. Desde su arribo a Guadalajara, el arzobispo demandó que se aclarara el crimen y se castigara a los verdaderos responsables.
Nacido en Yahualica de González Gallo, Jalisco, en 1933, Sandoval Íñiguez entregó su dimisión al Papa Benedicto XVI luego de cumplir 75 años, de acuerdo con la norma del Código de Derecho Canónico que obliga a todos los obispos católicos a presentar su dimisión al llegar a esa edad.
En 2008, al cumplir la edad límite y prever que sería relevado, declaró: «Yo quiero lo que Dios quiera, presento mi renuncia sin más; ya los demás podrán juzgar, no quiero juzgar mi trabajo, no quiero decir que puedo (permanecer) aunque me siento bien todavía».
Sandoval Íñiguez promovió la canonización de los mártires cristeros y la construcción del Santuario de los Mártires, obra actualmente en proceso.